Una latina llega al frente de los Servicios Vecinales y de Vigilancia de Vivienda

En la cartera de AnnMarie Santiago está la misión de vigilar que no haya acoso en áreas rezonoficadas

La misión de AnnMarie Santiago es que los residentes en la ciudad estén seguros y con los servicios necesarios en sus casas. No es una misión nueva para esta latina porque ha estado trabajando durante más de 20 años en vivienda en la ciudad y en particular en vigilancia pero ahora es ella quien tiene la responsabilidad de que eso ocurra.

Santiago, ha sido nombrada subcomisaria en funciones del Servicios Vecinales y de Vigilancia del Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda (HPD) en sustitución de Vito Mustaciuolo, quien ha pasado a ser el número dos de New York City Housing Authority.

Mustaciuolo reemplaza a Michael Kelly en un momento en el que esta agencia sigue lidiando con la  crisis desatada por la pintura con plomo en estas viviendas.

Santiago, de padre puertorriqueño, explicaba a este diario que como latina quiere asegurar que esta comunidad está representada “a todos los niveles y traemos a la mesa las preocupaciones no solo de nuestra comunidad sino la de todos los residentes en la ciudad para estar seguros que tienen una vivienda buena y segura”. En este sentido, y en una entrevista con este periódico recordó que su departamento no está interesado en la situación legal de quienes ocupen una vivienda que necesita atención.

En el caso de inmigrantes indocumentados “no hay ninguna razón para que no nos contacte, queremos que vivan en sitios en el que no sean abusados o discriminados”. Santiago, que entiende el clima de miedo actual, explica que además de los recursos que brinda su oficina quienes sientan que sus derechos están amenazados pueden acudir a la comisión de Derechos Humandos de la ciudad y la Oficina de Asuntos de Inmigración. Santiago declara que cuando se hace vigilancia en la vivienda y se aseguran que se hacen reparaciones lo hacen sin preguntar el estatus de nadie.

Su oficina tiene en sus manos gestionar los cambios que se van a producir y se están ya produciendo en las áreas rezonificadas con “certificados de no acoso”. Esta es una documentación necesaria para modificar los edificios que asegure que no se ha acosado a los inquilino antes de obtener los permisos de construcción del DOB. El objetivo es evitar el desplazamiento de comunidades en zonas de fuerte gentrificación. Si se verifica que ha habido presión al inquilino no se podrá solicitar el permiso de renovación o construcción en cinco años.

Adicionalmente, en una ciudad en la que repetidamente los inquilinos protestan la falta de calefacción o condiciones que impactan a su salud en las viviendas, el departamento va a seguir añadiendo viviendas, unas 250 a finales de este mes, al programa de vigilancia alternativa (Alternative Enforcement Program) en edificios que acumulan quejas y violaciones. “Se va a mejorar este programa”, explica. “Con ellos atendemos a las necesidades de las personas que denuncian problemas pero también las del resto de los inquilinos, algunos de los cuales pueden tener miedo a elevar su queja”.

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Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda (HPD)
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