Reporte: Menos oficiales amonestados por querellas civiles
Activistas consideran que aún está inconclusa la reforma policial pero el NYPD asegura que los lazos con la comunidad han mejorado
La administración del Comisionado de Policía James O’Neill sería menos severa con los uniformados acusados de abuso policial y otras faltas graves en contraste con la de su predecesor William J. Bratton, según un informe de la Junta Civil de Revisión de Quejas (CCRB) divulgado el miércoles.
El reporté encontró que, en el primer semestre de 2017, el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) disciplinó al 73% de los uniformados acusados de abuso de autoridad y exceso de fuerza, entre otras faltas, en comparación con el 83% para el mismo periodo del año pasado. Además, en el 52% de los casos, el Comisionado de Policía impuso una penalización menos severa -o ninguna- que la recomendada por la CCRB.
The impact of video evidence cannot be understated. https://t.co/XzGoXpgiRl pic.twitter.com/cyulCIUxdM
— NYC CCRB (@CCRB_NYC) December 6, 2017
La CCRB se fundó en 1953 para investigar la mala conducta policial, aunque pasó por varias iteraciones. Comenzó como un comité de tres comisionados de policía adjuntos que tenían autoridad para investigar las quejas civiles; sin embargo, la presión pública obligó al alcalde David Dinkins a establecer una Junta Civil en 1993.
La Junta, con poder de citación, recopila datos exhaustivos sobre las quejas contra uniformados, los cuales son analizados por un equipo de investigación imparcial. La CCRB investiga cuatro tipos de quejas, incluyendo fuerza excesiva o innecesaria, abuso de autoridad, descortesía y uso de lenguaje ofensivo, como insultos raciales.
Castigos menores por faltas graves
El informe revela que, en los primeros seis meses del año, el Negociado de Enjuiciamiento Administrativo cerró 55 casos contra uniformados, de los cuales el 53% (29 casos) implicó únicamente la pérdida de vacaciones o la suspensión temporal.
En general, el Comisionado O’Neill impuso medidas disciplinarias a sólo tres cuartas partes de los 251 agentes para quienes la Junta había recomendado castigos en los primeros seis meses de este año, según el informe.
El máximo jefe de la Uniformada refutó el 27% de los hallazgos de la Junta en los primeros seis meses de 2017, en comparación con el 17% para el mismo período del año pasado. También modificó las recomendaciones de la CCRB en un 25%, frente al 18% de su predecesor.
TODAY: We have released our 2017 Semi-Annual Report, detailing findings in the Agency’s investigations, mediations, and prosecutions in the first half of 2017. Read it in full here: https://t.co/XzGoXpgiRl
— NYC CCRB (@CCRB_NYC) December 6, 2017
“El número de quejas recibidas por la CCRB ha disminuido constantemente en los últimos años”, dijo la Uniformada en un comunicado. “El NYPD continúa construyendo confianza y relaciones (con la comunidad) todos los días, especialmente a través de la (iniciativa) vigilancia del vecindario”.
En la primera mitad de 2017, la CCRB recibió 2,263 quejas dentro de su jurisdicción, un número levemente menor de las recibidas el año pasado, cuando se registraron 2,339 quejas. El informe de la Junta revela que 55% de las quejas recibidas están asociadas a casos en los que no se realizó un arresto o emisión de citaciones.
Los funcionarios de la CCRB explicaron que la agencia ha visto una disminución constante en las denuncias en los últimos años debido a una serie de factores, como el caso Floyd v. Ciudad de Nueva York, que dictaminó que el polémico programa stop-and-frisk era inconstitucional.
Una reforma policial inconclusa
Dennis Flores, fundador de El Grito de Sunset Park, una organización enfocada en evidenciar en video el abuso policial en las comunidades de color, dijo que los hallazgos del CCRB confirman que la promesa de reforma policial del alcalde Bill de Blasio continúa sin concretarse.
