Cómo edificar la comunicación efectiva entre padres e hijos
La dinámica reciproca de ‘escuchar y hablar’ es la clave para una conexión saludable
La buena comunicación entre padres e hijos es vital para transmitirle a estos últimos, durante la infancia y la adolescencia, los valores que los ayudan a encarar situaciones de riesgo y ponerse a salvo de las malas influencias, así lo confirmó un estudio científico realizado en cuarenta países europeos y divulgado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con dicho estudio, basado en una amplia encuesta entre menores de 11 a 13 años y adolescentes de 15, los menores que tienen una comunicación fluida con sus padres tienen una mejor imagen de su cuerpo, una mejor consideración de su propia salud y menos quejas con respecto a cuestiones físicas o psicológicas, algo que los ayuda a mantenerse alejados de comportamientos agresivos, situaciones de riesgo, malas influencias y consumo de bebidas alcohólicas o drogas.
Sin embargo, a pesar de estos importantes beneficios, para algunos padres resulta difícil edificar una comunicación fluida y efectiva con sus hijos ya sea porque no saben cómo hacerlo, no consideran el diálogo con los hijos algo importante o se encuentran sumidos en sus responsabilidades diarias laborales o problemas personales.
Cómo edificarla
Para edificar la comunicación eficaz con los hijos, que consiste en el diálogo basado con la dinámica reciproca de ‘escuchar y hablar’, los expertos de la Asociación Americana de Psicología (APA) recomiendan poner en práctica estos tips, desde que los niños están en sus primeros años de vida:
1. Estar disponibles para los hijos
Los padres deben observar los momentos en los que los hijos están más dispuestos a hablar (por ejemplo, a la hora de dormir, antes de la cena o en el auto) y estar disponibles para escucharlos y entablar una conversación, dejándoles saber que están interesados en lo qué sucede en sus vidas. Y para abrir el diálogo, la recomendación es no iniciar con una pregunta sino unirse más bien a lo que está pensando el menor o adolescente.
Igualmente se recomienda reservar tiempo todas las semanas para hacer actividades a solas con cada uno de los hijos, evitando programar otras actividades durante ese horario. Y para sacarle provecho al máximo al tiempo compartido, los expertos de la APA recomiendan aprender sobre los intereses de cada hijo (por ejemplo, música y actividades favoritas) y mostrar interés en ellos.
2. Dejarles saber que los escucha
Cuando los hijos hablan acerca de sus preocupaciones, hay que dejar de hacer lo que se está haciendo y escucharlos, expresando interés en lo que están diciendo sin invadir su privacidad. Hay que escuchar sus puntos de vista aunque resulte difícil hacerlo, dejando que ellos expresen todo lo que están pensando antes de responder.
3. Responder de manera efectiva para que los hijos escuchen
En este punto, la clave está en suavizar toda reacción agresiva o fuerte, debido a que los niños dejarán de prestar atención o se cierran al diálogo cuando los padres se muestran molestos, agresivos o a la defensiva. Lo saludable es hablarles sin menospreciar sus opiniones, reconociendo que éstas están bien a pesar de no estar ellos de acuerdo y evitando discutir acerca de quién tiene la razón. En lugar de ello, se les debe decir: “se que no estás de acuerdo conmigo, pero esta es mi opinión”.
Por último, durante la conversación, los padres deben concentrarse en los sentimientos de los hijos en lugar de los de ellos.
Que la tecnología no cree una barrera
María Álvarez, vinculada a Common Sense Media, resalta que “la atención es un elemento esencial para facilitar la comunicación entre padres e hijos; pero, lamentablemente, en esta era digital el celular se ha convertido en una barrera para la comunicación en muchas familias porque nos distrae de forma constante”.
“Aunque sea difícil, los padres deben entender que sus hijos copiarán lo que ellos hacen y que dejar el celular a un lado es vital para que una conversación fluya. De esta forma les enseñarán no solo la importancia de respetar a la persona con la que están hablando, si no que les demostrarán lo importante que sus hijos son para ellos”, puntualiza Álvarez.
Y para evitar este problema, la experta en temas relacionados con la paternidad y el buen uso de la tecnología dice que los padres pueden usar más bien los teléfonos celulares para iniciar conversaciones con sus hijos en vez de bloquearlas.
“A los niños pequeños, por ejemplo, les encanta hablar de sus cosas favoritas, así que los padres pueden usar las caricaturas o películas favoritas de sus hijos para apoyar el aprendizaje, no solo al hacer preguntas como ¿de qué color es el vestido de ese personaje?, si no profundizando en aspectos socio-emocionales haciendo preguntas como ¿te parece que ese personaje es generoso o amable? ¿crees que ser amable es bueno?”, explica Álvarez.
“Esta es una sana técnica del uso de la tecnología para abrir el diálogo con los más chicos. Estudios demuestran que cuando los niños ven películas o televisión y sus padres les hacen preguntas relevantes, los niños sacan más provecho de lo que ven”, concluye la entrevistada.
La comunicación efectiva con los adolescentes
En esta etapa de la vida, cuando los chicos están experimentando tantos cambios físicos que los mantienen en un permanente subibaja emocional, los expertos señalan que la comunicación efectiva entre padres e hijos no es la de tratar de tener con ellos unas conversaciones prolongadas para corregir sus actitudes o juzgarlos por lo que han hecho o dejado de hacer.
Es así que para lograr una comunicación efectiva con el hijo adolescente, se recomienda:
- Escuchar más que hablar para juzgar o culpar.
- Enfocarse en lo que el adolescente está diciendo en lugar de fijarse en sus defectos.
- Pensar antes de hablar para evitar decir palabras agresivas o hirientes que cierren de inmediato la comunican. Lo aconsejado es tomar las palabras y acciones del adolescente con una actitud amigable, para que él o ella termine reflexionando en su actitud o acciones incorrectas y juzgándose a sí mismo o misma.
- Mantenerse en una posición de respeto en todo momento hacia el adolescente, aceptando sus ideas y opiniones.
- Buscar ayuda profesional de tener problemas por un largo periodo de tiempo para entablar una comunicación abierta y cercana con los hijos adolescentes. Los expertos de la APA aconsejan hacer una cita con un profesional de la salud mental para educarse sobre cómo pueden ayudar a los chicos ya sea con la intervención de una terapia familiar o el aprendizaje de las tácticas saludables de la comunicación con los menores en esta etapa de la vida.