Equipo de Obama también será investigado por obstrucción de la justicia

La decisión del Senado podría incluso derivar en un caso criminal

Por ahora, el Comité Judicial del Senado se enfocaría en la exfiscal Loretta Lynch.

Por ahora, el Comité Judicial del Senado se enfocaría en la exfiscal Loretta Lynch. Crédito: Chip Somodevilla/Getty Images

Los testimonios de James Comey, uno de los personajes más importantes, hasta ahora, en las investigaciones del “Rusiagate”, están abriendo nuevas pesquisas que no tienen nada contentos a los demócratas.

Esto debido a las indagatorias que el Comité de Justicia del Senado abrirá en contra de la exfiscal general Loretta Lynch, publicó The New York Post.

De entrada, es importante recordar que Comey sirvió en la administración de Barack Obama y algunos meses con el presidente Donald Trump, quien lo despidió porque supuestamente se negó a dejar de indagar a Michael Flynn, exasesor de seguridad nacional.

Durante el gobierno de Obama, Comey lideró las investigaciones en contra de la excandidata Hillary Clinton, debido al uso de correos privados para información clasificada, indagatoria que cerró en julio de 2016 y reabrió días antes de la elección.

El objetivo de los senadores es determinar si el equipo de Obama interfirió políticamente en las investigaciones contra Clinton y, en caso de que así haya sido, podría derivar en una pesquisa criminal separada a través de un consejero especial.

Si esto ocurre, indica el diario, sería uno de los mayores triunfos de Trump y su equipo, para reducir la presión en su contra por el “Rusiagate”.

Pero, ¿qué fue lo hizo que el Senado quiera abrir una nueva indagatoria? Son dos aspectos: el primero, que Lynch le pidió a Comey referirse al caso como “una cuestión”, no una “investigación”, lo que, según el exdirector del Buró, le “causó mareo”, pero aceptó.

La segunda es que Lynch no se hizo a un lado del asunto, tal como lo hizo Jeff Sessions, luego de que Comey la confrontara porque tuvo una reunión secreta con el expresidente Bill Clinton, cinco días antes de que Hillary fuera entrevistada por el FBI.

Otro tema que se cuestiona es que Lynch también prometió a los Clinton mantener al FBI “bajo control” para que el caso “no fuera demasiado lejos”, según un mensaje a la presidenta del Comité Nacional Demócrata, Debbie Wasserman, que agentes del Buró interceptaron.

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