Ed Sheeran solo se sintió ‘acomplejado’ por su peso tras conocer la fama
El cantante empezó a preocuparse por su apariencia física al compararse con otros ídolos juveniles
Ed Sheeran es plenamente consciente de que su verdadero atractivo como estrella de la música reside, entre otras muchas cosas, en su talento y en su capacidad para componer temas tan pegadizos como llenos de emotividad. Sin embargo, poco después de conocer la fama, el británico se sumergió temporalmente en una nociva dinámica -muy habitual por otro lado en la industria discográfica- que consistía en comparar su físico con el de ciertos compañeros y rivales de la escena sonora.
“Reconozco que durante un tiempo me decía a mí mismo: ‘Mira a esos chicos que son tan fotogénicos y tienen esos abdominales…’. Creo que debería parecerme un poco más a ellos“, ha revelado sobre esa presión autoimpuesta -pero sin duda condicionada por los rígidos cánones de belleza del mundo del espectáculo- que le llevó brevemente a desviar su atención de lo puramente artístico para acabar posándola en lo meramente estético.
Ha sido en el marco de una extensa y sincera entrevista a su compatriota y también cantautor George Ezra -quien acaba de estrenar su propio podcast- donde el astro de la música ha querido reflexionar sobre la importancia excesiva que, con frecuencia, se le da a la imagen y a la apariencia física para determinar el éxito o el fracaso de un músico, un factor que por suerte a él no le ha afectado en absoluto dado que puede presumir de haber despachado nada menos que 10 millones de copias -algo inaudito en la era del ‘streaming’- de su último disco ‘Divide’.
“Poco después me dije a mí mismo: ‘¿Debería preocuparme si estoy gordo o no lo estoy?’. Por ahora nadie ha comprado mis discos en función de mi físico o de si visto de una manera o de otra. Y la verdad es que nunca tuve inseguridades de este tipo antes de convertirme en cantante. No me importaba tener barriga o ser pelirrojo, ni ponerme prendas cómodas y baratas“, ha explicado en tan íntima entrevista para, a continuación, atribuir parte de esas inseguridades al escrutinio público.
“Me imagino que en el momento en que eres objeto de opiniones o juicios de valor, y la gente empieza a meterse contigo, empiezas a crearte complejos y a cuestionar tu estilo de vida, preguntándote cosas como ‘¿De verdad estoy gordo?'”, ha sentenciado el extrovertido artista, quien por cierto disfruta de una sólida relación sentimental con su novia, Cherry Seaborn, con la que está preparando su esperado paso por el altar.