Condenan a expolicía de Brooklyn a 28 años de cárcel por abuso de menores
Alberto Randazzo convencía a sus parejas para que abusaran y molestaran a sus propios hijos
El caso de las depravaciones que motivaban a un ex miembro del Departamento de Policía (NYPD) tiene ribetes estremecedores. La Corte Federal de Brooklyn sentenció al ex sargento, Alberto Randazzo, a 28 años de cárcel, después de que admitiera que convencía a sus parejas para que abusaran y molestaran a sus propios hijos a través de Skype para satisfacer sus instintos sexuales.
Aunque el acusado le rogó a la jueza que revisó su caso, Pamela Chen, que lo sentenciara al mínimo de 15 años de cárcel, y que su motivo era “entender las conductas para poder proteger a la sociedad de pedófilos”, la autoridad judicial decidió darle una condena mayor.
Ex-cop, Alberto Randazzo, jailed 28 years for persuading women to sexually abuse infants… https://t.co/ZoSYJZRAVP pic.twitter.com/tIw4D4gqSG
— konniemoments1 (@KonnieMoments1) April 19, 2017
El exoficial fue atrapado en sus abusos gracias a que una novia sospechó de sus conductas pervertidas y lo denunció a la Oficina de Asuntos Internos del NYPD. La mujer acordó con las autoridades seguir el juego de sus fantasías sexuales e incluso las sugerencias de Randazzo que quería tener hijos prontamente para que ambos pudiesen abusarlos en conjunto.
Al resumir la sentencia, la Jueza Chen calificó estas conductas como “depravadas”. “Es evidente que él fue un depredador por la forma en que sedujo, acosó y abusó de estas mujeres“, dijo Chen, según reportes del New York Post.
Los débiles argumentos del abogado defensor del acusado, Anthony DiFiore, molestaron a la jueza. DiFiore sugirió que algunos de los niños abusados ni siquiera recordarían los depravados episodios a los que fueron sometidos.
Ante esta explicación, Chen le recordó al defensor que una de las víctimas, que ahora tiene 13 años, intentó suicidarse. Otros menores incluso permanecen en casas de acogida del gobierno e instituciones de salud mental luego de ser abusados por sus propias madres, motivadas por las presiones de Randazzo.
“Y seguramente recordarán tener que visitar a sus madres en las instituciones penales en las que están pasando sus condenas”, añadió incrédulo Tyler Smith, el fiscal a cargo del caso, luego del insólito alegato de la defensa.