Así es Natalia, la mexicana que irá a la NASA
Conoce a Brenda Natalia Pérez Pérez, la joven chihuahuense que se incorpora al Ames Research Center
MÉXICO – Brenda Natalia Pérez Pérez tiene apenas 23 años. Dos carreras universitarias, una ingeniería mecánica y una ingeniería aeroespacial y, en las últimas horas, el director de la Agencia Aeroespacial Mexicana, Javier Mendieta anunció con bombo y platillo la incorporación de la muchacha al “prestigiado Ames Research Center” de la NASA.
“Natalia tuvo grandes sueños desde niña. Y sabía que para cumplirlos tenía que prepararse bien y sobre salir en lo que le apasionaba por lo que sus estudios son un ejemplo de eso”, así lo dijo en un comunicado como un incentivo para estudiantes mexicanos que quieran sumarse a las filas de las ciencias.
En los últimos años cada vez más jóvenes de este país se interesan en la ciencia. De acuerdo con un estudio de la OCDE sobre el tema entre el 2006 y 2015 subió en 9% la proporción de estudiantes en México con expectativa de trabajar en una ocupación relacionada con las Ciencias al llegar a la edad de 30 años.
“Es un gran momento para transformar la manera en que se enseñan las ciencias en este país y dar el brinco hacia generaciones de gran competencia”, observó Rogelio Valdez, presidente de la Olimpiada Nacional de Matemáticas. “Ya no se acomplejan ni se sienten mal porque les dicen ‘nerds’, al contrario, hay mucho orgullo en ello”.
Natalia Pérez está lejos de los clichés de “mujer estudiosa” que se la pasa en la biblioteca, no se divierte ni tiene novio y aunque dedica muchas horas de estudio para tener los estándares que requiere la ingeniería lo cierto es que tiene un galán que presume en su red social Facebook y con el que da divertido paseos por los aires y por diversos sitios.
También se le puede ver en fiestas vestida de gitana con un coqueto atuendo en donde muestra el ombligo mientras estudia inglés y francés o critica al gobierno mexicano por su baja inversión en ciencia o prepara un proyecto que cautiva a inversores como Nissan, quien recientemente le otorgó un cheque de 50,000 para uno de sus proyectos.
“Si mi mente puede concebirlo y mi corazón lo cree, entonces puedo lograrlo”, es uno de sus lemas.
Natalia vive actualmente en la ciudad de Chihuahua, donde piensa regresar al concluir su estancia de investigación en la NASA para continuar con una maestría aún por definir en tiempo y lugar.
“Me emociona la idea de saber que voy a estar haciendo lo que me apasiona en un lugar que está a la vanguardia de la tecnología con gente muy apasionada y talentosa. Es un sueño para mí el saber que estaré trabajando en un centro donde desde años atrás han integrado habilidades y conocimientos de miles de personas para hacer posible lo que considerábamos imposible”, dijo.