Cómo negociar el salario como mujer

Coach especializada en la brecha salarial de género ofrece algunas herramientas básicas para hacerlo

Antes de presentarse a una entrevista de trabajo, las mujeres deben tener una idea clara de la escala salarial que el mercado tiene para el cargo al cual está postulando.

Antes de presentarse a una entrevista de trabajo, las mujeres deben tener una idea clara de la escala salarial que el mercado tiene para el cargo al cual está postulando. Crédito: Shutterstock

Las mujeres representan casi la mitad de la fuerza laboral de Estados Unidos y muchas de ellas son las principales  proveedoras del presupuesto familiar.

De hecho, de acuerdo con datos de la Oficina de la Mujer del (WB) Departamento Laboral de Estados Unidos, más del 75% de las madres solteras de este país son las únicas proveedoras del sustento de sus familias.

Pero a pesar de ello, en pleno siglo 21, la WB asegura que, en 2012, las mujeres ganaron alrededor de 81 centavos por cada dólar que ganaba un hombre. La brecha salarial resulta en salarios perdidos significativos que continúan sumando durante la vida de una mujer. Y peor aún: “anualmente, casi el doble de mujeres que hombres gana el salario mínimo o menos”.

El tema de la brecha salarial de género y las negociaciones salariales para mujeres ha sido bien estudiado por la reconocida coach Olivia Jaras, fundadora y CEO de Salary Coaching for Women.

“La brecha salarial entre hombres y mujeres persiste a pesar de la atención que el tema ha recibido a niveles internacionales… Y, aunque hoy en día muchos tratan de adjudicarle la responsabilidad al gobierno y/o a las compañías hablando de la falta de regulaciones que nos lleven a la igualdad, la realidad es que nosotras también somos parte del problema”, resalta Jaras.

“A nivel mundial, la brecha es más grande de lo que debería ser porque nosotras tendemos a valorarnos en menos comparado con los hombres”, agrega la experta. “Luego de ayudar a mujeres en todo el mundo a negociar, es evidente que  —a nivel mundial— la mujer es mejor negociando por otros que por sí misma”.

Jaras ha observado a través de sus clientas  que “el miedo [bastante real] de cómo serán percibidas socialmente” es lo que más predomina en las féminas cuanto llega el momento de la negociación salarial.  Y para romper esto, también ha identificado algunas herramientas que funcionan.

Herramientas para negociar o renegociar un salario

Para romper el miedo y pedir el salario justo y equitativo (es decir, sin diferenciación de género) a la posición laboral a la cual se postula, la experta ofrece algunas herramientas básicas a tener siempre en cuenta:

Cuando se postula a un puesto

–  Tener un conocimiento real de la escala salarial que el mercado tiene para el cargo profesional al cual se postula.

Y es que como explica Jaras, el primer error grave que cometen las mujeres es la de valorar su remuneración salarial “buscando simplemente una cifra gratuita en internet”.

“Si uno lo piensa, todas las grandes multinacionales tienen equipos que sólo se dedican a fijar sueldos, e invierten mucho tiempo en descifrar nuestro valor relativo al correspondiente al puesto para el que nos estamos postulando”, dice Jaras. “Asimismo, muchas empresas no utilizan recursos gratis porque prefieren pagar por encuestas que proveen información verificable y actualizada sobre sueldos en sus propias industrias”.

Es así que para tener un conocimiento más real del sueldo que se está pagando en el mercado por el trabajo que se realiza, la experta aconseja consultar con un experto en sueldos y, de no contar con el dinero para hacerlo, “revisar por lo menos tres sitios gratuitos y hablar además con al menos dos personas que hagan ese mismo trabajo, ojalá al menos un hombre ya que si solo hablas con una mujer, es probable que ella sea víctima de la brecha”.

–  Asumir que todo es negociable.

“No sólo pienses en el sueldo. A veces los beneficios, las vacaciones y la opción de horarios flexibles es más importante que negociar una mejora de sueldo”, detalla la experta.

–  No echar marcha atrás cuando haya un silencio durante la negociación.

“Las mujeres tenemos la tendencia de ser las primeras en rellenar silencios incómodos con concesiones. Estos silencios están diseñados para hacernos caer y perder todo empoderamiento que teníamos de entrada. Esto toma práctica, pero él no reaccionar ante un silencio nos puede dar mucho poder en una negociación”, explica Jaras.

Cuando se solicita un incremento salarial

– Darse cuenta que las negociaciones pueden tener resultados a largo plazo.

“Un ‘no’ ahora, no quiere decir no más adelante también. Si tu jefe te dice que no te puede subir el sueldo ahora, pregunta si pueden trabajar juntos para llegar a tal número [tu valor de mercado]. Hazlo o hazla participe en el proceso. Pregunta qué es lo que necesitas para llegar a tal número y cuánto tiempo tardarían en trabajar juntos para lograrlo. Por lo general, si tu jefe te nota motivada con salir adelante, él/ella tiene un mayor incentivo para sacarte adelante”.

–  Tener un plan claro para la renegociación o ir a pedir una subida de sueldo.

“Lo más importante a la hora de realizar cualquier negociación es diseñar una estrategia y no presentarse ante el jefe o la jefa sin un plan bien estudiado”, concluye Jaras. “No improvises, fundamenta tu plan de acción teniendo como base tus habilidades y destrezas. Tienes que demostrarle a tu interlocutor que tenerte como parte de su equipo le dará un mayor alcance a la compañía en el corto, mediano y largo plazo”.

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