Cambio de esquema pasa factura a los Red Bulls

Ubicar a Sacha Kljestan en un costado beneficia poco a los taurinos

Sacha Kljestan, capitán de Red Bulls.

Sacha Kljestan, capitán de Red Bulls. Crédito: Mike Zarrilli | Getty Images

Los New York Red Bulls son otros en 2017. La goleada 4-1 que sufrieron en casa de Houston Dynamo es la mayor prueba de que algo marcha por debajo de las expectativas.

El equipo de Nueva Jersey crea poco en ofensiva y su defensa luce débil cada vez que un rival lo sorprende en velocidad y con varios hombres. Las victorias de comienzo de temporada ante Atlanta United y Colorado Rapids maquillan un poco el bajo rendimiento del club que ganó la Conferencia del Este en las pasadas dos temporadas.

El récord de Red Bulls en cinco partidos es de dos victorias, un empate y dos derrotas.

“Es el comienzo de la temporada, en la tabla no estamos en una mala situación así que tenemos que mejorar, trabajar en las cosas que hacemos bien”, dijo el capitán Sacha Kljestan al final de duelo en Houston.

Cambio de esquema

La principal novedad de los Red Bulls en 2017 es la formación del equipo. Se pasó de un 4-2-3-1 a un 4-2-2-2 que sigue el modelo de los equipos de Red Bull en Alemania y Austria. Ese dibujo ubica a Kljestan, el armador del equipo, en la banda derecha en donde -por ahora- no tiene el mismo impacto que le da el centro de campo. Kljestan fue líder de asistencias de la liga en 2016 con 20.

El compañero de Kljestan en el mediocampo ofensivo, el austriaco Daniel Royer, tampoco da señales de alimentar al goleador Bradley Wright-Phillips. Es un jugador con mucha voluntad y sacrificio pero en cinco partidos ha sido incapaz de entregar un pase de gol o un centro al área rival de manera limpia.

En la delantera, una nueva lesión de Gonzalo Verón volvió a cambiar los planes del técnico Jesse Marsch en cuanto a la dupla ofensiva de Wright-Phillips. El canterano Derrick Etienne y el noruego Fredrik Gulbrandsen han jugado en la posición con rendimiento aceptable, pero sin la alimentación necesaria para tener mayor impacto en el juego.

Problemas en defensa

Aunque el ataque de Red Bulls tiene poca producción, la defensa es el punto más débil del equipo en el comienzo de temporada. Los goles recibidos en las derrotas antes Seattle (3-1) y Houston parte de errores individuales en la entrega de la pelota. Los veteranos centrales Aurelien Collin y Damien Perrinelle lucen fueran de forma mientras que Aaron Long apenas juegas sus primeros partidos en el primer equipo. En tanto, los laterales lucen desconectados de los mediocampistas lo que los deja expuestos cuando se pierde la pelota en la mitad de la cancha.

Los Red Bulls también se adaptan a la vida sin Dax McCarty, el volante de contención que fue enviado al Chicago Fire. Los canteranos Sean Davis y Tyler Adams han mostrado fútbol para asumir el rol, pero el liderazgo del “Colorado” se extraña en algunos momentos del partido. El brasileño Felipe es un motor pero no termina de convencer su labor de armar al equipo desde la zaga para conectar con Kljestan y el resto del ataque.

Las alternativas

La derrota en Houston caló fuerte en el cuerpo técnico y los jugadores. Mientras Felipe culpó a los rendimientos individuales, el DT Jesse Marsch indicó que podría volver a los 4-2-3-1 para el próximo partido en Orlando el domingo 9 de abril.

“Venimos jugando con dos delanteros y todavía no vemos la recompensa”, dijo Marsch al final del partido en Texas. El técnico añadió que sería posible un regreso al 4-2-3-1.

“Estamos planos, estancados, y al mismo nivel por varios partidos”, añadió el técnico.

El mejor fútbol de Red Bulls se vio en los 20 minutos finales del partido contra Atlanta United cuando remontaron un 1-0. Ese día Marsch ubicó a Kljestan junto a Felipe después de los ingresos de Etienne y Mike Grella por Davis y Alex Muyl. Los Red Bulls mantuvieron el 4-2-2-2 pero con Kljestan en una mejor posición para armar juego.

La posibilidad de tener al capitán en ese lugar por 90 minutos luce remota, pero está claro que un Kljestan aislado a un costado trae más perjuicios que beneficios a los Red Bulls.

También queda la opción de otros intérpretes para jugar el 4-2-2-2 sin tocar al “Kljestan de la costado”. El domingo  en Orlando habrá otro experimento. La temporada es joven y hay tiempo de corregir.

En esta nota

MLS NY Red Bulls
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain