La lucha contra el VIH ya no es prioridad para la Casa Blanca

Donald Trump no ha mostrado ningún interés en diseñar nuevas políticas de apoyo a la comunidad LGBTQ

Muchos miembros de la comunidad LGBT se sienten amenazados por, entre otras cosas, el Trumpcare.

Muchos miembros de la comunidad LGBT se sienten amenazados por, entre otras cosas, el Trumpcare. Crédito: Sandy Huffaker/Getty Images

A lo largo del mes de junio, millones de personas han celebrado con orgullo su pertenencia a la comunidad LGBTQ en diferentes eventos celebrados por todo el país, pero la Casa Blanca de Donald Trump, a diferencia de la administración Obama, no ha mostrado ninguno tipo de interés hacia este fenómeno.

Pero la falta de empatía del republicano hacia las celebraciones del Orgullo Gay no constituye ninguna novedad; de hecho, Scott Schoettes, miembro del Consejo de Asesoramiento Presidencial sobre el VIH (PACHA por sus siglas en inglés) desde 2014, perdió toda esperanza en el presidente después de que rechazara reunirse con varias enfermos de sida durante la campaña electoral de 2016.

A partir de entonces, la situación sólo fue a peor: el día en que Barack Obama abandonó el Despacho Oval, la página web de la Oficina de Políticas Nacionales para el VIH de la Casa Blanca desapareció, y tan solo seis meses después la administración Trump interrumpió completamente el diálogo con las asociaciones que prestan su ayuda a los pacientes con sida de todo el país.

La comunidad LGBT fue muy apoyada por la administración Obama.

“Pese a que desde un principio dudé sobre la posibilidad de hablar con el gobierno acerca de estos asuntos, al final decidí darle una oportunidad a Trump, aunque hoy me doy cuenta de que fui muy ingenuo”, afirmó Schoettes, quien dejó de ser miembro de PACHA después de que el Congreso aprobara el Trumpcare el pasado 4 de mayo.

“El presidente no tiene ninguna estrategia para frenar la epidemia de sida que existe en Estados Unidos y todo apunta a que esta falta de organización continuará en el futuro. Además, la nueva ley tendrá consecuencias terribles sobre los afectados por el VIH, ya que anulará todos los avances que se han conseguido en este campo hasta ahora”, afirmó Schoettes en una columna publicada en Newsweek.

Los datos son contundentes: mientras que Obama designó a la junta directiva de PACHA después de solo 36 días en la Casa Blanca, Trump lleva ya cinco meses en el Despacho Oval y todavía no se ha referido a ningún asunto relacionado con el sida.

“Si el presidente no está dispuesto a proponer nuevas políticas que ayuden a los pacientes con VIH, lo mínimo que su administración debería hacer es continuar con las medidas ya existentes que buscan ayudar a las personas que sufren esta enfermedad”, explicó Schoettes a The Washington Post.

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