Venezolanos en NY participan en gran número en el plebiscito

En algunos de los centros de votación habilitados en la Gran Manzana se formaron largas filas desde temprano este domingo

Con la bandera tricolor en mano y cargando a su hijo de apenas 2 años, Karlyn Pulido llegó temprano este domingo al restaurante Arepas Café en Astoria, Queens, para participar en el plebiscito organizado por la oposición venezolana para rechazar la Asamblea Constituyente, que convocó el presidente Nicolás Maduro con el fin de cambiar la Constitución.

“Estoy aquí votando para que la situación de mi país cambie, y poder volver sin miedo y así mi hijo conozca a su familia”, dijo Pulido, quien reside en la ciudad de Nueva York hace más de dos años, luego de verse obligada a salir de Venezuela debido a la grave crisis que vive ese país.

La consulta popular, que además de Venezuela se realizaba este domingo en 536 ciudades de 82 países, estaba registrando una gran participación de residentes venezolanos en el área triestatal de Nueva York. Desde temprano se observaron largas filas en centros de votación como el restaurante El Cocotero en Chelsea, en Manhattan, así como el de Astoria y el ubicado en el Salón Oscar DaSilva en Jackson Heights.

Largas filas de votantes en Astoria.

“Aunque tenemos esperanzas, muchos estamos aquí con una gran tristeza porque nuestras familias se han visto obligadas a separarse por la situación allá. Muchos nos hemos tenido que ir y queremos que las cosas cambien para poder regresar”, dijo la madre de 30 años.

Una familia que sí está unida, pero obligada a vivir lejos de su tierra, es la encabezada por Víctor Saavedra, de 65 años, quien acudió al centro de votación en Astoria junto a su esposa, dos hijas y nietos. Todos se vistieron igual, para demostrar lo unidos que están en esta lucha. “Vinimos en familia porque todos juntos queremos hacer un cambio y lograr que la gente pueda volver a vivir en libertad”.

La familia Saavedra se vistió igual para mostrar su unidad por Venezuela.

A Saavedra, quien lleva dos décadas fuera de su país, una de las cosas que más le preocupa es el que la gente ya no pueda ni comprar medicinas. “¿Qué Venezuela es esta?”, se preguntó el padre, añadiendo que “lo de las medicinas es una de las cosas que más me preocupa”.

En otro de los centros de participación de Queens, el Salón Oscar DaSilva -ubicado en la avenida 37 de Jackson Heights-, las colas eran largas desde muy temprano.

Kevin Ceballos, de 27 años y con menos de uno residiendo en la Gran Manzana, salió de su casa muy temprano antes de ir a trabajar, para asegurarse de poner “su grano de arena”.

“Tenemos que demostrar el compromiso que tenemos con el país, ya que aún estando lejos seguimos aportando a que Venezuela sea mejor”, dijo el contador graduado quién ahora se gana la vida en un restaurante.

El plebiscito fue convocado por la Asamblea Nacional de ese país el pasado 5 de julio, día en que se conmemora la Independencia de Venezuela, y además de consultar sobre la Constituyente, preguntó si se demanda a las Fuerza Armadas respetar la Constitución y si se aprueba la renovación de los poderes públicos incluyendo la presidencia de Maduro.

Un proceso con observadores

Alrededor de las 11:30 a.m., el centro de votación de East Harlem, en la calle 109 y la avenida Madison, estaba tranquilo, con personas que entraban y salían rápidamente, ya que el proceso no tomaba más que unos minutos.

“Han participado aproximadamente unas 200 personas, de una forma muy fluida” señaló la dramaturga Aminta de Lara, coordinadora de Punto Soberano de East Harlem, quién vive en la ciudad desde los 80.”El compromiso es quedarse hasta que todos voten, hasta las 5:30″.

La abogada Maria Alejandra Díaz, monitora legal de East Harlem, comentó que su labor es supervisar para que el proceso se ejecute con apego a las normas que se establecieron para instrumentalizar la transparencia y legalidad en el ejercicio del derecho soberano que reside en el pueblo.

Venezolanas muestran la tinta en sus dedos, señal de que ya votaron.

Han llegado venezolanos altamente motivados sin el documento de identificación oficial, cédula o pasaporte, con otros documentos que los certifican como venezolanos, pero para mantener el proceso con apego a las normas, se les explicó porque no podían colaborar. Que colaborarán mejor manteniendo el proceso transparente”.

Abuela ejerce su derecho

En el centro de votación del Upper West Side en Manhattan, ubicado en la Iglesia Church of the Blessed Sacrament en la 147 West de la calle 70, a las 12:30 del mediodía ya había votado más de 300 personas, según dijo Eduardo Lugo, uno de los coordinadores de la actividad y co-fundador de la organización SOS Venezuela de Nueva York.

Según indicó Lugo, el proceso se realizó con calma y rapidez. A las 12:30 pm pudimos contar a más de 120 personas realizando la fila en las afueras de la iglesia, quienes bajo pleno sol y temperaturas que superaban los 80 grados estaban esperando pacientemente por su oportunidad para ejercer su derecho al voto. El entusiasmo era evidente entre los asistentes.

