La última movida de Trump que lo enfrenta a líderes de su propio partido
Republicanos le caen arriba al presidente por culpar a los dos bandos en Charlottesville, Virginia
WASHINGTON – Importantes dirigentes del Partido Republicano criticaron este martes al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por culpar a “los dos bandos” de la violencia del fin de semana en Charlottesville (Virginia), donde un neonazi asesinó a una mujer cuando protestaba por la marcha racista.
El presidente del Congreso y tercera autoridad del país, Paul Ryan, criticó la “ambigüedad moral” en este conflicto.
“Debemos ser claros. El supremacismo blanco es repulsivo. Este fanatismo es contrario a todo lo que este país representa. No puede haber ambigüedad moral”, dijo Ryan en su cuenta de Twitter.
We must be clear. White supremacy is repulsive. This bigotry is counter to all this country stands for. There can be no moral ambiguity.
— Paul Ryan (@SpeakerRyan) August 15, 2017
Por su lado, el veterano senador John McCain rechazó poner en el mismo saco a neonazis y antifascistas, tal y como ha hecho Trump.
“No hay equivalencia moral entre racistas y estadounidenses en pie para desafiar el odio y la intolerancia. El presidente de Estados Unidos debería decirlo”, dijo McCain también en Twitter.
El gobernador de Ohio y exrival de Trump en las primarias, John Kasich, dijo como McCain que no hay equivalencia posible entre los dos grupos: “No hay equivalente moral a los simpatizantes nazis. No puede haber lugar en EEUU, ni en el Partido Republicano, para el racismo, antisemitismo, odio o nacionalismo blanco. Punto”.
Trump culpó este martes a “los dos bandos” de la violencia desatada este sábado en Charlottesville y puso especial énfasis en la responsabilidad de la izquierda por haber atacado, dijo, a los neonazis.
“¿Qué pasa con la alt-left (izquierda alternativa) que atacó a lo que usted llama alt-right (derecha alternativa, racista)? ¿Tienen alguna culpa?”, dijo el presidente durante una rueda de prensa en Nueva York.
Las palabras de Trump fueron bien recibidas por la ultraderecha estadounidense y el histórico dirigente del Ku Klux Klan David Duke alabó al presidente por “decir la verdad” sobre lo sucedido en Charlottesville y condenar a los “terroristas de izquierda”.
El sábado en Charlottesville un neonazi mató a una mujer que participaba en una manifestación antirracista en rechazo al racismo de blanco.