Las misiones de Pérez al frente del Partido Demócrata son frenar a Trump y recuperar terreno perdido

El hijo de inmigrantes dominicanos ganó la presidencia del DNC en una segunda vuelta el sábado pasado

WASHINGTON.- El exsecretario del Trabajo, Tom Pérez, se convirtió en el primer presidente latino del Comité Nacional Demócrata (DNC) y, desde ese cargo, ha dejado en claro que su meta es unificar y fortalecer al partido para que éste sea “la peor pesadilla” del presidente Donald Trump.

Pérez, elegido tras una estrecha votación en Atlanta (Georgia) el sábado pasado, tiene por delante la ingente tarea de reconstruir a un partido que en la última década ha perdido cerca de mil puestos nacionales y estatales, en la que ha sido su peor erosión de poder político en casi un siglo.

“Un Partido Demócrata unido no sólo es nuestra mejor esperanza, sino también la peor pesadilla de Donald Trump”, ha dicho Pérez, quien junto a otros demócratas y grupos afines encabeza un movimiento de “resistencia” contra la Administración Trump.

Pérez, hijo de inmigrantes dominicanos, ganó la presidencia del DNC en una segunda vuelta el sábado pasado, con 235 votos, de un total de 437 del bloque encargado de la elección.

Pérez no era del total agrado del ala izquierdista del Partido Demócrata, que lo ve como un político del “establishment” y divorciado de las necesidades de la base. De hecho, el senador independiente y exprecandidato presidencial demócrata, Bernie Sanders, dio su respaldo al legislador demócrata de Minnesota, Keith Ellison, el primer musulmán en la Cámara de Representantes.

Sin embargo, el consenso fue que, frente a los retos de la oposición en la era de Trump, Pérez es el que reúne las mejores cualificaciones para el cargo: de extracción obrera, educado en Harvard, con vasta experiencia como abogado de derechos civiles, y largo historial como defensor del derecho al voto, de los sindicatos, y protecciones para los consumidores.

Pérez seleccionó a Ellison como su “mano derecha”, una “rama de olivo” que fue aplaudida por la base.

Ellison será, según observadores, el complemento ideal para la visión de Pérez: el congresista, al igual que Sanders durante la contienda de 2016, ha hecho un llamado a reconstruir al partido desde la base, apoyándose en pequeñas donaciones y no en las corporaciones, y a traducir la energía de las protestas en votos en las urnas.

Es que el encuentro en Atlanta sirvió como una especie de sesión de “terapia” para evaluar las estrategias del Partido Demócrata para recuperar el terreno perdido, de cara a los comicios legislativos de 2018 -en los que 23 senadores demócratas se juegan la reelección y se renueva la totalidad de la Cámara Baja -, y las elecciones presidenciales de 2020.

El malestar de la base ante la crisis que afronta el partido quedó plasmado en las consignas que gritaban activistas “anti-Pérez” el sábado pasado: “El Partido es del pueblo, no de las grandes donaciones”.

En una reciente entrevista con este diario, Pérez reconoció que, tras la “autopsia” de las elecciones del pasado 8 de noviembre, está claro que el partido debe reconquistar el apoyo de votantes de la clase trabajadora, que se sintieron “olvidados” y “marginados”, especialmente en zonas rurales.

Pérez prometió impulsar una agenda decididamente progresista “estado por estado”, con énfasis en asuntos como la protección del Seguro Social y el “Medicare”, y la creación de empleos bien remunerados.

En declaraciones a este diario, José Aristimuño, presidente de la consultora “NOW Strategies” y ex subsecretario de prensa nacional del Partido Demócrata, reconoció que la “meta principal” de Pérez, en adelante, será “trabajar arduamente con las distintas facciones de nuestro partido, para así poder ganar elecciones a través del país”.

Ese diálogo con “todas las voces” del partido debe incluir, según Aristimuño, la creación de una red de comunicadores que puedan informar y amplificar la agenda del Partido Demócrata, y el fortalecimiento de la organización en todos los niveles políticos del país.

Además, tomando en cuenta las preferencias de la generación de los “Millenials”, el Partido Demócrata también debe dedicar recursos a los medios digitales para movilizar a esos votantes con mayor eficacia, señaló Aristimuño.

¿Negligencia electoral?

Según explicó en un blog el estratega afroamericano, Walle Amusa, el partido perdió porque Trump y sus aliados republicanos se jugaron una arriesgada estrategia proteccionista y nacionalista que les surtió efecto, mientras que la campaña de la demócrata Hillary Clinton abandonó sus estrategias tanto en los estados clave de la contienda como en el resto del país.

Además, en algunos estados, los candidatos demócratas en otras contiendas clave desaprovecharon los logros del presidente Barack Obama y no afilaron sus ataques, usando el historial de votos de sus rivales republicanos.

Ahora, el Partido Republicano controla no solo el Congreso y la Casa Blanca sino también dos terceras partes de los gobiernos estatales, y el reto para el Partido Demócrata es “luchar con seriedad contra la agenda republicana en todos los niveles, o convertirse en un partido irrelevante”, advirtió Amusa.

Tanto Pérez como Ellison participarán mañana en la “cumbre” de líderes latinos en Washigton.

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