No caigas en estas estafas comunes

Lo que debes saber para evitar ser estafado

Los estafadores están a la orden del día.

Los estafadores están a la orden del día. Crédito: Shutterstock

Incluso en una era donde una considerable proporción del fraude ha migrado en línea, la mayoría de los estafadores ejercen su comercio por teléfono, vía el correo postal de los Estados Unidos e, incluso, de puerta en puerta. Estos son algunos de los juegos de estafas más persistentes. Si te topas con esto, simplemente no participes.

Impostores del IRS

En las noticias de octubre de 2016, se informó de un notorio fraude, en que se estafaba a las víctimas con hasta $150,000 dólares por día, convenciéndolas de que debían dinero al IRS. Y, si bien en los informes noticiosos de abril del año pasado, se decía que el supuesto líder de la red de centros de llamadas había sido arrestado en Mumbai, este tipo de estafa sigue prosperando.

En una versión reciente que anda circulando, los estafadores toman como objetivo a las personas sordas y con dificultad para oír, que usan un servicio de retransmisión por video, un tipo de telecomunicación por video, en vez de una llamada telefónica regular. Haciendo una videollamada, los estafadores dicen ser del IRS y dan nombres y números de identificación del IRS falsos y piden información personal.

Otra variante son los objetivos de estafas de inmigrantes recientes y otros hablantes de inglés no nativos. Los estafadores llaman dirigiéndose a sus víctimas en su idioma natal y pueden llegar a amenazarlos con arrestarlos, deportarlos o suspenderles su licencia de conducir si no proporcionan la información demandada.

Otros estafadores menos elegantes también participan en las estafas de los impostores. Una señal reveladora es el uso de “gramática de estafadores” en los correos electrónicos y en el teléfono: comunicaciones que contienen errores de escritura o falta de concordancia entre el verbo y el sujeto.

Reparaciones en la casa e inspecciones de seguridad

Muchos estafadores aparecen en el umbral de tu puerta diciendo ser contratistas que se ofrecen a revisar tu techo o entrada para el auto gratis. Luego, declaran que necesitan reparación, hacen que desembolses un pago en efectivo como anticipo para “materiales” y luego desaparecen del mapa.

Otra variante de este tema: “Representantes” que han descubierto un cartel de seguridad en el patio de tu casa y tocan a tu puerta. Te entregan una tarjeta de presentación y te informan que, si bien es posible que todavía no hayas recibido la carta oficial, tu compañía de seguridad acaba de ser adquirida por su empresa, que ahora está actualizando los sistemas de sus clientes. La estafa que sigue podría implicar a delincuentes que llegan a tu casa para desmantelar tu sistema y aislar tu casa para un robo futuro o instalar equipos de mala calidad o sin valor, y hacerte firmar un contrato carísimo.

La estafa de los abuelos

Muchos se burlan ante la idea imposible de ser engañados por este fraude telefónico que sucede hace años, hasta que reciben la llamada de un “nieto” u otro ser querido que desesperadamente necesita dinero para pagar un tratamiento médico requerido.

Las víctimas nos dicen: “Sabía todo acerca de esta estafa y aún así, cuando levanté el teléfono y esta persona dijo ser mi nieta y que estaba en problemas, todo lo que tenía en mente se fue por la ventana y mis emociones me sobrepasaron”, comenta Amy Nofziger, una experta en fraude del AARP, que observa que “aún vemos de 2 a 3 víctimas de esta estafa por semana” en la línea de ayuda de la Red contra el Fraude de la organización.

Loterías y rifas

Según un estudio, estas falsas loterías atraparon a casi el 10% de las víctimas de fraude encuestadas. En general, la estafa comienza con una llamada telefónica donde te felicitan por haber ganado un concurso en el que probablemente no recuerdes haber participado, una objeción que los estafadores pasan por alto habilidosamente. Pero antes de que puedas recibir tus ganancias (un auto,  vacaciones, un gran cheque), primero, debes pagar impuestos, tasas u otros gastos mediante una transferencia bancaria o tarjeta de débito prepagada. El “ganador” envía el dinero, pero el premio de la lotería nunca llega. Para ver las señales de esos concursos tramposos,ve al sitio consumer.ftc.gov/articles/0199-prize-scams.


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