Entre ellos se encontraba doña María del Rosario Rivera, de 79 años, quien estaba visitando Nueva York desde la ciudad de San Cristóbal.

María del Rosario Rivera, de 79 años, votando en Manhattan.

“Vine a votar porque el país está muy mal y queremos salir de esta situación. Tengo mucha esperanza de que las cosas cambien y por ese motivo me animé a votar”, expresó Rivera, quien tiene una hija y cuatro nietos viviendo en Venezuela.

“Les pido a todos los venezolanos que salgan a votar y aprovechen esta oportunidad para expresar que estamos cansados de esta situación porque estamos muy mal allá”, agregó.

Además de la Gran Manzana, el plebiscito se realizaba en dos puntos en Nueva Jersey y uno en Connecticut. Los organizadores esperan que al final de la jornada hayan participado unos 10,000, de los más de 15,000 venezolanos que se estiman estaban aptos para votar en el área triestatal.

Se desborda el Cocotero

A eso de las 2 p.m. más de 1,500 venezolanos ya habían votado en el restaurante El Cocotero ubicado en Chelsea, en Manhattan, y las colas, que salían de dos mesas de votación ubicadas a ambos lados de la entrada del lugar, llegaban a las dos esquinas de la cuadra que comprende la calle 18 entre las avenidas 7ma y 8va. El tiempo promedio de espera para votar, a esa hora del día, era de unas dos horas.

Vale la pena. Esto es para demostrar apoyo a la causa. Queremos un cambio”, dijo Tatiana Martín, mientras saludaba a otros, y se secaba el sudor causado por el ardiente sol en este domingo de verano donde el termómetro marcaba 87 grados..

Lissette Almao, de 47 años y residente de Queens, llegó con su madre, Ana Almao de 71 años, a las 11 a.m. y votaron casi a la 1 p.m.

Mi familia está allá [en Venezuela] y la situación es muy difícil. Esta dictadura no deja avanzar a nadie, pero tengo mucha fe de que saldremos de esto. Hoy es el principio del final de esta pesadilla”, dijo la Sra. Ana, quien hace cuatro meses dejó Maracaibo, la ciudad donde vivió por más de 40 años, para mudarse con su hija en Queens, a causa de la crisis económica.

Lisette Almao, con su madre, Ana Almao, fueron a votar en El Cocotero.

Uno de los organizadores, Abraham Ortiz, un asilado político de 34 años quien reside en Brooklyn desde hace dos años y medio, dijo que la jornada comenzó puntual a las 8:30 a.m., y se había desarrollado con mucho entusiasmo y sin incidentes.

“Esto ha sido gente y gente desde que abrimos esta mañana. La energía es impresionante. Yo le pido a todos que salgan a expresarse. Estaremos aquí hasta que la última persona de la fila vote”, dijo Ortiz.

El dueño de El Cocotero, Lucho Moronta, indicó que la razón por la cual muchos decidieron acudir a votar en ese restaurante, es porque el lugar es ya una institución para los venezolanos en Nueva York. “Con todas las actividades que hacemos aquí con la comunidad y a favor de nuestro país, la gente ya ve al Cocotero como el lugar de encuentro”, dijo Lucho, agregando que aunque se esperaba que llegaría mucha gente a votar, “no me imaginaba que esto se desbordaría así”.

Grecia Palomarres, una de las voluntarias que ayudaba a organizar la larga fila.

Grecia Palomarres, una de las voluntarias que ayudaba a organizar la larga fila de gente que llegaba a ese centro votación, indicó que estaban tratando de convencer a algunos a que fueran a otros puntos de la ciudad con menos multitud, pero reconoció que la gente se siente identificada con ese lugar. “No les importa esperar, y aquí quieren votar”, dijo la coordinadora, agregando que por ellos de seguro “superaremos los 3,000 votantes solamente aquí en El Cocotero”.

Las filas para votar en El Cocotero llegaban de esquina a esquina en la calle 18.

En el Estado Jardín

Con una excelente energía de familiaridad y patriotismo asistieron los venezolanos a uno de los tres puntos soberanos ubicados en el estado de Nueva Jersey, específicamente en el Hudson County, en la esquina de la floristería “Les Orchides” ubicada en West New York, NJ.

 Carlos Barrios, coordinador general del punto soberano ademas de ser el dueño de la floristería, residente en los Estados Unidos por mas de 20 años,  se mostró muy  emocionado con la acogida de todos sus compatriotas venezolanos para el plebiscito convocado para este domingo.

Personas de todas las edades, con la característica alegría y espíritu de fiesta venezolana, música llanera y gaitas hicieron largas colas para votar, en un día soleado y lleno de esperanza  por un nuevo porvenir para Venezuela.

“Esta es una cola que si se disfruta, si vale la pena hacerlo por un gran futuro para el país, por Venezuela y espero que todos los venezolanos estén con la misma manera de pensar hoy en día porque es lo que necesitamos”, dijo Iván Casola.  “A ver si salimos de esa gentecita que lo que ha hecho es destruir el país”.

-Maibe Ponet colaboró con esta historia

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