La Casa Blanca “se hace bolas” sobre información que Trump compartió a rusos
Los funcionarios cercanos al presidente no saben cómo resolver este problemón
Los empleados de la Casa Blanca van de sorpresa en sorpresa con las acciones del presidente Donald Trump que les obliga a implementar un “control de crisis” que no siempre les funciona.
Los más reciente fue la información clasificada sobre terrorismo que el mandatario le compartió a Sergei Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, y a Sergei Kislyak, el Embajador de esa nación en Washington, durante su visita a la residencia oficial.
“No me pregunten cómo se ve esto, todos sabemos cómo se ve esto”, le dijo un empleado de alto nivel a The Daily Beast, quien habló bajo la condición de mantener el anonimato.
Describió una escena en la Casa Blanca muy tensa, donde altos funcionarios como Sean Spicer, Sarah Huckabee Sanders y Steve Bannon se reunieron para trazar un camino hacia el “control de crisis” que parece crecer como una bola de nieve.
El asesor de asesor de Seguridad Nacional H.R. McMaster expresó que el último lugar donde “quería estar” era con los reporteros que esperaban respuestas en Washington.
El escenario no podría ser peor: el presidente despidió a James Comey como director del FBI, quien estaba investigando las ligas del equipo del mandatario con el gobierno de Vladimir Putin, y luego el propio Trump compartió con los rusos documentos que podrían comprometer la relación con los aliados de EEUU en Medio Oriente y otras partes del mundo.
Todo se complicó, porque el gobierno primero negó que eso hubiera ocurrido, pero luego el republicano confirmó en Twitter que lo hizo, y justificó su acción.
“Un aliado de Oriente Medio que guarda estrechamente sus propios secretos proporcionó la información, que se consideró tan sensible que los funcionarios estadounidenses no la compartieron ampliamente dentro del gobierno de Estados Unidos o la pasaron a otros aliados”, indicó The New York Times.
El Times indica que la acción del presidente no parece ilegal, ya que tiene el poder de desclasificar casi cualquier cosa, pero “compartir la información sin el permiso expreso del aliado que lo proporcionó fue una violación importante de la etiqueta de espionaje, y podría poner en peligro una relación crucial de intercambio de inteligencia”, agregó.
“Como presidente, quise compartir con Rusia (en una reunión de agenda abierta en la Casa Blanca) por lo cual tengo el absoluto derecho de hacerlo”, se defendió el mandatario, para luego exigir que se investigue qué funcionarios de las agencias de inteligencia comparten datos con los medios.
As President I wanted to share with Russia (at an openly scheduled W.H. meeting) which I have the absolute right to do, facts pertaining….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 16, 2017