El sacerdote que mató hace 57 años a una joven hispana
VIDEO: Ella una católica devota y había ido a confesarse tras terminar la universidad
Cuando fue asesinada, Irene Garza tenía 25 años de edad, el cabello negro y la piel blanca, era de ascendencia mexicana y fue la primera de su familia en graduarse de la universidad.
Ella era una devota católica y había participado en concursos de belleza, además de trabajar como maestra de niños con discapacidad.
En la primavera de 1960, la joven fue a confesarse a la Iglesia del Sagrado Corazón en McAllen, Texas, pero no se supo de ella hasta semanas después, cuando aparecieron sus zapatos y luego su cuerpo flotando en el agua del canal de riego.
Su homicida, violador y confesor fue el padre John Feit, quien la semana pasada, después de 57 años años de cometer el crimen, fue juzgado.
En aquella época las autoridades no pudieron reconstruir bien los hechos con las pocas evidencias que encontraron en el cuerpo de Irene, pero el sacerdote, ahora de 85 años de edad, confesó todo a otro padre.
Las sospechas contra él nunca se desvanecieron, pero no había demasiadas pruebas para inculparlo, a pesar de que poco después de la muerte de aquella joven, otra mujer acusó a Feit de atacarla, publicaron AP y el Washington Post.
Feit fue juzgado en 1961 por asalto y tentativa de violación contra María América Guerra, también de origen hispano, pero sólo recibió una multa de $500 dólares y salió libre, y fue obligado a abandonar el pueblo. La iglesia no lo despidió: lo trasladó a Missouri, aunque en 1974 dejó el sacerdocio y se estableció an Arizona, donde fue detenido en 2016.
La clave del caso era una carta que el hombre había escrito, así como el testimonio de otro cura, pero no sucedió nada en aquella época, supuestamente por la interferencia de la Iglesia, ya que el entonces senador católico John F. Kennedy se postulaba a la presidencia y el algucil local buscaba reelegirse. Todo quedó detenido y Feit anduvo libre.
En 2002, el excura Dale Tacheny llamó a la Policía para contarle que en 1963 había confesado a Feit, quien le contó que agredió y ahorcó a una mujer. Él no había dicho nada, debido a su obligación religiosa.
“Entonces le pregunté al padre Feit, ¿por qué estás aquí y no en prisión?”, Relató Tacheny, según el video del testimonio de KRGV. “Dijo que había tres cosas. Número uno, la iglesia me ayudó, principalmente a través de un sacerdote. La aplicación de la ley lo ayudó. Finalmente, el sello de la confesión lo ayudó”.
Parecía que era demasiado tarde para resolver el caso, debido a que murieron varios testigos y las pruebas de ADN caducaron.
En febrero, Feit fue arrestado por el asesinato de Irene y juzgado la semana pasada. Fue descrito por la fiscalía como “un lobo disfrazado de cura”, que ahora podría morir en la cárcel.