Los recortes en SNAP de 2013 siguen provocando hambre en NYC

El año que viene se renegocia la Farm Bill y con ello el dinero dedicado a ayudas de alimentos

Para quienes se van a la cama con hambre, muchos en Brooklyn y El Bronx, 2018 va a ser “un año de enormes oportunidades y de grandes riesgos”, según el Food Bank de Nueva York. Es decir, podrían mejorar las cosas, pero también empeorar a pesar de la mejora de la situación económica en la ciudad.

En 2018 se va a negociar la Farm Bill, la ley que dispone, entre otras cosas, el dinero que se destina a SNAP o los cupones de alimentos. Esta renegociación llega en un momento muy crítico porque por un lado se han visto propuestas de recortes por parte del Congreso y el Gobierno a estos programas sociales y por otro lado porque la reducción presupuestaria de este programa en noviembre de 2013 se siente aún de forma muy dramática en la ciudad.

Para la ciudad de Nueva York, estos recortes de hace cuatro años han supuesto una pérdida de más de $770 millones en beneficios perdidos. Cada dólar dedicado a estos cupones genera $1.79 en actividad económica y en este sentido se calcula que se han perdido $1,300 millones en la ciudad, según datos del Food Bank. Esta misma organización explica que en 2015 (el último año del que se tienen datos) se perdieron 225 millones de raciones de comidas.

Las familias dejaron de percibir $18 mensuales en comida a finales de 2013 y este año, a pesar de que los alimentos y el resto del costo de la vida han subido, han sido $21 menos los que han cobrado debido a aquella decisión.

Triada Stampas, vicepresidenta de Investigación y Asuntos Públicos del Food Bank de Nueva York, explicaba que cuando se presentó la rebaja del 5.6% se explicó que no era tanto dinero. “Se hicieron todos los esfuerzos posibles por minimizarlo pero para quienes dependen de estas ayudas esta cantidad es muy significativa”. La media de lo recibido por cada familia en beneficios de SNAP es de $260 al mes lo que permite comprar $3,000 millones en comida al año.

La situación generada por los recortes en lo que se califica de primera linea de defensa contra el hambre ha dado lugar a que la última línea de resistencia a este grave problema, el servicio de cocinas y despensas de alimentos, haya estado sobrepasada por la demanda. El 60% de quienes van a estas despensas donde se ofrece comida gratuitamente, reciben SNAP. El 77% de las despensas y las cocinas ha visto incrementar el número de personas que acuden a ellas de forma consistente. El pasado mes de septiembre el 46% de estas despensas tuvo que reducir el número de comidas que daba porque se quedaban sin nada.

Peor aún, el 35% se vieron con las manos vacías en algún momento y no tuvieron más remedio que decir que no a quienes sabían que no podrían poner muchos alimentos en sus mesas en los próximos días. En muchos casos se han alargado las horas de apertura porque muchos de los que se benefician de estos programas son trabajadores a los que sencillamente el sueldo no les alcanza.

En la ciudad de Nueva York, 1.7 millones de personas (uno de cada cinco) reciben cupones de comida y a pesar de ello, 1.3 millones padecen “inseguridad alimentaria”, es decir que el 14.9% no tiene acceso a una cantidad suficiente y nutritiva de comida por lo que debe prescindir del almuerzo, la cena o rebajar el contenido de estas.

Stampas explica que ha habido un cierto alivio en el número de comidas perdidas (meal gap) en los útimos años y en buena medida es por el aumento del salario mínimo, “pero aún así la ciudad es muy cara y el aumento no es suficiente para cubrir las necesidades de las familias”. Pese a todo, esta experta considera que las cifras revelan una “extraordinaria necesidad en la ciudad y las organizaciones caritativas no pueden cubrirla”.

Con respecto a la Farm Bill del año que viene, el congresista Jerry Nadler dijo ayer que las divisiones en el Congreso han permitido que muchas cosas no salgan adelante y Stampas dice esperar que este año se puedan librar de más recortes, y con ello los cinco más que cubre la ley.

Bronx, Brooklyn. Hispanos

El 33% de los residentes de El Bronx y el 23% de Brooklyn reciben SNAP y es una situación concentrada en varios barrios. En estos dos condados es donde se registran los meal gaps (incapacidad para tener una ración de comida) más graves de la ciudad. En El Bronx se perdieron 41.2 millones de comidas al año (sus residentes perdieron el desayuno, el almuerzo o la cena) y en Brooklyn 87.6 millones estuvieron en este caso.

Triada Stampas explica que cuando se mira a la demografía la situación más complicada es más prevalente en las comunidades latinas. “Están afectados desproporcionadamente y es mucho peor para inmigrantes recientes porque el SNAP se concede a los que llevan cinco años legalmente en el país”, dice

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