Reglas de etiqueta para cuando te invitan a una boda

Expertas en protocolo explican qué hacer y qué no hacer en la selección y entrega de los presentes a los recién casados

La temporada de bodas está a pleno furor y si te han invitado a una de las muchas ceremonias que se realizan entre mayo y septiembre, lo más probable es que te estés haciendo estas preguntas: qué regalarle a la pareja nupcial, cuánto gastar en el obsequio y si debes o no llevar el presente a la fiesta o enviarlo previamente al hogar de los recién casados.

Para que no te rompas la cabeza en la búsqueda de las respuestas, dos expertas en etiqueta y protocolo de bodas te explican las reglas básicas. ¡Toma nota!

Qué hacer o no hacer

Al momento de seleccionar y entregar el regalo a la nueva pareja, la especialista internacional en etiqueta Sharon Schweitzer —autora y fundadora de la compañía Protocol & Etiquette Worldwide, basada en Austin, Texas— dice que para no pasar como una persona poco educada  se deben tener en cuenta las siguientes reglas básicas del protocolo de bodas:

1. Ofrecer siempre un regalo

No importa qué tipo de lazo familiar o de amistad se tenga con uno o ambos integrantes de la pareja, toda persona que confirma su asistencia a la boda debe ofrecer un obsequio a los nuevos esposos.

“Esto se debe simplemente a la naturaleza de la tradición”, explica Schweitzer. “El matrimonio es una nueva aventura para la pareja y un regalo es el símbolo del deseo que tanto familiares como amigos tienen de que empiecen a dar sus primeros pasos bien”.

Por ello es que los presentes de boda abarcan todo tipo de artículos.

2. Hacer uso de la lista de registro de regalos

Cada pareja tiene sus propias necesidades, por eso, para no recibir presentes repetidos o algo que no necesitan o no va con sus gustos o estilo, las tiendas departamentales crearon el servicio de registro de regalos que da acceso a un listado completo de las cosas solicitadas por los novios.

“No se debe ignorar el registro [de regalos]”, subraya Schweitzer. “Si se desea dar un obsequio más personal, que no esté incluido dentro de la lista, éste debe estar emparejado con algo que se encuentra dentro del registro para así obsequiar un artículo que combina con lo que desean los nuevos esposos y que, indudablemente, les va a encantar”, señala la experta.

Por lo general, en vez de artículos que no están dentro de su lista de registro, los futuros esposos prefieren recibir a cambio dinero en efectivo, tarjetas de regalos de las tiendas en las que se inscribieron o cualquier ayuda económica para cubrir los gastos de la ceremonia o del viaje de la luna de miel.

3. No gastar una cantidad excesiva de dinero en la compra del regalo

Schweitzer dice que el deseo de regalarle a la pareja algo que solicita no significa que hay que romper el bolsillo o “vaciar la cuenta de ahorros” para comprárselo. Y para evitar esto, se debe tener en cuenta estos dos puntos:

  • Reconocer la estrecha o lejana relación que se tiene con los novios antes de establecer el monto de dinero a gastar. “Los regalos de boda pueden variar mucho dependiendo de la relación que se tenga con los futuros cónyuges”, asienta la experta. “Las investigaciones al respecto revelan que, en promedio, las personas destinan las siguientes cantidades de dinero en un regalo de boda, basándose en la relación que tienen con los novios: $ 127, los integrantes de la familia;  $ 115, jefes y supervisores laborales de cualquiera de los novios; $63, colegas y compañeros de trabajo y $99 los amigos cercanos”.
  •  Establecer la cantidad de dinero a gastar desde el momento que se recibe el primer anuncio de la futura boda y se confirma la asistencia tanto a la ceremonia como a la fiesta.

4. Un regalo colectivo

Quienes conforman el grupo familiar que organiza o contribuye económicamente a los gastos de la celebración, pueden considerar dale a la pareja un obsequio en grupo.

“Esto no solo alivia la carga financiera sino permite darle a la pareja un regalo costoso al unir los recursos”, resalta Schweitzer.

La etiqueta para la entrega del regalo

Patricia Sturla, especializada en etiqueta y planificación de bodas de destino, señala que aunque algunas culturas acostumbran a entregar los regalos durante la fiesta, “lo correcto es hacerlo por anticipación, como lo indica el protocolo tradicional”.

“Los regalos deben enviarse al hogar de los novios antes de la ceremonia, para evitarles la complicación de tener que movilizarlos al finalizar la fiesta”, resalta Sturla. “Por eso es que las tiendas donde las parejas se registran se están encargando de enviarlos  directamente a la dirección que la pareja haya indicado en su registro”.

Y ante la nueva tendencia de las bodas de destino, hoy se debe de seguir más que nunca esta regla de etiqueta para evitar que la pareja tenga que incurrir en el gasto innecesario al retornar con ellos a casa, algo que puede resultar más costoso que los mismos regalos ante las actuales regulaciones aéreas que limitan el derecho de equipaje gratis a un peso determinado.

Lo mismo se debe tener en cuenta cuando se regala una tarjeta regalo de una tienda o una de crédito prepagada o dinero en efectivo. En lugar de entregar este tipo de presentes en el día de la boda, en un sobre que se coloca dentro de las llamadas cajas de “Lluvias de sobres” que  pueden ser hurtadas, éste se debe dar anticipadamente, ya sea en persona o a través de un deposito directo a la cuenta bancaria que la pareja dispuso.

Otra cosa a tener en cuenta es que, por norma protocolar, los regalos no deben entregarse en la casa de los padres del novio o la novia, a excepción de que estos hayan decidido empezando su vida matrimonial en el hogar de algunos de sus progenitores mientras están listos para moverse a su propio nidito de amor.

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