¿Quién fue Lev Yashin? La máxima figura del fútbol ruso de la historia e imagen del Mundial 2018

Tras los afiches de Uruguay 30 y Suiza 54, un portero vuelve a ser el protagonista de un cartel mundialista... ¡y qué portero!

El portero ruso Lev Yashin, en plena acción ante Alemania en Goodison park, Liverpool durante un partido del Mundial Inglaterra 66. (Foto: Central Press/Getty Images)

El portero ruso Lev Yashin, en plena acción ante Alemania en Goodison park, Liverpool durante un partido del Mundial Inglaterra 66. (Foto: Central Press/Getty Images) Crédito: Central Press/Getty Images

Es el único portero que ha sido premiado con un ‘Balón de Oro’, pero más allá de ese logro, Lev Ivánovich Yashin se ha convertido en una figura paradigmática de los tiempos en que el balón y el fútbol eran casi sagrados, una época en la que el deporte tenía aires de mito. Eso y por supuesto una gran carrera de 22 años le han valido que en la inminencia del primer Mundial de fútbol que se realizará en tierras rusas, su imagen haya sido la elegida para ilustrar el poster oficial de la competición, en el que se puede ver su característico vuelo, sus largos brazos y su indumentaria negra, 88 años después de aquél primer afiche correspondiente a la cita de 1930 en Uruguay, también protagonizado por un arquero en pleno vuelo, descolgando un balón del ángulo.

La portería estaba en su destino, pues además de la de fútbol, también defendió y con mucho éxito el pequeño arco de una helada pista de hockey para el equipo de la fábrica de herramientas en la que laboraba en los años de la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, una obra literaria de Lev Kassil llamada “El portero de la República” y una película basada en ella aparecida cuando Yashin era un niño, terminó marcando su existencia, pues al igual que su protagonista terminaría siendo reconocido por propios y extraños por atrapar balones difíciles y una que otra sandía, por primera vez con guantes, algo nunca antes visto hasta entonces.

Con esa noción Yashin llegó en 1949 al Dinamo de Moscú, único club para el que jugaría en su carrera, donde no tuvo mucha suerte en los primeros años y en cuyo primer equipo llegó a cometer tal cantidad de errores y tan infantiles que inclusive lo hicieron replantearse si el fútbol era aquello a lo que quería dedicarse el resto de su vida.

Cuatro años después volvió a exigirse en una nueva oportunidad que lo sacó del ostracismo del banquillo, sólo para demostrar que su lugar en la historia estaba precisamente bajo los tres palos, y gracias a eso pudo llegar a sumar un palmarés envidiable al que sólo le faltó una Copa del Mundo, pero que le dio el título de mejor portero en tres Mundiales (Suecia 1958, Chile 1962 e Inglaterra 1966), tres Juegos Olímpicos (Melbourne 1956, Roma 1960 y Tokio 1964) y dos Eurocopas (1960 y 1964), así como un pentacampeonato con su club, hechos que juntos le valieron que la FIFA lo nombrara en el 2000Mejor Portero del Siglo XX”, ese que yace en la historia y al que difícilmente se remontan los nuevos seguidores del balompié en el planeta.

Eliminada la URSS por el anfitrión en 1958 en cuartos de final, cuatro años despues, en 1962, fue cuando la historia nuevamente puso a prueba la voluntad de Yashin, quien fue señalado por un enviado de Pravda -al que muchos ubican como oficial del gobierno de Nikita Jrushchov– como el gran culpable de la eliminación de la selección roja a manos del anfitrión, por haberse ‘comido’ sendos goles de Leonel Sánchez y Eladio Rojas; y de haber hecho un ‘ridículo monumental‘ al aceptar cuatro tantos de una aguerrida Colombia, uno de ellos, el primer gol olímpico en la historia de los Mundiales de la autoría de Marcos Coll.

Yashin se retiró momentáneamente, sólo para volver más fuerte que nunca, ganar el Balón de Oro en 1963 al italiano Gianni Rivera y al inglés Jimmy Greaves, y jugar su tercer y último Mundial en 1966, donde llevó a la URSS al cuarto lugar.

Yashin dijo adiós a las canchas el 27 de mayo de 1971 en un partido homenaje entre su equipo y una selección Resto del Mundo con figuras como Eusebio, Gerd Müller y Bobby Charlton, realizado en el estadio Luzhniki, escenario donde se jugará la gran final del Mundial que hoy lo homenajea, el 15 de julio del año entrante.

La gran ‘Araña negra’ dejó su plano existencial el 20 de marzo de 1990 tras atenderse tardíamente de un cáncer de estómago, pero su huella es indeleble, tanto como la tinta que lo inmortalizó en un cartel que pasará a la historia como uno de los más bellos, aunque no muchos sepan quién es, ni hayan visto volar al caballero que lo protagoniza, envuelto en un halo de misterio y leyenda.

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