COLUMNA COMBATE: La noche que Tony Weeks fue un desastre
Tony Weeks se encargó todo el trayecto de tolerar golpes bajos y aun cabezazos de Ward
No se lo propuso, pero Tony Weeks favoreció de manera tan descarada a Andre Ward en su pelea del pasado sábado, que a la par que él se hundió en el muladar de la sospechas, arrastró consigo el trabajo del Hijo de Dios (SOG) hasta quedar catalogado como un pobre triunfo, sin brillo y con la ayuda de un árbitro.
Así de rotundo.
Es asombroso que la mayoría de colegas tan pronto suena la última campanada y se conoce el resultado le bajan el telón al tema dejando pendientes duras reflexiones que pueden ayudar al boxeo.
Si los árbitros y los jueces inclinan el resultado de un combate eso hay que decirlo y hay que pedir (y conseguir) que los árbitros deshonestos se alejen del más noble de los deportes.
Seamos claros, a Sergey Kovalev lo robaron en la pelea del 19 de noviembre de 2016 cuando tres tarjetas calificaron el pleito 114-113. Todos vimos que el ruso ganó más asaltos y hasta tiró a la lona a Ward. Pero ganó Ward.
El sábado anterior en el Mandalay Bay volvimos a tener otro bochorno por cuenta de Tony Weeks, quien se encargó todo el trayecto de tolerar golpes bajos y aun cabezazos de Ward, quien nivelaba de esa manera una pelea que en la mayoría de las tarjetas estaba perdiendo.
El grito de las redes sociales fue casi unánime. Un atraco. En el trámite y luego en el desenlace. Es verdad que Kovalev lucía cansado, pero también Ward estaba sangrando desde temprano en la pelea. Es verdad que en el octavo asalto Ward conectó sólido a Kovalev, pero no lo tiró, ni lo llevó a cuenta de protección.
Y sí, también es verdad que en el octavo asalto cuando Weeks decide parar la pelea y decretar un KOT insólito, lo que se imponía era castigar a Ward con la rebaja de un punto y darle minutos a Kovalev para que se recuperara.
Eso debió hacer Tony Weeks, pero estaba tan obsesionado con favorecer a Andre Ward que pisoteó el reglamento y cuando Kovalev, se inclinó dolido por otro golpe bajo más que había recibido, el réferi terminó el combate.
Una noche oscura y vergonzosa para Tony Weeks.
Sin excusas. Siempre lo hemos conocido por bueno, pero ya en el historial de su carrera queda un titular del que no va a poder escapar: La noche en la que Tony Weeks fue un desastre.
Empezamos esta columna dándole a Tony Weeks el beneficio de la duda. Escribimos: no se lo propuso… Pero ahora que lo pienso más, a lo mejor sí se lo propuso y quiso de manera tendenciosa favorecer a Ward.
Dan a Ward, que a lo mejor ganaba sin su ayuda. Dan al boxeo que le ha dado lo que tiene y él mismo queda con la macula de un árbitro del montón al que ya no se le pueden confiar peleas importantes porque no tiene ningún escrúpulo en ponerse de un solo lado y desvirtuar el esfuerzo y la honradez de los guerreros.
Luego la seguimos.