Siguen vigentes los matrimonios por conveniencia
Coach de vida describe los diferentes tipos de nupcias que se efectúan por razones diferentes al amor
Los matrimonios por conveniencia están muy vigentes en la sociedad actual.
“Este tipo de nupcias se da en pleno siglo 21, ya sea por comodidad, necesidad, fácil opción para lograr el sustento económico o resolver un problema de estatus legal”, explica la psicoterapeuta Romi Torres-Ward, basada en Los Ángeles.
La especialista aclara que aunque son relaciones que no se basan en el amor, en algunos casos, el hombre o la mujer que decide tener este tipo de boda por cualquier razón, podría llegar a desarrollar un cariño o afecto especial por la persona elegida debido a que ésta representa la solución a la necesidad o problema.
En otras palabras, este tipo de matrimonio se realiza primordialmente para obtener un beneficio económico, social o migratorio, sin que exista entre los contrayentes un vínculo sentimental real o profundo.
Los más comunes
La coach de vida Elena Burnett, especializada en parejas, describe los matrimonios por conveniencia que en la actualidad se dan más comúnmente:
1. Porque la familia lo dispone
“Este tipo de matrimonio aparentemente establecido y organizado por la familia es muy común en países como la India”, dice Burnett. “Aquí se observa que todavía, en algunos países y culturas las hijas son vistas como una carga familiar al tener que desembolsar una cantidad de dinero para encontrarles un esposo, mientras que los hijos son vistos como una bendición, al poder tener una ayuda económica con la que cuentan en los años por venir”.
Normalmente, en estos matrimonios concertados o arreglados —que no tienen nada que ver con los forzados— “las familias de ambos contrayentes se ponen de acuerdo previamente y la de la novia termina pagando una cantidad de dinero ‘downy’ para conseguir el estatus de casada”.
De acuerdo con Burnett, estos matrimonios tienden a perdurar porque las personas que los integran suelen llevarse bien, debido a que antes de las nupcias tienen que encontrarse para asegurarse que son compatibles.
2. Por estatus social
En este caso, el elegir con quien casarse o no parece ser una cuestión más familiar que personal, ya que las familias de ciertos estatus sociales suelen influenciar sobre las decisiones de los hijos al momento de escoger pareja.
“Cuando el matrimonio es simplemente establecido entre familiares por mutuo acuerdo [sin tener en cuenta el sentir de los hijos], los contrayentes acaban por divorciarse“, resalta la entrevistada.
3. Por embarazo
¿Cuántas parejas acaban casándose porque la novia está esperando un bebé?
“Son muchas las mujeres que después de dos o tres meses de idilio con la pareja de turno, optan por arriesgarse a casarse porque su situación [de embarazo] así lo requiere”, señala Burnett. “En estos casos, un tanto arriesgados, son muchas las parejas que triunfan a pesar de los pesares, porque ambos se compenetraban desde el principio”.
4. Basado en la codependencia
“Estos casos siempre se dan en personas con una autoestima un tanto baja. En ellos siempre hay una persona que hace de víctima y otra de salvador”, especifica la coach de vida. “Y la relación puede durar mientras que los roles no cambien, pero en el momento en el que uno de los dos toma la iniciativa de hacer un cambio, cabe la posibilidad de que la relación se deteriore”.
Dentro de este tipo de matrimonio se puede dar el caso de codependencia por abuso físico, verbal o psicológico, e incluso por la adicción a las bebidas alcohólicas o drogas ilícitas.
“La codependencia solo trae problemas a la larga, ya que la persona es incapaz de alejarse por sí misma de una relación enfermiza”, sostiene Burnett. “Su mundo depende y es alimentado a través de su relación totalmente insana”.
5. Por documentos
Los matrimonios por la conveniencia de obtención de los documentos migratorios para residir legalmente en un determinado país están a la orden del día y “suelen ser un tanto conflictivos” desde el punto de vista sentimental, ya que “cabe la posibilidad de que lo que se hizo por mutuo acuerdo acabe por crear la expectativa de que se haya desarrollado el amor [durante el tiempo de espera para recibir los documentos] entre los integrantes de la pareja”.
“Con los asuntos del corazón no se juega”, acentúa Burnett. “No se puede comprar el amor ni por papeles ni por ayuda económica. Estas relaciones de conveniencia hay que verlas por lo que son y no mezclar negocios o meter el sexo de por medio con la esperanza de encontrar el amor eterno y duradero”.
6. Por beneficio económico
En las últimas décadas se ha incrementado el número de mujeres jóvenes que se casan por conveniencia con hombres mayores, particularmente jubilados, que pueden ser sus padres o abuelos (es decir, con una diferencia de edad de 25, 30 y hasta de más de 40 años).
Quienes optan por este tipo de matrimonio por conveniencia generalmente son mujeres que esperan que las mantengan y arreglen su situación económica.