Lanzan programa de ayuda a agresores de violencia doméstica
La Primera Dama, Chirlane McCray, anunció la inversión de $3.3 millones para cambiar comportamientos en parejas abusivas que no tengan casos con la justicia penal
Cada día en Nueva York se reportan por lo menos 300 hechos de violencia doméstica, muchos de ellos en familias hispanas. Y aunque la Ciudad ha incrementado su ayuda a las víctimas de este flagelo, que el año pasado dejó a 26 mujeres muertas y más de 110,000 llamadas de auxilio a la policía, ahora pretende abordar la problemática también ayudando a los perpetradores.
Así lo anunció este miércoles la Primera Dama de Nueva York, Chirlane McCray, tras presentar la iniciativa, denominada “Interrumpiendo la violencia en el hogar”, una nueva herramienta para combatir la violencia doméstica, que busca promover programas comunitarios para trabajar con agresores que no hayan estado involucrados en el sistema de justicia penal.
“Queremos impactar el cambio de comportamiento, reducir futuros abusos y mejorar la seguridad de los sobrevivientes”, aseguró la esposa del alcalde De Blasio, explicando que se invertirán $3.3 millones, y se espera ayudar a unos 1,600 agresores.
“Cualquier tipo de violencia es inaceptable. Pero a medida que mantenemos a los sobrevivientes y las familias a salvo, también debemos hacer todo lo posible para intervenir directamente con sus parejas abusivas”, recalcó la Primera Dama, manifestando que muchos agresores repiten esquemas aprendidos en su niñez y es urgente trabajar en sus traumas.
“Una de las verdades trágicas que subyacen a la violencia doméstica es que muchos han sido víctimas de violencia y abuso. La gente lastimada daña a la gente. Pero con este programa, emplearemos nuevos métodos de intervención, mucho antes de una llamada al 911″ ,destacó .
Herminia Palacio, vicealcaldesa de Servicios Humanos y de Salud de la Ciudad, mencionó que los programas esperan darle una mano a aquellos agresores que tengan voluntad de cambio y a las parejas que quieran ayudarlos a encontrar ayuda.
“Hasta el momento la mayoría de programas solo son para los abusadores que han sido arrestados o que están en la corte, y este programa es para las personas que no han tenido contacto con la policía. No vamos a reportar a aquellos abusadores que quieren dejar de abusar y querer a sus parejas”, comentó la funcionaria, advirtiendo que la iniciativa aun está terminando de consolidarse y que se implementará hasta el próximo año.
Palacio también advirtió que hay que entender que muchos de los victimarios fueron víctimas y necesitan ayuda.
“Las iglesias, las agencias que están en contacto con esas personas pueden recomendar que vayan a esos programas. Son herramientas nuevas que no tiene la comunidad ni las víctimas, ni los abusadores y es una realidad que muchas veces los abusadores no saben cómo parar porque están traumatizados”, agregó la vicealcaldesa, recalcando que no obligarán a nadie. “Este es un programa voluntario. No es que vamos a cazar a las personas en el trabajo, sino darle información a las parejas de cómo pueden referirlos”.
Con ganas de cambiar, pero…
Juan S, quien con mucha vergüenza en sus gestos admite haber sido un abusador constante de su esposa y sus hijos, dio crédito a las palabras de Palacio y aseguró que aunque muchos no le creen, él tiene ganas de cambiar pero no puede.
“La gente siempre critica y le dice a uno que es una mala persona y que para acabar con el problema basta con reflexionar y dejar de gritar y lanzar cosas, pero no es tan fácil… yo tengo una rabia por dentro desde que era niño y a veces me molesto mucho con mi mujer y mis niños sin razón y exploto”, dijo el peruano, quien agregó que jamás ha recibido ayuda por miedo al estigma y que fue abusado en su infancia en su hogar.
“Yo creo que a mí ya me tocó morirme así, porque creo que si voy a un sicólogo me van a ver como un loco o si les cuento todo lo que mi mujer me ha aguantado, me van a llevar preso”, afirmó el trabajador, quien agrega que el estrés de ser indocumentado y de laborar largas jornadas, aumenta sus episodios violentos. “Al menos ya no golpeó a nadie, solo tiro cosas y creo que así la hemos llevado mejor, aunque sé que mis hijos me ven con miedo aunque no me lo dicen”, concluyó el agresor, dudando que se atreva a buscar ayuda.
La iniciativa, que busca romper esos ciclos de violencia, también trabajará con trauma y asuntos de salud mental y emocional de adolescentes que han demostrado tener relaciones poco saludables con sus parejas y otros miembros de la familia, con asesorías sobre control de impulsos y el manejo de emociones.
Asimismo elaborará un currículo de capacitación especializado para proporcionar al personal de las agencias de la Ciudad para comprender los factores de riesgo, identificar altos niveles de riesgo y adquirir habilidades para relacionarse con abusadores.
“Interrumpir la violencia en el hogar es una incorporación innovadora a los servicios que la Ciudad de Nueva York ofrece a las familias afectadas por la violencia doméstica”, comentó Cecile Noel, comisionada de la Oficina del Alcalde para Combatir la Violencia Doméstica. “Este programa proporcionará opciones”.
Eric Cumberbatch, director ejecutivo de la Oficina del Alcalde para Prevenir la Violencia con Armas destacó que el trauma y la violencia son repetidos con frecuencia por las personas que los han vivido y por ello se requiere trabajar más en la prevención. “Detener el comportamiento violento tan pronto como sea posible puede cambiar la trayectoria de familias enteras”, dijo.
Anne Patterson, directora de STEPS to End Family Violence, aseguró que invertir en programas que ayuden a los abusadores también es una manera de ayudar a las víctimas de violencia doméstica.
“A diferencia de los programas de intervención de abusivos tradicionales, que están estrechamente vinculados con el sistema legal criminal, estos programas recientemente financiados elevan las voces de los sobrevivientes, centralizan la importancia de la comunidad y declaran en voz alta la creencia de la Ciudad de que todas las personas y los sistemas que las rodean tienen capacidad para transformarse radicalmente”, dijo Patterson.