Arpaio apela decisión de jueza que se niega a “limpiar” su expediente criminal
El sheriff anti-inmigrante más recio de EEUU no se da por vencido tras alcanzar el perdón del presidente Trump
WASHINGTON – No contento sólo con el indulto que recibió del presidente Donald Trump, el exalguacil del Condado de Maricopa, Joe Arpaio ha apelado el fallo de una juez federal que anoche se negó a limpiar su expediente criminal por desacato de las cortes.
Arpaio, de 85 años, fue declarado culpable de desacato criminal el pasado 31 de julio tras un juicio de cinco días, y debía recibir una sentencia de hasta seis meses en prisión el pasado 5 de octubre.
Pero Trump, que contó con el espaldarazo de Arpaio durante la contienda electoral de 2016, salió a su rescate y le otorgó un perdón presidencial a finales de agosto pasado. En esa ocasión, Trump defendió el indulto para Arpaio, a quien calificó como un “patriota” que ha hecho “un gran labor para el pueblo de Arizona”, aún cuando el perdón fue rechazado por varios influyentes líderes de su partido.
La misma jueza federal que presidió el juicio contra Arpaio en Phoenix, Susan Bolton, emitió una orden ayer en la que se negó a borrar el fallo de culpabilidad, argumentando que, si bien Trump estaba en su derecho de emitir el indulto, esa prerrogativa no se extiende a limpiar el expediente criminal.
El indulto eliminó la posibilidad de un castigo para Arpaio pero “no borra la culpabilidad” ni “´corrige los hechos históricos´ de un caso”, explicó Bolton, quien consideró que el aceptar un perdón es una admisión implícita de culpabilidad.
De inmediato, los abogados de Arpaio presentaron anoche una apelación ante el Noveno Circuito de Apelaciones en San Francisco (California), lo que promete mantener con vida la controversia.
Uno de los abogados, Jack Wilenchik, dijo a los periodistas que debido al indulto presidencial, Arpaio no podrá apelar el veredicto de culpabilidad, lo que podría dejarlo expuesto a más demandas judiciales.
Arpaio saltó a la palestra nacional por ufanarse de ser el “alguacil más duro” de EEUU contra los inmigrantes indocumentados, pero sus tácticas de abuso y humillación de los detenidos en sus cárceles improvisadas en tiendas de campaña generaron la repulsa de una vasta coalición de grupos defensores de los inmigrantes en todo el país.
Elegido como alguacil por primera vez en 1991, Arpaio fue blanco de investigaciones del Departamento de Justicia y una demanda colectiva por parte de la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU) por sus tácticas de persecución y “perfil racial” contra los inmigrantes, a quienes detenía por la sola sospecha de que eran indocumentados.
BREAKING: The court denied #Arpaio’s motion to erase the court’s findings of his criminal conduct. https://t.co/0yNGnDVo8u pic.twitter.com/jsoSKatr8W
— ACLU of Arizona (@ACLUaz) October 20, 2017
Fue declarado culpable de desacato criminal porque desobedeció las órdenes de un tribunal federal de cesar los arrestos de indocumentados.
Una abogada de ACLU en Arizona, Cecilia Wang, que representó a los demandantes, elogió hoy la decisión de Bolton, y afirmó que “el mundo sabe lo que hizo Joe Arpaio, y ese expediente se mantendrá en pie”.
"The world knows what Joe Arpaio did and that record will now stand." https://t.co/MvkB64SJMT
— ACLU of Arizona (@ACLUaz) October 20, 2017
Wang dijo confiar en que también el Noveno Circuito apoyará la decisión de Bolton para no borrar el expediente criminal de Arpaio.
Grupos como Puente Arizona y Promise Arizona, que durante año documentaron los casos de abusos de Arpaio, consideraron que el fallo de Bolton es una especie de “justicia poética” que, aunque no altera el indulto presidencial, sí restablece cierto respeto y dignidad para la comunidad latina.
El indulto causó mayor controversia porque Trump no realizó el debido proceso a través de la Oficina de Perdones del Departamento de Justicia, ni esperó a que el proceso judicial concluyera.
Bolton aceptó el indulto y desechó el caso contra Arpaio, pero aún no ha emitido una orden sobre la petición de grupos cívicos que buscan impugnar el perdón en los tribunales.