Los medicamentos costosos contra los oxiuros que puedes evitar
Los tratamientos recetados comúnmente contra los oxiuros (lombrices pequeñas que infectan los intestinos) se han vuelto muy costosos, pero hay una opción económica
Cuando Cheryl Kennedy de Chicago fue a surtir una receta para los oxiuros de su hija de 4 años, se quedó sin palabras cuando descubrió que, aún con el seguro, 4 tabletas del medicamento Albenza costaban casi $700.
“Llamé al médico y le pregunté si había alguna otra opción”, recuerda Kennedy. Fue en ese momento cuando él sugirió que intentáramos usar un “remedio” de venta libre conocido como Reese’s Pinworm Medicine que cuesta menos de $15.
Ese medicamento de venta libre eliminó rápidamente el oxiuro de su hija, que es una infección común y altamente contagiosa que cada año afecta a 40 millones de estadounidenses y la mayoría son niños. El oxiuro ataca los intestinos y causa picazón y sarpullido alrededor del ano.
La experiencia de Kennedy es frecuente. De acuerdo con expertos en medicina, los médicos recetan de forma rutinaria tanto Albenza (el nombre de marca del albendazol) como otro medicamento conocido como Emverm (el nombre de marca del mebendazol) y no se dan cuenta cuánto han aumentado sus precios y lo costosos que son. Ambos medicamentos son fabricados por Impax Laboratories.
Por ejemplo, Albenza subió de $6 por pastilla en 2010 a $190 por dosis ahora; ese mismo año, el mebendazol genérico se vendía a más o menos a $16 por pastilla, y ahora Emverm se vende a alrededor de $430 por dosis, según Symphony Health, una institución que supervisa el mercado farmacéutico.
¿Por qué los médicos recetan los medicamentos costosos?
“En el caso del albendazol, la respuesta es muy sencilla: la mayoría de los médicos no tienen idea de que un medicamento más antiguo y sin patente como el albendazol podría costar $200 por dosis”, dice Jeremy A. Greene, M.D., Ph.D., profesor de medicina e historia de la medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. “Y sigue así hasta que un paciente regresa de la farmacia muy sorprendido por el alto precio”.
Debido a que ambos medicamentos son antiguos, “el médico promedio que acostumbra recetarlos está condicionado a pensar que esos medicamentos tienen que ser muy económicos”, explica Greene. “Y también saben que son medicamentos que son casi gratis en otros países. Pensar que podrían costar $200 por pastilla es imposible”.
Una investigación propia de Consumer Reports sugiere que con frecuencia los médicos no manejan información sobre los precios de los medicamentos. Una encuesta realizada el año pasado a 200 médicos internistas mostró que la mayor razón por la que a los médicos les cuesta hablar sobre los precios de los medicamentos con los pacientes es porque no los conocen o no saben la cobertura que les ofrecen las aseguradoras a los pacientes. Aun así, 8 de cada 10 médicos están preocupados por la capacidad de sus pacientes para pagar los tratamientos.
“Aun cuando los médicos se preocupen por recetar medicamentos de bajo precio, solo tienen algunas herramientas disponibles para comprender las implicaciones en los precios que cualquier receta significará para sus pacientes cuando estos lleguen a la farmacia”, afirma Greene de Johns Hopkins.
Un alto costo por una cura económica
La manera en que Albenza y Emverm llegaron a ser tan costosos, especialmente cuando existen versiones más económicas de venta libre, pone en evidencia la naturaleza confusa y contradictoria de los precios en los medicamentos en los EEUU.
Por un lado, el albendazol era relativamente económico hasta el 2010, cuando el fabricante dejó de producirlo. Luego, en el 2013, Amedra Pharmaceuticals adquirió los derechos de mercadeo y publicidad del medicamento y comenzó a elevar el precio a partir de $6 por pastilla. Luego, en el 2015, Impax Laboratories adquirió a Amedra.
Por otro lado, el mebendazol fue un medicamento genérico económico por décadas, luego salió del mercado en 2011. Amedra también compró los derechos de ese medicamento, así que era dueña de los 2 únicos tratamientos con receta disponibles. En 2015, Impax Laboratories compró a esta compañía y para enero de 2016 sacó al mercado una versión masticable conocida como Emverm, cuyo precio está cerca de los $400 por pastilla. Actualmente ya no está disponible la versión económica del mebendazol.
Cuando Consumer Reports preguntó la razón por la cual los precios de ambos medicamentos de venta con receta eran tan altos, el vocero de Impax, Mark Donohue, respondió:
“Emverm es el único tratamiento de venta con receta aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos (Food and Drug Administration, FDA) para el oxiuro, con un 95% de tasa de cura en una sola tableta“, dijo Donohue. Además, dijo que la compañía ofrece tarjetas de ahorro en la página web de Emverm.
Donohue dijo que no podía hacer ningún comentario acerca del albendazol. (El medicamento tiene un “uso no aprobado”, lo que significa que la FDA no lo ha aprobado para el tratamiento del oxiuro, pero es legal que los médicos lo receten).
Los defensores de los consumidores, incluyendo a Consumers Union, la división de política y movilización de Consumer Reports, dicen que la falta de regulaciones federales para frenar esos incrementos en los precios significa que podría pasar con otros medicamentos.
“El hecho de que los fabricantes de estos medicamentos de venta con receta, que fueron económicos alguna vez, podrían quedar libres de algún castigo al encontrar la manera de elevar tan drásticamente los precios es una demostración más de que nuestras leyes actuales no nos proporcionan a los consumidores un mercado que nos funcione”, dice Victoria Burack, analista en políticas de salud en Consumers Union. “Continuaremos presionando para que el Congreso arregle esas leyes rotas”.
– Ginger Skinner