Venezolano con VIH detenido por ICE, en huelga de hambre por trato arbitrario
La salud de Jesús Rodríguez Mendoza se está deteriorando en detención migratoria, donde ya lleva siete meses esperando su juicio de asilo.
Jesús Rodríguez Mendoza, un venezolano que trabajó durante algunos años con el líder de oposición de ese país Henrique Capriles, se presentó en abril pasado en el puente de entrada de Juarez-El Paso pidiendo asilo en Estados Unidos.
Rodríguez es HIV positivo y estaba teniendo dificultades para mantener su tratamiento en México, hacia donde salió en 2011 después de ser acosado por personeros del gobierno y por su homosexualidad en Venezuela. Así que se decidió a huir hacia el Norte, donde antes había vivido con visa laboral “los diez mejores años de mi vida”.
Al entregarse, esperaba pasar algún tiempo detenido en Estados Unidos mientras iniciaba su solicitud legal y lograba salir bajo palabra.
Lo que no esperaba es que su detención se prolongaría durante siete meses, que la Agencia de Inmigración y Aduana (ICE) en el Centro de Detención de El Paso se negaría a liberarlo y que su salud empeoraría sin que el sistema respondiera en un tiempo prudencial a sus solicitudes de tratamiento.
Cuando La Opinión habló con Rodríguez este jueves vía telefónica, el venezolano llevaba siete días en huelga de hambre y tenía una aguja en la vena la que le estaban administrando suero, dándole un poco de energía.
Sobre todo, Rodríguez insistió que a pesar de la gravedad de su caso, había que hablar de las demás personas que están sufriendo algo similar en dicho centro de detención. “Aquí, en este lugar, han decidido que no le dan libertad bajo palabra a nadie que pida asilo”, dijo el detenido. “A pesar de que la ley no ha sido derogada y aún permite que los agentes otorguen esa libertad, no lo están haciendo”.
“Es una sentencia de cárcel indefinida”, agregó el detenido.
Su abogada Linda Rivas, directora de Las Americas Immigrant Advocacy Center, dijo que Rodríguez no tiene otro recurso más que esperar su juicio de asilo, que por el momento no tiene una fecha fija. Por la forma en que llegó y pidió asilo, no tiene derecho a ir ante un juez a pedir fianza.
“Sólo ICE puede liberarlo bajo palabra y ICE tiene discreción procesal bajo la ley para hacerlo”, dijo Rivas. “Pero la verdad es que ya hace al menos dos años que nadie recibe libertad bajo palabra en este centro de detención. No es algo nuevo, solo que ahora los propios agentes tienen el respaldo del gobierno de Trump para ser más estrictos todavía”.
En febrero pasado el Borderland Immigration Council, formado por abogados y activistas de la frontera, publicó los resultados de una investigación en la cual entrevistaron a más de 100 migrantes detenidos en la zona de El Paso y encarcelados en El Paso Processing Center, el mismo centro donde está Rodríguez.
Lo que encontró la investigación es que en el EPPC, ICE negaba cada vez más casos de libertad bajo palabra “sin explicación alguna”.
“Esto lleva ya dos años”, dijo Rivas. “Hay un completo uso de la discreción procesal que la ley otorga a los agentes sobre la libertad de los solicitantes de asilo. Antes al menos había un gobierno que les decía que usaran su discreción para no abusar de los recursos, ahora es todo lo contrario”.
La Opinión hizo una solicitud formal a ICE sobre detalles en el caso de Rodríguez, y las razones de haberle negado su libertad bajo palabra, dando a la agencia casi un día completo para responder.
Adelina Pruneda, portavoz de ICE en Texas respondió horas después de la solicitud, indicando que “analizaremos su pedido pero estos casos son complicados y debemos determinar qué información puede hacerse pública”.
En espera de una respuesta más específica, la abogada Rivas dijo que ICE informó al detenido que “no podían liberarlo mientras estuviera tan enfermo”.
“Reconocen que está enfermo y sin embargo, han retrasado las pruebas médicas que necesita y cambiado arbitrariamente sus medicinas”, dijo Rivas. “Cada día que pasa es un riesgo para su salud a largo plazo”.
“Esto no es rusia, es un país forjado por inmigrantes”
Rodríguez Mendoza se confiesa sorprendido con la forma en que los agentes de ICE se comportan con los detenidos en EPPC. Siendo un experto en mercadeo y campañas, y un graduado universitario, el venezolano ha dedicado su tiempo a investigar las leyes y preparó personalmente sus dos solicitudes formales de libertad bajo palabra.
Tras presentar la primera, recibió una negativa por escrito. Luego pidió una entrevista con el agente encargado de su caso para discutir el asunto. Este entró en el cuarto donde estaba, tiró el documento sobre la mesa que decía “Denial” (NEGADO) y le dijo a otro oficial que se llevara al detenido de vuelta a la celda.
Tras llegar a EPPC, Rodríguez pasó dos meses pidiendo las medicinas para tratar el virus de HIV hasta que por fin se las concedieron en el verano. Su estado mental se fue deteriorando al surgir síntomas preocupantes como úlceras en la piel y la boca.
“El tratamiento inicial ha creado resistencia, el virus ha empezado a progresar de nuevo”, dijo Rodríguez. “No puedo esperar mucho tiempo en estas condiciones”
Su juicio de asilo tiene una probable fecha del 18 de enero, pero es posible que se posponga hasta abril o mayo por “falta de personal”, agregó.
Eso le genera gran angustia a Rodríguez. Por eso decidió iniciar una huelga de hambre y hacer su caso público, aunque le cuesta revelar su estatus de HIV y su situación de detenido a familiares y amigos.
“Mi mamá se va a enterar de la peor manera posible, ella creo que estoy en Estados Unidos pero no sabe que estoy detenido”, dijo. “Yo lo que quiero es que dejen la tontería y me den mi libertad bajo palabra. Ellos saben quien soy, que yo no me voy a ninguna parte, si no me voy, van a tener que hacerme tratamientos más complicados y ni a ellos ni a mí les conviene”.
Pero, enfatizó Rodríguez nuevamente, “no soy el único”.
“Aquí hay docenas de personas con buenos casos de asilo que pasan largo tiempo detenidos”, apuntó. “Yo no me explico que esto esté pasando. Esto no es Rusia, es un país fundado por inmigrantes y yo no quiero vivir en las sombras”.
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