Veterano llega a Santa Mónica tras caminar más de 2,400 millas
Ernesto Rodríguez busca crear conciencia acerca del suicidio y del estrés postraumático de la guerra
Se colgó a los hombros una mochila de casi 60 libras de peso y con un objetivo claro en la mente, el puertorriqueño Ernesto Rodríguez comenzó hace más de cuatro meses su trayecto para cruzar el país a pie en honor a los 20 veteranos de guerra que se suicidan a diario, según estadísticas.
Las más de 2,400 millas recorridas que comenzó el 11 de noviembre de 2016 en Clarksville, Tennessee, terminarán hoy miércoles en el muelle de Santa Mónica, California.
Rodríguez, de 35 años y quien sirvió para el Ejército de Estados Unidos durante 15 años, confesó que él mismo intentó suicidarse dos veces pero falló.
“Después de estar en combate cuatro veces, dos veces en Afganistán y dos en Irak… cuando regresé no sentí tanto los sentimientos que alguien debe sentir”, dijo Rodríguez. “Tenía familia pero yo no estaba ahí. Se me fue la compasión”, recordó.
Rodríguez, originario de Santurce en San Juan, Puerto Rico, dijo haberse enlistado en el Ejército en julio de 2001, a sus 19 años de edad, sin imaginarse que apenas dos meses después ocurriría una de las tragedias más grandes del mundo: el ataque terrorista del 9/11 en Nueva York.
“Yo tenía solo un entrenamiento básico y me tocó ver cómo mucha gente que se asustó, se salió del Ejército. No querían ir”, recordó.
El puertorriqueño dijo que el miedo que tuvieron algunos de sus compañeros para pelear por su país fue lo que a él lo motivó a quedarse a servir por 15 años hasta que le dieron de baja debido a problemas con su rodilla.
“Participaba como airborne [en vuelos], me aventaba en paracaídas y tanto hacer eso te arruina las rodillas”, explicó.
Luchar su propia batalla
Rodríguez confesó haber padecido estrés postraumático (PTSD). No obstante, intentaba negarlo.
“En el ejército te revisa el doctor. Pero fue bien rápido, es una evaluación de 15 minutos. Solo me dijeron que tenía un desorden de ansiedad social”, recordó. Fue cuando decidió no hacer visitas de seguimiento al doctor.
“No quería que mi familia supiera para que no me tratara diferente”, dijo Rodríguez, quien pensó que de esa forma los protegía.
“Ellos no tenían que saber todo lo que me había pasado [en combate]… Pero vino un día que ya no pude más y fallé [en suicidarme]”, recordó sin querer dar detalles.
El excombatiente dijo que este tipo de acciones son comunes entre los miembros de las fuerzas armadas pero que también es usual el no buscar ayuda.
“Somos machos. Si pedimos ayuda demostramos que somos más débiles. Eso es con los latinos y con todos los hombres”, dijo Rodríguez.
El Departamento de Asuntos de Veteranos (DVA) de Estados Unidos informó el año pasado que alrededor de 20 veteranos se suicidan cada día y la mayoría de ellos no utilizan los recursos para veteranos.
Los veteranos constituyen alrededor del 9% de la población total en Estados Unidos. Y en 2014—el año más reciente con datos disponibles—más de 7,400 de estos veteranos se suicidaron.
Esto representó el 18% de todos los suicidios en el país, según el DVA.
Otra oportunidad
Después de haber sido dado de baja médica del Ejército en marzo de 2016 y pasar por cuatro cirugías, los días ocupados en la carrera militar de Rodríguez cambiaron por días de relajación y alcohol.
Tiempo después, su opinión se inclinó al otro lado de la balanza. Determinado, se dijo que tenía que hacer algo para ayudarse a sí mismo y a los demás.
Sin planear su viaje, el 11 de noviembre de 2016 —Día de los Veteranos — Rodríguez decidió rendir honor a sus compañeros fallecidos y a aquellos que aún continúan con la idea del suicidio rondando en su mente. Su objetivo es crear conciencia acerca de la necesidad de los veteranos.
“Tuve amistades que cometieron suicidio y algunos de ellos eran como el Gi-Joe [grupo típico de soldados], todos querían estar junto a ellos y no te imaginas por lo que están pasando”, reveló sin querer mencionar nombres en específico. “Todos ellos merecen respeto porque todos defendieron a este país”.
El camino de la concientización
Rodríguez dijo que mediante su caminata ha podido conocer a muchas personas y sobre todo a veteranos de guerra que le agradecen el esfuerzo que hace.
Durante su viaje Rodríguez hace Facebook lives donde sus más de siete mil seguidores lo pueden ver y habla con personas acerca de la PTSD y las opciones que se pueden tomar.
Rodríguez no intentó recaudar fondos. Ante ello, dijo que el dinero se termina pronto, pero la educación se queda para siempre.
“No quería dinero porque si le das dinero a alguien después de dos semanas ya no hay chavo [dinero]. Es mas poderoso el testimonio”, explicó.
Agregó que tiene planeado escribir un libro y seguir creando conciencia acerca de la ayuda que necesitan los veteranos de guerra después de salir de las fuerzas armadas.