Nueva York da pasos para iniciar el baile en bares

El Concejo deroga la Ley de Cabarets, que prohibía danzar en locales sin permiso, y la decisión divide opiniones

Salvador Sarmiento. Abolicion de la ley Cabaret, que permite bailar en los sitios sin licencia.

Salvador Sarmiento. Abolicion de la ley Cabaret, que permite bailar en los sitios sin licencia. Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

La música y el ambiente acogedor del famoso bar Scorpion, uno de los sitios emblemáticos de la Avenida Roosevelt, en Jackson Heights, Queens, está repleto a diario de clientes, que después de una larga jornada de trabajo pasan allí a “echarse un traguito” o “una chela bien fría”. Y aunque la bachata, la salsa, las canciones mexicanas y hasta el reaggetón que suenan a todo volumen, invitan a bailar a más de uno, es ilegal “mover el esqueleto” en la mayoría de lugares de Nueva York, pues solamente 97 locales de más de 25,000 tienen la bendita licencia para poder hacerlo.

La llamada Ley de Cabarets, vigente desde 1926, prohibe bailar en lugares donde se vende alcohol que no cuenten con el mencionado permiso, pero en unas semanas la normativa quedará en el pasado, luego de que el Concejo Municipal aprobara ayer su abolición.

A residentes del famoso sector de Queens, repleto de bares que no cumplían la prohibición, como Gustavo Torres, le agrada la idea, especialmente en beneficio de los jóvenes.

“Está bien que se pueda bailar donde quieran porque así los chamacos se van a divertir mejor y no van a sentir que están haciendo nada ilegal”, comentó el mexicano, a quien no le importa que la Roosevelt se llene de más ruido. “Eso va a haber más caos por aquí, pero está bien”.

Igual percepción tiene el peruano Ronald Roldán, quien a pesar de confesar que la decisión no lo afecta directamente porque no es hombre de salir mucho, le parece bien que no se criminalice el baile.

“A mí eso ni me va ni me viene, pero está bien que lo hagan porque así vamos a tener más clientes que van a pasar por aquí después de que salgan de los bares”, comentó el trabajador del restaurante Pizza Palace Café.

A otros transeúntes de la famosa avenida por la que cruza el tren 7 les preocupa que la abolición de la Ley genere una estampida de ruido, desorden y hasta aglomeraciones en los sitios públicos, que de por sí ya existen en buena parte de la Avenida Roosevelt.

“Eso es lo peor que pudieron hacer. Esta calle ya está muy desordenada como para agregarle ahora más musiquita y más caos. Muy mal hecho”, comentó molesta la colombiana Luz Merino.

Abolicion de la ley Cabaret, que permite bailar en los sitios sin licencia.

La ecuatoriana Miranda Gil se sumó a ese pensamiento y dijo: “si así nomás en los bares pasa de todo y hasta en algunos promueven prostitutas, sin ley que los controle van a hacer de todo. Esto es el Apocalípsis”.

El propio mánager del bar Escorpion, Salvador Sarmiento, se mostró en contra de darle vía libre al baile en la Gran Manzana y dijo que teme que genere problemas.

“Estos sitios son muy pequeños y siempre están llenos y si ahora la gente se pone a bailar hay muchos que se pueden molestar que hasta los toquen y terminen peleando”, dijo el mexicano.

El futuro concejal de Corona, Francisco Moya, manifestó que a muchos de los residentes de su distrito les preocupa un posible incremento de establecimientos ilegales, aumento del ruido y la delincuencia.

“Si bien creo que la derogación de la arcaica ley de cabaret tiene beneficios económicos y artísticos en muchas comunidades, tengo grandes reservas sobre cómo afectará a la Avenida Roosevelt y la calidad de vida de mi comunidad”, dijo el político. “A menudo, la ley de cabaret se usaba para cerrar bares ilegales y la práctica de explotación de los bailes de dólares, muchas veces vinculados al tráfico sexual en nuestra comunidad de inmigrantes”.

Pero el concejal Rafael Espinal, promotor de la iniciativa, que da vía libre a bailar en los más de 25,000 lugares de la Gran Manzana que expenden licores y comida defiende la decisión del Concejo Municipal, en beneficio de la diversidad cultural y la libertad, al corregir una ley que describió como un error histórico.

“Durante casi un siglo, la Ley de Cabarets se ha dirigido a grupos específicos, ha mantenido a las empresas y artistas con miedo, y ha sofocado la expresión de la cultura vital de la ciudad de Nueva York. Esta revocación histórica respaldará a nuestros negocios de vida nocturna y al mismo tiempo mantendrá las medidas de seguridad que tanto necesitamos”, comentó el político, aclarando que habrá reglas de control para proteger a clientes y dueños y que no hay por qué temer una estampida de ruido y caos.

“Es importante que todas las comunidades entiendan que esto no significa que las empresas puedan violar todas las demás leyes que existen para regularlas”, dijo Espinal. “El NYPD todavía puede multar a las empresas que no sigan el código de ruido y otras normas de seguridad”.

Ronald Roldan. Abolicion de la ley Cabaret, que permite bailar en los sitios sin licencia.

El concejal de Jackson Heights, Daniel Dromm también defendió la abolición de la Ley promulgada hace 91 años y dijo que además de ser anticuada, fomentaba la discriminan a los propietarios de empresas minoritarias y sitios LGBT.

“Las empresas a lo largo de la Roosevelt durante años tuvieron que cumplir con estas leyes discriminatorias. Gracias a esta legislación, las mismas empresas no deben temer las intrusiones policiales basadas en restricciones centenarias”, dijo Dromm, advirtiendo que le dará legalidad a sitios donde el baile se ha dado a pesar de ir contra la ley. “Esta ley no tendrá ningún impacto negativo en la comunidad. Simplemente legalizará la actividad que ya está ocurriendo pacíficamente en estos establecimientos”.

Hay más regulaciones

No obstante, no conviene pensar que se podrá bailar sin más preámbulo allá donde suene la música.

Desde la NYC Hospitality Alliance se recuerda que la eliminación de la Ley de Cabarets no extiende automáticamente el permiso para bailar y que aún debe ser firmada por el alcalde. Desde esta asociación que aglutina a restaurantes y bares se informa además que hay una red de regulaciones complejas que regulan dónde se puede bailar. La ley de Cabarets solo es una de ellas.

“Si el edificio donde se encuentra el local no está zonificado para ello, no tiene un determinado certificado de ocupación, no tiene el equipamiento contemplado en las regulaciones de fuego y seguridad, bailar no está aprobado en su licencia de licor o la Junta Comunitaria ha estipulado que se prohiba bailar, todavía podría ser multado u obligado a cerrar sin permite que se baile”, recuerda esta Alianza a los dueños de locales.

Esta organización, que ha apoyado al concejal Espinal a la hora de crear la Oficina de la Vida Nocturna y derogar la Ley de Cabaret cree que la acción del Concejo es un avance positivo “pero solo un primer paso”.

En esta nota

Concejo Municipal NYC Queens Rafael Espinal
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