Las artes están aquí para quedarse
Cuando acepté el cargo de canciller, supe de inmediato que las artes serían un punto focal de mi mandato. Las artes no son algo accesorio o simplemente una actividad extracurricular: un plan de estudios rico en artes fortalece las comunidades escolares y enseña a los estudiantes habilidades y pasión, cultiva pasatiempos y puede inculcar la confianza y la creatividad que los estudiantes llevarán consigo el resto de sus vidas.
Esto es evidente en la escuela P.S. 111 en Queens. Cuando la visité en septiembre para celebrar la inauguración de una cafetería, el sonido de los estudiantes cantando a todo pulmón me dejó absorta. Inmediatamente volteé para ver de dónde venía el ruido. Mientras caminaba por el pasillo, el canto se hizo más fuerte hasta que finalmente encontré el salón de clases: un grupo de 25 estudiantes de 4.o grado estaba practicando escalas. Los interrumpí y le pregunté a la maestra en qué estaban trabajando. Era apenas la tercera semana de clases, pero ya estaban ensayando para su concierto para las fiestas de diciembre. “Tenemos mucho trabajo por hacer”, dijo la maestra con una sonrisa.
Ella tenía razón: tenían un largo camino por recorrer. Sin embargo, eso no importaba, porque cada estudiante en ese salón de clases estaba radiante de alegría. Ese era el primer año de la maestra de música en la escuela y su clase representaba la culminación del arduo trabajo de la directora, la Sra. Jaggon, para renovar la enseñanza de las artes.
Hace solo dos años, P.S. 111 estaba en la lista estatal de escuelas persistentemente peligrosas. La escuela también tenía dificultades para estimular la participación de los padres y la moral era baja. De más está decir que se necesitaba un cambio drástico, y las artes han desempeñado un papel fundamental en ese esfuerzo. La escuela tiene ahora un maestro y un nuevo estudio de danza, un docente de artes visuales, uno de música y otro de teatro. Los padres están entusiasmados por estar en un edificio donde las obras de arte de los estudiantes cuelgan de cada pared y se llevan a cabo presentaciones o conciertos con gran frecuencia. Lo más importante es que los estudiantes tienen mayor confianza, motivación y curiosidad para probar cosas nuevas.
Estos son los tipos de inversiones que vemos que las escuelas hacen en cada condado. De hecho, en los últimos dos años, el gasto en las artes a nivel escolar ha aumentado en más de $45 millones. Asimismo, este año tenemos en nuestras escuelas un número récord de maestros de artes con certificación, el más alto en más de una década, con casi 3,000 en toda la Ciudad.
Escuelas como P.S. 111 son la razón por la cual esta administración invierte en las artes cada año. Porque sabemos que las artes ayudan a fortalecer las comunidades escolares, fomentan la creatividad y las habilidades de pensamiento crítico y ayudan a crear un entorno de inclusión para todos los estudiantes.
En P.S. 111, por ejemplo, uno de cada cinco alumnos es un Estudiante que Aprende Inglés (English Language Learner, ELL) y casi el 40% de los estudiantes tiene necesidades especiales. Las artes han jugado un papel aún más importante en las vidas de estudiantes como estos y sus familias. Este año, hemos ampliado la programación artística para los estudiantes ELL y los alumnos con discapacidades a casi 350 escuelas en toda la Ciudad, más del doble del total de 2014-2015. Estos programas también ayudan a los estudiantes a aprender inglés, ganar confianza y ser más expresivos.
Cuando veo escuelas como P.S. 111, sé que nuestras inversiones en las artes van más allá de enseñar música, danza, artes visuales o teatro. Nuestras inversiones han forjado lazos más fuertes entre las familias y las escuelas y han abierto puertas nuevas y emocionantes para los estudiantes, ayudándoles a descubrir pasiones que nunca supieron que tenían.
A medida que continuamos haciendo estas inversiones en las artes y cultivamos alianzas con instituciones culturales, también me enorgullece que miles de estudiantes de 7.o grado se hayan beneficiado de “Teen Thursdays”, un evento en el que pueden disfrutar de las increíbles ofertas de museos en toda nuestra Ciudad. Y, por primera vez, también estamos proporcionando a algunas escuelas secundarias fondos y apoyo adicionales para que puedan mejorar sus programas de artes y atraer a más estudiantes mediante audiciones competitivas. Conforme más escuelas gastan sus propios recursos en la programación artística, queda claro que las artes se han convertido en un pilar de enseñanza en nuestras escuelas.
Ahora, después de 52 años de trabajar en las escuelas de la Ciudad de Nueva York, me jubilaré en los próximos meses. Me da mucho orgullo y satisfacción ver esta revitalizada pasión por las artes desde nuestros alumnos más jóvenes hasta la escuela secundaria. Las artes no son un adorno, y están aquí para quedarse.
-Carmen Fariña es la canciller de las Escuelas de la Ciudad de Nueva York