Fan rescata cuadro de Celia Cruz para donarlo a escuela de El Bronx

Michael Graziano movió cielo, mar y tierra para salvar una pintura de la "Reina de la Salsa" y donarlo a Escuela Secundaria de Música “Celia Cruz”

Michael Graziano transporta el cuadro a la Escuela Secundaria de Música “Celia Cruz”.

Michael Graziano transporta el cuadro a la Escuela Secundaria de Música “Celia Cruz”.  Crédito: Michael Graziano

Desde los nueve años Michael Graziano ha sido fanático de Celia Cruz. Incluso hoy recuerda con detalle el día cuando escuchó por primera vez una canción de la cubana, la famosa “Bemba Colora”, el ritmo que lo hipnotizó cuando la vio cantando en la televisión.

“Le pregunté a mi mamá quién es esa señora y ella me dijo que se llamaba Celia Cruz. Desde entonces su nombre se me grabó en la mente”, recordó Graziano sobre el momento en que nació su pasión por las melodías contagiosas de “La Guarachera de Cuba“.  Esa misma pasión lo llevó a hacer todo por rescatar un cuadro de la cantante y preservarlo en la escuela de El Bronx que lleva su nombre.

Gracias a un tío que conocía el ambiente musical, Graziano tuvo la oportunidad de conocerla cuando era sólo un niño. En uno de los shows que la cantante dio en el Madison Square Garden juntó sus ilusiones infantiles, le llevó un ramo de flores y consiguió saludarla para compartir con ella en el camerino.

Michael Graziano en una de las ocasiones en que compartió con la cantante.

Me dio un abrazo, un beso, le pasé sus flores y me trató como un nieto”, relató este fan. Desde entonces no perdió oportunidad para seguirla en sus conciertos y presentaciones en Nueva York.

Misión rescate

Hoy tiene 37 y a pesar del paso de los años, su respeto por la música de la “Reina de la Salsa” sigue intacto. Fue esa admiración la cual lo motivó a mover cielo, mar y tierra para salvar una pintura de la artista que permanecía en un restaurante de McDonalds en El Bronx.

Hace unos años la cadena de comida instaló cuadros de íconos de la música latina, como Juan Luis Guerra y la misma Celia Cruz, en algunos de sus locales como parte de la iniciativa dedicada a la comunidad hispana “Celebrando Nuestras Leyendas”.

Graziano descubrió que la pintura de la cubana estaba en uno de los restaurantes de El Bronx. Este año, cuando se enteró que el dueño del lugar vendería el recinto, se apuró en contactarlo para saber qué pasaría con el cuadro de su ídolo.

El propietario de la pieza le pidió $1,000 por la obra, pero Graziano le explicó que su intención era llevarla a la Escuela Secundaria de Música “Celia Cruz”, en El Bronx. Entonces, el dueño del cuadro accedió a donar la pieza.

El día en que Graziano (der) entregó el cuadro a la escuela en El Bronx.

Rápidamente en marzo se comunicó y coordinó con el director del plantel educacional, consiguió los medios para transportar el cuadro y en cuestión de días la imagen estaba instalada en uno de los pasillos principales de la escuela.

“La sonrisa del director llegaba de cachete a cachete cuando vio el cuadro”, contó Graziano. “Se quedó hipnotizado al ver qué linda y qué natural lucía Celia Cruz en la imagen”.

Graziano hizo prometer a los responsables de la escuela que si en algún día se deshacían del cuadro le avisarían inmediatamente, así él podría rescatarlo.

“Celia Cruz me hizo sentir de una manera en que me sentí tan cómodo al lado de ella que nunca me sentí pobre, triste o inferior”, comentó al recordar el momento en que la vio y compartió con ella. “Mi trabajo y responsabilidad es mantener su legado vivo, asegurar que la conozcan y que nunca muera su música, su espíritu y su persona”.

Así es como luce la pintura que Graziano luchó por salvar en la Escuela Secundaria de Música “Celia Cruz”.

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