La desigualdad salarial no encuentra el freno

La mejora en el salario mínimo ha sido instrumental en superar el terreno perdido en los ingresos durante la recesión

Cientos de empleados del condado protestaron pidiendo un alza al salario mínimo.

Ciro Cesar/La Opinión Crédito: Ciro Cesar | La Opinión

Una de las mejores noticias de 2017 es que por fin se registraron aumentos salariales a todos los niveles. Como explica la economista Elise Gould del Economic Policy Institute (EPI) “la mayoría de los trabajadores está cobrando más por hora que en 2007”, el momento más elevado de ingresos por trabajo anterior a la Gran Recesión.

No obstante no hay suficientes motivos para que la celebración sea larga porque a pesar de la mejora, la desigualdad salarial, que lleva cuatro décadas creciendo, no consigue frenarse a todos los niveles. Según Gould, sigue habiendo muchas diferencias, y algunas crecientes, dependiendo del género, la educación y raza/etnia.

Además, las cifras oficiales tabuladas por la EPI — un instituto de estudios de tendencia progresista–, muestran que aunque se ha superado la barrera de 2007, la mejora ha sido por poco. El salario promedio creció apenas un 0.2% en términos reales (una vez se descuenta el impacto de la inflación).

Si se centra la lupa en el caso de los que más ganan la subida es del 1.5%. En el caso de los que menos ganan, el aumento fue el más siginificativo: un 3.7% más. No obstante, “en el caso de la mayoría de los trabajadores se está recuperando el terreno perdido en vez de progresar”, explica Gould quien lamenta que el crecimiento salarial sea menor que lo que se debe esperar una economía fuerte como la actual.

Con estos datos, Gould explica que no se debe presumir que se está en una situación de “pleno empleo” por mucho que se haya rebajado la tasa de desocupación en los últimos años.

Buena parte de la mejora se debe a la subida de los salarios mínimos en estados que lo han hecho. Un total de 14 estados han aumentado las compensaciones y otros siete tienen estos salarios  ligados a la inflación. Los trabajadores a los que se les ha incrementado el salario mínimo en 2017 son hogar del 50% de la fuerza laboral del país y eso presiona al alza a empresas que tienen trabajadores en unos y otros territorios.

El EPI ha detectado que en estados que no subieron el salario mínimo entre 2016 y 2017  las compensaciones más bajas crecieron un 1.7% y entre los que si que los subieron la mejora fue del 2.1%.

La diferencia es mucho mayor si se toman más años en cuenta en los que ha habido mejores salarios mínimos.

Entre las disparidades, algunas crecen a un ritmo menor que otras. Es el caso de las mujeres, en general se ha reducido ligeramente la diferencia salarial con los hombres. Ahora bien, a la hora de comparar a los unos con las otras sigue habiendo una brecha  del 22% a favor de los hombres. En los niveles de bajos ingresos este porcentaje es menor.

La diferencia entre tener educación superior y no tenerla es mayor que la que había en 2000 pero lo preocupante es que en el caso de las mujeres y minorías como la afroamericanas tener un título no es la llave para la igualdad porque de hecho hay más desigualdad en los puestos a los que optan. En el caso de los afroamericanos se ha registrado un retroceso salarial en todos los niveles de ingresos.

Una mejora para latinos

Una de las conclusiones del estudio del EPI es que la mejora salarial ha sido más importante desde 2000 para trabajadores blancos y latinos. Curiosamente, el año pasado los trabajadores de esta minoría experimentaron una avance que se sintió en todos los niveles de ingresos aunque más fuerte en los salarios medios y los más bajos.

La diferencia entre lo que ganan los blancos y los negros es más acusada que en 2000 mientras que la diferencia de los blancos con los latinos se ha ido cerrando en los últimos años excepto en la cima salarial, donde los cheques más grandes no se los llevan los miembros de esta minoría.

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