Trump y su salida del Acuerdo de París
El Acuerdo de París (AP) no es perfecto y está muy lejos de serlo, pero es el acuerdo internacional más complejo de la historia de la humanidad. Los acuerdos precedentes son más simples pues son resultados de guerras con un claro ganador o son tratados comerciales voluntarios donde se buscan fines comunes.
El AP es diferente pues es tan magnánimo y urgente como el desafío que pretende corregir. El cambio climático es el problema más grande que hayan confrontado los seres humanos. Sus consecuencias son impredecibles con posibles repercusiones apocalípticas para la sociedad y la economía como la conocemos actualmente.
Ponernos de acuerdo en una solución era casi imposible. Si en el sistema político bipartita estadounidense resulta tan difícil ponernos de acuerdo para adelantar legislaciones, imaginen lo que será negociar algo por consenso con mas de 190 opiniones, idiosincrasias, economías, valores, lenguajes, y sistemas políticos. Aunque tomó mas de una década, el que el AP fuera firmado por mas de 190 países es lo más cercano que conozco a un milagro.
En este milagroso escenario aparece el presidente Donald Trump amenazando con salir del AP con su ignorante negación y desprecio al trabajo de miles de científicos que inequívocamente han estudiado el fenómeno del cambio climático por décadas. En los pasados días la mayoría de los lideres mundiales, la comunidad empresarial multinacional y la población en general, han advertido al Presidente que salir del AP será un grave error para la nación y para el mundo. Este día nefasto finalmente llegó.
Habiendo participado de estas negociaciones internacionales desde hace diez años, puedo asegurar que el que Estados Unidos salga del AP, aunque lo debilita, no lo va a destruir. Lo paradójico de este asunto es que aunque Trump ganó las elecciones con el lema de “Make America Great Again”, contradictoriamente a quien mas debilitará esta movida será a los EEUU. Desde mi perspectiva, esto afectará a la nación de tres maneras:
Diplomáticamente, pues Trump está destruyendo lazos con otros países que será muy difícil restituir y pedir ayuda en otros asuntos que sean de nuestra importancia. En otras palabras, EEUU esta cediendo el liderato que ha ejercido en el mundo por los últimos 100 años.
Ambientalmente, porque al Trump apostar nuevamente al carbón y al petróleo como fuentes principales de energía, no solo va a exacerbar el problema del cambio climático, sino que abonará a un deterioro del aire que respiramos, el agua que bebemos y la biodiversidad con la que coexistimos.
Por ultimo, económicamente será la consecuencia mas grave de esta movida. El mundo está en medio de una revolución energética y para cumplir con el AP, muchos países del mundo harán una transición a energías renovables, lo cual necesitará financiamiento. Hay pocos países que pueden financiar esta próxima ola de innovación energética. Al EEUU salir del AP, ha obsequiado en bandeja de oro a China la oportunidad de financiar esta revolución. China ha aceptado el reto junto con la Unión Europea.
El nuevo lema de Trump debería ser “Make China Great Again”.
-Ramón Cruz es miembro de la Junta de Directores del Sierra Club y experto en temas medioambientales