Guía para entender el proceso de investigaciones sobre Rusia

La presunta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016 es objeto de seis investigaciones

WASHINGTON.- La presunta injerencia de Rusia en las elecciones de 2016, para favorecer el triunfo del presidente Donald Trump, es objeto de cinco investigaciones paralelas por parte del Congreso y el Departamento de Justicia, en lo que supone uno de los mayores dramas políticos en la historia reciente de EEUU.

Las investigaciones tratan de establecer el papel del “hackeo” por parte de Rusia en los comicios, la posible colusión de la campaña de Trump con Moscú y, sobre todo, si Trump incurrió en obstrucción de justicia al intentar frenar las investigaciones.

El despido del ahora exdirector del FBI, James Comey, y su testimonio hoy ante el Comité del Senado, añaden elementos al complejo proceso legal y político, liderado por el fiscal especial, Robert Mueller.

El testimonio de Comey es importante sobre “Rusiagate”.

A continuación, una guía para entender de qué se tratan las investigaciones sobre el “Russiagate”, quienes son los “actores” principales, y cuáles son los posibles escenarios:

  • Buena parte de las investigaciones se centra en si hubo o no “obstrucción de justicia”, algo prohibido y sancionado por las leyes federales en EEUU.  Las leyes criminalizan cualquier acción que, a sabiendas, interfiera con investigaciones del gobierno, incluyendo la destrucción de evidencia, amenazas o eliminación de testigos, bloqueo de testimonios, y demás actos para influir en un procedimiento judicial.
  • Investigación a cargo de Mueller.– Como fiscal especial en el Departamento de Justicia,  Mueller tiene la tarea de investigar cualquier coordinación o vínculo entre el gobierno de Moscú e individuos asociados a la campaña de Trump, y cualquier otro asunto que surja en el proceso.
  • Investigación del Comité de Inteligencia del Senado.- El Comité precisó en enero que el enfoque de su investigación es evaluar los ciberataques de Rusia y cualquier otros actos dirigidos contra entidades en EEUU, no sólo en conexión con las elecciones y sus vínculos con campañas políticas.
  • Investigación del subcomité sobre asuntos de terrorismo del Comité Judicial del Senado.- También este comité examina todos los documentos y contactos relacionados con Rusia, y todas las presuntas actividades relacionadas con las “escuchas telefónicas” que, según Trump, ordenó la Administración Obama.
  • Investigación del Comité Selecto de Inteligencia de la Cámara de Representantes.- Averigua las operaciones de ciberataques de Rusia contra EEUU y sus aliados, los vínculos de Moscú con asesores y campañas de candidatos presidenciales, la respuesta de la Administración Obama a esos ataques, las filtraciones de datos secretos sobre la injerencia Rusia, y las medidas necesarias para proteger a EEUU en el futuro.
  • Investigación del Comité de Supervisión Gubernamental de la Cámara de Representantes.- Averigua si el ahora exasesor de Seguridad Nacional de Trump, Mike Flynn, divulgó los pagos que recibió de gobiernos extranjeros cuando solicitó sus credenciales para acceder a datos de alto nivel de seguridad en la Administración.  También quiere saber si Trump trató de obstruir la investigación en torno a Flynn, y si la Organización Trump está cumpliendo su promesa de donar al Departamento del Tesoro todas las ganancias de sus hoteles, provenientes de pagos de gobiernos extranjeros.

Resultados posibles

Dependiendo de los hallazgos, la investigación de Mueller serviría para presentar cargos criminales e iniciar un enjuiciamiento criminal o civil de personas implicadas en la obstrucción de justicia. También elaboraría un extenso informe para que el Departamento de Justicia determine los siguientes pasos.

Las investigaciones del Congreso –realizadas a puerta cerrada-, servirían para programar audiencias, elaborar informes públicos o clasificados,  y proponer posibles legislaciones para fortalecer la seguridad nacional y evitar más ciberataques contra EEUU en el futuro.

Juicio político: La obstrucción de justicia es un delito sujeto a juicio político, tal como ocurrió con los presidentes Bill Clinton, en 1998, y Andrew Johnson, en 1868.  En 1974, Richard Nixon dimitió antes de que el Congreso votase para aprobar un  juicio político en su contra.

Según la Constitución, un mandatario puede ser destituido del cargo si  incurrió en actos de traición, extorsión u  otros crímenes graves, como perjurio, abuso de autoridad, intimidación, soborno, malversación de fondos, o negligencia en el cargo.

De acuerdo con los estatutos y la Constitución de EEUU,  la Cámara de Representantes debe aprobar por mayoría los “artículos del juicio político”, tras lo cual el Senado inicia el juicio, presidido por el presidente del Tribunal Supremo.

Si al menos dos terceras partes del Senado lo declaran culpable, entonces el presidente es destituido del cargo, y es lo que muchos demócratas esperan sea el final de estas investigaciones.

Fuentes: Centro Brennan para la Justicia, Universidad de Cornell, Congreso

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