La original petición sexual de un reo
Disminuiría la tensión sexual entre los internos, asegura
Una muñeca sexual inflable que cada preso pueda disfrutar los fines de semana para luego guardarla en su caja durante los otros días, a esto se resume la idea del recluso Jack Swarez.
Según su teoría, las muñecas tendrían un efecto positivo en la población carcelaria al permitir que los presos descargaran la tensión sexual que acumulan, por la que juegan bromas pesadas a sus compañeros en reclusión.
“Nuestras prisiones están repletas de hombres jóvenes llenos de testosterona que darían su brazo derecho por un poco de pasión. La frustración por esta situación inevitablemente deja a estos jóvenes inquietos y con ganas de causar daño”, señaló el interno.
De acuerdo con The Sun, Swarez difundió su idea en un artículo publicado en Inside Times, el periódico de la prisión donde purga una condena de 17 años por liderar una red de narcotráfico en Reino Unido.
Swarez tuvo esta idea luego de ver un documental y se le ocurrió que los presos y sus muñecas sexuales podrían “pasar las noches juntos, ver la televisión, escuchar música, todo lo que uno haría normalmente con una compañera”.