Maridaje a la medida

Consejos de un sommelier para que tengas los licores ideales durante tus fiestas navideñas

Durante las celebraciones de diciembre una importante cuestión que cada año se presenta es ¿cuántas botellas y de qué vino hay que comprar?

Si te toca ser anfitrión, no te preocupes, sigue estas reglas que el sommelier Alex Vergara te recomienda y verás que todo se vuelve más fácil.

Burbujas

  • Es una celebración, el vino espumoso debe estar presente. No tiene que descorcharse un Champagne, si no está dentro de las posibilidades del bolsillo, es una Denominación de Origen de costo alto y hay alternativas como Cava, española, que tienen mucha calidad y precio más asequible.
  • Se sirve como aperitivo, que por cierto va con cualquier entrada, ya sean quesos u otras opciones; y, si se quiere hacer algo formal, se vuelve a servir para el brindis.

  • Una botella se calcula para siete copas. La elección debe ser Brut (seco), pues las demás son dulces y pueden, en lugar de funcionar como aperitivo, inhibir el apetito.
  • Es primordial tener copas flauta, no necesariamente comprarlas, se pueden rentar, siempre con tiempo para asegurar que estarán disponibles.
  • Para efectos prácticos, hay que meter la botella un día antes al refrigerador.

La cena

  • Para el pavo, que lleva muchos ingredientes en la preparación y sabores cálidos,  es importante poner un tinto como Zinfandel de Sonoma, California; una recomendación es Seghesio. También puede ir bien un Merlot Reserva, sus dos años de barrica van con esos salados y dulces que lleva el plato, como piñones y compotas.
  • En el caso del cerdo, que también es un plato especiado, se puede acompañar con un Tempranillo, se necesita que por lo menos tenga Crianza o sea Reserva. Ribera del Duero o incluso Rioja funcionan. Vinos más intensos un poco cálidos en boca.

  • Un restaurante generalmente sirve cinco copas por botella,  pero para una cena en casa hay que intentar servir menos para que se vea una mesa elegante, es decir, sacar ocho copas por botella y servir tal vez dos o tres veces.
  • Hoy por hoy se ve que varios invitados prolongan el consumo de vino después de la cena antes de llegar al destilado o incluso lo prefieren para toda la noche. Cada quien conoce a sus invitados.
  • Si no se tiene termómetro en casa para saber cuándo está a 13 °C, se puede meter la botella al refrigerador una hora antes de servirlo, abrirla y dejarla sobre la mesa. Si se tienen enfriadoras con hielo, meter el vino ya sin corcho y servir cuando en boca se siente la temperatura deseada.

El postre y la sobremesa

  • Para el fruit cake o panettone una copa de Oporto es el maridaje ideal. Muchas mesas se visten con tonos chocolate, ya sea en pastel o brownies, aquí se puede seguir con el Zinfandel o el Merlot de la cena.
  • No puede faltar el ofrecer café. Muchas casas tienen ya sus máquinas de espresso y los carajillos, donde se mezcla el café con licor, es casi un infaltable en las reuniones y un buen gesto con los invitados.

  • El destilado sale después de la cena, se puede continuar con alguno con barrica, como un tequila extra añejo o, si se prefiere la fiesta, continuar con las bebidas de este tipo que les gustan a los invitados. De una botella de 750 mililitros salen entre 13 y 17 tragos. Los destilados más bebidos son tequila, ron, vodka y whisky.
  • Es importante no tener vasos desechable en una bonita celebración y una obligación servir agua mineral durante todo el festejo.
  • Un buen detalle para aquellos que después del vino no quieren seguir con destilados es tener una buena cerveza artesanal de temporada.

Compra inteligente

  • Muchas veces al momento de adquirir botellas se acude a un supermercado, pero aquí no es común encontrarse con personal capacitado para guiar al cliente en las opciones que pueden maridar con los platos a servir, por eso el tip es dirigirse a tiendas especializadas de vino.
  • En estos lugares hay sommeliers que están capacitados para guiarte, que no te de vergüenza preguntar, eres tú quien va a comprar y el trabajo del sommelier es guiarte.
  • No hay que dejarse intimidar, un buen sommelier por lo general recomendará en un principio un vino de gama media, que ronde los $50; de ahí el cliente decidirá irse para arriba o para abajo, según su gusto y presupuesto y con toda libertad puedes decir que quieres invertir en algo de mayor valor o que dar la cifra de tu presupuesto y la persona debe encontrar la opción ideal para ti.

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