Una cuenta diseñada para el trabajador independiente
Azlo, lanza servicios digitales de banca sin comisiones pensados para trabajadores independientes y pequeños emprendedores
La fuerte irrupción de empresas que no contratan empleados, sino que se nutren del trabajo temporal o casual de personas con o sin otros empleos, ha contribuído a disparar el número de trabajadores que laboran de forma independiente como freelancers, contratistas independientes o los llamados solo-preneurs.
Actualmente se estima que 44 millones se ganan la vida de esta manera y se espera que en 2020 el 43% de los trabajadores sean freelancers.
Estos trabajadores tienen que organizarse su red social y de servicios que tradicionalemente está más pensada para trabajadores en plantillas de las empresas. Son ellos mismos los que tienen que buscarse el seguro de salud, más fácil para seguros individuales desde que se aprobó Obamacare, y abrir un plan IRA con deducciones automáticas en vez del 401K.
En el sector financiero, la práctica desaparición de cuentas sin comisiones en los bancos nacionales complica las alternativas para estas personas con sueldos fluctuantes que tratan de evitar penalizaciones por carecer de cantidades mínimas en sus cuentas o ingresos automáticos mensuales, que no siempre tienen.
Todo ello, junto con la fuerza de los pequeños emprendedores minoritarios, ha creado un mercado para atender a Azlo, un servicio digital bancario en la red que nace oficialmente hoy de forma bilingüe (español e inglés) con la idea de servir a esta comunidad y los pequeños negocios en EE UU. Azlo no cobra comisiones (fees) ni pide mínimos en los balances.
Azlo funciona a través del móvil y no tiene sucursales aunque se apoya en la estructura bancaria del principal accionista de su ronda inicial de capital, el banco español BBVA. Esta entidad tiene presencia en banca de consumo en el sur, con la red de BBVA Compass, y ello proporciona a los clientes el seguro de depósito de las entidades amparadas por el FDIC.
Brian Hamilton, fundador y presidente de Azlo comentaba a este diario que se ofrecen estos servicios con la vocación de adaptarse a los cambios en el mercado laboral, las necesidades de empresarios minoritarios e inmigrantes “que tienen unas dificultades adicionales y problemas en el acceso a fondos”.
Azlo tampoco cobra comisiones ni en los pagos de facturas, que se pueden hacer a través del sus servicios, ni en las transferencias de dinero que son instantáneas. Tampoco hay comisiones con las que se hacen a México (el primer país con el que se pueden hacer internacionalmente) en buena medida porque su estructura en la red hace que sus costos operativos no sean elevados. La fuente de ingresos para esta entidad son los depósitos, como para el resto de la banca, las tasas de cambio de moneda – que también se hacen sin cobro de comisiones-.
Aunque no se ofrece tarjeta de crédito en estos momentos, si la hay de débito, y como explica Hamilton en los próximos meses podrán ofrecer créditos. “Según avance el año ofreceremos transferencias a otros lugares del mundo y préstamos por ejemplo para working capital“. Esta empresa reportará información a los bureaus de crédito pero según Hamilton la información de estos no será lo determinante a la hora de extender los créditos sino que los criterios pueden no ser los tradicionales del resto de la banca.