Siria y la intromisión rusa en las elecciones: lo que dejó el cara a cara entre Putin y Trump

El presidente ruso negó cualquier injerencia en las pasadas elecciones de EEUU y pidió pruebas

El Presidente Donald Trump y su homólogo ruso Vladimir Putin se reunieron hoy en el marco de la cumbre G-20. Los mandatarios discutieron sobre la interferencia rusa en las elecciones de Estados Unidos así como la estrategia para reducir de la violencia en Siria.

El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, aseguró ante los medios una vez terminada la reunión que Donald Trump presionó al mandatario ruso, Vládimir Putin, sobre la injerencia rusa en las elecciones, algo que este último negó.

Según su versión, Trump expresó las “preocupaciones del pueblo estadounidense” sobre la posibilidad de que Moscú intentara afectar el resultado de las elecciones del año pasado con filtraciones, algo que los servicios de inteligencia de Estados Unidos consideran probado.

Putin negó que la injerencia fuera orquestada por el gobierno ruso y pidió “pruebas” de que Rusia tuvo un papel a la hora de afectar el resultado de las elecciones en contra de la candidata demócrata, Hillary Clinton.

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Tras la reunión se divulgaron versiones contradictorias de la discusión entre Trump y Putin sobre la llamada trama rusa o “rusiagate” con el ministro de Exteriores ruso, Sérguei Lavrov, asegurando que Trump quitó hierro al asunto y dio por hecho que no hay pruebas sobre la injerencia rusa.

Por otro lado, la cadena CNN, en base a fuentes estadounidenses, aseguró que Trump no aceptó la negativa de Putin.

Con la aparente intención de pasar página a un escándalo que está siendo investigado por el Congreso y un fiscal independiente en Estados Unidos, ambos mandatarios acordaron trabajar en un acuerdo de “no interferencia” en el proceso político de Rusia y Estados Unidos.

Acuerdo sobre la situación en Siria

El jefe de la diplomacia estadounidense también confirmó el acuerdo para un alto el fuego en el suroeste de Siria, rubricado entre Rusia, Jordania y Estados Unidos, algo que podría entrar en vigor el próximo 9 de julio.

El funcionario estadounidense aseguró que la posición de Estados Unidos sigue siendo que el líder sirio, Bachar al Asad, no puede seguir en el poder si se quiere poner fin a la guerra civil y que no hay un rol para la familia del gobernante alauí en el poder en el “largo plazo”.

Por su parte el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov afirmó que los dos líderes se han comprometido a asegurar que “todas las partes” implicadas en el conflicto respetan el alto el fuego.

Expertos de Rusia, EEUU y Jordania han concluido su trabajo en Amman y “han consensuado un memorándum sobre la creación de una zona de distensión en el suroeste de Siria, en las zonas de Daraa, Al Quneitra y As-Suwayda”, explicó Lavrov.

“En esa zona regirá el alto el fuego a partir de las 12.00 hora local de Damasco del 9 de junio”, agregó el jefe de la diplomacia rusa.

Trump y Putin han sellado un memorando de entendimiento, en el que también está involucrada Jordania, con interés en respetar la “soberanía” de Siria y de hacer avanzar el proceso hacia un “acuerdo político”, agregó Lavrov.

A juicio de Lavrov, Putin y Trump “se mueven en primer lugar por los intereses nacionales de sus países”, aunque entienden, no obstante “el interés de buscar acuerdos en lugar de confrontación, sin intentar crear problemas donde no los hay”.

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