Pondrán a prueba el primer satélite hecho en Centroamérica
Varias instituciones de Costa Rica unieron fuerzas para lanzar este proyecto dirigido a la conservación del medio ambiente
El primer satélite centroamericano, hecho en Costa Rica, está listo y será enviado al Instituto Tecnológico de Kyushu, Japón, con el fin de que se le realicen pruebas de vuelo, informaron sus desarrolladores.
Se trata del “Proyecto Irazú”, un nanosatélite, de alrededor de un kilo de peso, cuyo objetivo será monitorear el cambio climático mediante la transmisión de datos de crecimiento forestal, variables ambientales y carbono en los bosques tropicales de Costa Rica.
La iniciativa es de la Asociación Centroamericana de Aeronáutica y del Espacio (ACAE), con la colaboración de donantes, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y empresas privadas.
“El Proyecto Irazú marca el inicio de la presencia de Costa Rica en el espacio, lo que es ya un hito. Sin embargo, más que crear un satélite y de ser un triunfo tecnológico, es la materialización de una visión de desarrollo donde el camino a seguir lo marcan la ciencia y la tecnología”, dijo en una conferencia de prensa el gerente de proyectos de ACAE, Luis Diego Monge.
El ensamblaje del satélite contó con el apoyo del TEC y de la empresa Moog Medical, la cual facilitó un cuarto especial dedicado al desarrollo de dispositivos médicos y que también hará la exportación del satélite a Japón. En el Instituto Tecnológico de Kyushu el dispositivo será sometido a pruebas de vuelo durante los próximos meses, para luego ser lanzado al espacio en un lugar y fecha aún por determinar.
Además del satélite, el Proyecto Irazú contará con una estación remota ubicada en Los Chiles, provincia de Alajuela, en el norte de Costa Rica, que es el bosque donde se recogerán los datos de crecimiento forestal y captura de carbono. Otro componente será una estación en tierra ubicada en la sede del estatal Instituto Tecnológico de Costa Rica y que es el centro de operaciones donde se recibirá la información para ser analizada y procesada por los científicos e investigadores.
Según los expertos, estos satélites son la nueva ola en el desarrollo de la ciencia. Además, son dispositivos de bajo costo, lo que permite que países en vías de desarrollo tengan sus propios satélites.
El proyecto reúne a sectores del ámbito público, privado y académico, como el TEC, el Ministerio de Ciencia y Tecnología, la universidad holandesa TU Delf y el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal, entre otros. La ACAE efectuó el año pasado una campaña abierta al público y empresas en la que logró recaudar $75,000 dólares para la compra de las piezas y el ensamble del dispositivo.
Otro de los objetivos del proyecto es formar y desarrollar las capacidades de los profesionales y estudiantes costarricenses para llevar a cabo misiones espaciales.
El satélite fue diseñado bajo el estándar CubeSat, de satélites pequeños, y fue declarado de interés público por el Gobierno de Costa Rica en 2014.