“Las administraciones de O’Neill y Bratton son la misma fórmula. Los oficiales en el alto mando son blancos y los de color están en las calles o en posiciones de poco poder. El alto mando del NYPD no conoce a nuestras comunidades, eso explica la desconexión y la tensión en las relaciones”, expresó Flores. “El Grito de Sunset Park ha entregado en los tribunales evidencia en video del abuso policial y el exceso de fuerza. Al final el castigo para el oficial responsable son menos vacaciones. Todos esos casos son enterrados y la justicia no llega a nuestras comunidades”.
The 44th Precinct has the highest number of CCRB complaints so far in 2017 #civilianoversight pic.twitter.com/OfkrxtkoCz
— NYC CCRB (@CCRB_NYC) November 9, 2017
Flores considera que una verdadera reforma policial implica la elección popular del Comisionado de Policía, como se eligen los fiscales de distrito.
“Otras ciudades y estados permiten que el pueblo elija a su comisionado. Nueva York, siendo una ciudad progresista y reformista, ha demorado demasiado en otorgar ese derecho a sus residentes”, agregó el activista puertorriqueño.
Cámaras corporales: sin acceso al registro
Este es el primer informe semestral de la Junta emitido desde el despliegue en gran escala de cámaras corporales (BWC) del NYPD, en abril de 2017. Los datos del informe sobre el impacto de la evidencia de video ofrecen una perspectiva temprana sobre las políticas que darán forma al uso futuro de las BWC, dijo la agencia en un comunicado de prensa.
El informe señala que la Junta fundamentó el 33% de las investigaciones en los registros de las BWC. En la primera mitad de 2017, el 31% del total de las denuncias con evidencia de video fueron cerradas como confirmadas, en comparación con el 28% de los casos sin video.
“Mientras que varios casos pasados se cerraron como no confirmados debido a la falta de evidencia suficiente, la ciudad de Nueva York se está moviendo hacia un futuro en el que las pruebas de video ofrecerán a nuestros investigadores informes más definitivos de los incidentes”, dijo en un comunicado Jonathan Darche, director ejecutivo de la agencia.
Sin embargo, la Junta ha tenido dificultades para obtener el material de archivo de las BWC para sus investigaciones, pese a que solo 1,200 de los 36,000 oficiales del departamento usan las cámaras corporales como parte del programa piloto.
El informe revela que la CCRB solicitó registros del video al NYPD en tres casos a principios de este año, y el departamento tardó casi tres semanas en proporcionarlos.
El alcalde Bill de Blasio ha promovido las cámaras corporales como una manera de frenar las denuncias de fuerza excesiva y aumentar la responsabilidad y la transparencia de la policía, pero, a diferencia de otras ciudades, en Nueva York la Junta no tiene acceso directo al video de la cámara corporal. En su lugar, debe solicitar los registros en lo que generalmente es un largo y burocrático proceso.
“Es fundamental para la finalización oportuna de las investigaciones que la CCRB obtenga acceso a las imágenes de la cámara de una manera rápida y eficiente, ya que anticipamos un aumento en el volumen de evidencia de video”, dijo Darche.
Preocupan querellas en cuarteles de Queens
Los cuarteles 113, 114, 101, 103 y 105 de Queens acumulan la mayoría de quejas entre las 15 comisarías del condado.
Los cuarteles con la mayor cantidad de quejas incluyen el 114, que abarca los barrios de Astoria y partes de Long Island City, Woodside y Jackson Heights y el 113, que presta servicios en Jamaica, Hollis, Springfield Gardens y South Ozone Park. Se trata de sectores con predominante población inmigrante y de color.
Ambos cuarteles recibieron 81 quejas desde el 1 de enero de 2016 hasta el 1 de diciembre de 2017, aunque la CCRB no especifica el tipo de querella.
“Las comunidades de inmigrantes, de color y LGBT hemos sido testigos del abuso y la descortesía policial en vecindarios como Jackson Heights y Corona. Durante demasiado tiempo hemos lidiado con este problema”, dijo Bianey García, activista transgénero de Se Hace Camino Nueva York (MRNY). “En los últimos años, tras la incansable presión pública, los cuarteles de Queens han intentado cambiar sus prácticas de detención, especialmente contra miembros de la comunidad LGBT, pero aún falta mucho por hacer”.