María y Dennis: un amor inquebrantable a 16 años del 9/11
María Barreto se convirtió en abuela y propietaria de una empresa de marketing, pero admite que su vida sigue girando en torno a su novio Dennis Mojica, un veterano por 28 años del FDNY.
NUEVA YORK – A María Barreto le bastaron unos minutos para descubrir que el teniente Dennis Mojica sería el amor de su vida. Lo recuerda como un hombre gallardo y apuesto con una mirada diáfana y una pasión profunda por servir.
“Mi primer amor es salvar vidas”, admitió Dennis, un veterano por 28 años del FDNY, antes de confesarle a María que estaba enamorado de ella. A 16 años de su muerte, en los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, “cada palabra sigue resonando en el aire como si fuera ayer, como si nunca se hubiera ido”, dice María.
“Nadie ocupará su lugar en mi corazón. Nadie hará que lo deje de amar”, expresó la mujer tras un prolongado silencio enmarcado por el dolor. “Mi vida siguió, sí, pero sin él. Todos los días pienso en él, no sé ni cómo he podido sobrevivir sin ese hombre que amé tanto y que me amó tanto”.
Tuvieron que pasar ocho años para que María recobrara la esperanza, con el nacimiento de su primera nieta, precisamente el día del cumpleaños de Dennis, el 30 de enero. Además, uno de sus hijos se casa el próximo mes de octubre.
Se le iluminan las pupilas cuando narra los eventos felices que han ocurrido en su vida, aunque inmediatamente le brotan las lágrimas cuando recuerda que Dennis no está ahí para celebrar los nacimientos de sus tres nietos, ni su éxito como propietaria de la empresa de marketing MB Consulting, que estableció en años recientes.
“Mis hijos dicen que merezco un compañero, que no debería estar sola, pero no estoy sola. Él vive en mi corazón”, dijo Barreto, quien fue novia del teniente por ocho años, antes de comprometerse, en 2001.
María era una empleada civil del FDNY cuando conoció a Dennis, un teniente del Rescue 1 desde 1990. Todo comenzó con el matasellos de una carta que ella misma decidió entregar, en lugar de enviar a su asistente.
“Le pedí que se retirara cuando me propuso matrimonio. Él se negó sin dudarlo. Me pongo a pensar a través de los años que él hubiera respondido a la emergencia del 9/11 aunque se hubiera retirado, amaba ser bombero. Siempre decía que en la vida hay que amar lo que uno hace”, expresó.
La vida de María sigue girando en torno a Dennis y su legado
Los primeros años sin Dennis fueron como ser “enterrada viva”, recuera María, una puertorriqueña nacida y criada en Nueva York. Para honrrar su legado plantó un jardín colmado de flores y arbustos, precisamente en el patio de la casa que compartió con él, en Brooklyn.
No se mudó. Ella se considera la viuda de Mojica, aunque nunca tuvo esa boda de ensueño pautada para el 10 de noviembre de 2001. Aun así, está feliz de que su hijo si vivirá la preciosa fiesta de boda que a ella le arrebató la tragedia.
La alegría de las flores no es suficiente para avivar el recuerdo del gallardo bombero entre sus amigos y seres amados. Barreto creó la Beca Dennis Mojica, que anualmente entrega a un estudiante prominente de la escuela superior Aviation High School, en Long Island City, Queens. El teniente fue alumno de la institución.
“A veces soy feliz”, dice al mirar la foto desgastada de Dennis, que siempre lleva en su cartera. Ella misma la tomó en una ceremonia de premiación en la Alcaldía. “Éramos felices él y yo, pero claro, el destino lo cambió todo”.
María se reencontró a sí misma en la cultura y el arte tras la muerte de Dennis. Se dedica a impulsar la carrera de artistas y músicos emergentes, sigue bailando, como lo hacía con el amor de su vida, se siente plena como propietaria de su negocio, pero, de alguna manera, está incompleta.
“Los ataques terroristas apagaron la vida de Dennis, pero no el amor que nos teníamos”, concluyó.