La UNAM padece una de sus peores crisis por la delincuencia
Desapariciones forzadas, secuestros exprés y más asesinatos
MÉXICO.- Hace unos años que la delincuencia se ensaña con estudiantes y profesores de la principal casa de estudios de Latinoamérica, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Al principio la comunidad tomó las noticias de asesinatos de profesores y alumnos con cierto nerviosismo, pero poco a poco el problema ha crecido.
A dos misteriosas muertes al interior de algunos facultades de la universidad que alberga a 350,000 alumnos, se sumó la inseguridad externa de los alrededores de dos campus particularmente: Ciudad Universitaria (CU), en la Ciudad de México, y la Facultad de Estudios Superiores de Cuatitlán (FES Cuautitlán), en el Estado de México, según denunciaron dirigentes estudiantiles.
Robos en el transporte público hasta sumar un asalto al día contra algún estudiante; violaciones (a través de una solicitud de transparencia las autoridades de la UNAM reconocieron 38 en 2013); desapariciones forzadas, secuestros exprés y más asesinatos.
El 10 de mayo de 2015, el profesor de la cátedra de filología Raúl Aguilar murió de dos disparos cuando se resistió a un asalto. “Era un profesor de excelencia, muy querido por la comunidad”, cuenta Sonia Salas, estudiante de veterinaria, de la Facultad de la FES Cuautitlán.
“No hubo ningún pronunciamiento por parte de la dirección de la escuela, la única reacción fue una nota amarillista en un periódico (local) con el cuerpo tirado del cuerpo de profesor”.
Sonia aún no se reponía de esa impresión y de otros dos asaltos ocurridos camino a la facultad, cuando en un tercer atraco le golpearon la cabeza con la culata de una metralleta recortada de 35 centímetros y tuvo que tomar terapia psicológica por estrés postraumático: cada vez que veía a un hombre robusto con gorra entraba en crisis.
“La única solidaridad que tuve por parte de las autoridades de la FES fue el registro de una falta porque no pude ir los siguientes días del asalto”, cuenta.
En la Ciudad de México, Miriam Estrada, estudiante de Derecho en CU, documentó que debido a la falta de vigilancia al interior y en los alrededores de los campus (algunas áreas sin cámara de vigilancia), son comunes las violaciones y asaltos y balaceras como la ocurrida el 22 de marzo pasado en la Preparataria 5.
En 2016 fue asesinado el jefe de servicios generales de la Facultad de Química, José Barrera, y el 27 de marzo pasado el biólogo de la Facultad de Ciencias, José Luis León.
A través del área de comunicación social de la UNAM, este diario buscó la versión de las autoridades así como a los encargados del tema en el gobierno del Estado de México a través del subdirector de Vinculación y Participación Social, Ignacio Aspeitia, pero hasta el momento no hay respuesta concreta.
“Voy a buscar a mis superiores y devuelvo la llamada”, dijo Aspeitia. “El licenciado Gustavo Ayala no está, pero cuando regrese le informaré de su petición”, dijo Leslie Cázares del área de atención a prensa de la UNAM.
Los estudiantes, organizados en la Central de Estudiantes Universitarios, dicen que han buscado solución a sus problemas, pero el sistema universitario y municipal impide su participación. No se les permite, por ejemplo, tener voz en los comités de seguridad y transporte y sus propuestas como colocar luminarias y cámaras en áreas vulnerables no fueron escuchadas. “Pusieron torniquetes y en horas pico no podíamos pasar todos los estudiantes y mejor los desactivaron provocando un gasto inútil al presupuesto”, describió Mario Mendoza, de la FES Cuautitlán.