El cacahuate: algo más que una simple botana
El maní o cacahuate es un buen aliado del cerebro y de los sistemas inmunológico y cardiovascular
VALLE DE NAPA, California –Considerando las posibilidades que emanan de una vaina de cacahuate, es complicado imaginar de dónde surgieron expresiones como “cerebro de maní” o “me importa un cacahuate”.
El cacahuate es un buen aliado del cerebro y de los sistemas inmunológico y cardiovascular; sin embargo, el creciente número de casos de alergia en países desarrollados ha provocado la desaparición de su oferta.
Esta leguminosa se cosecha en la denominada franja del cacahuate, situada entre los paralelos 40° norte y sur. Su centro de origen aún lo disputan Perú y Brasil, sin embargo, las culturas mesoamericanas del actual territorio de México también lo consumían.
Según reportes de la SAGARPA, los productores más destacados en México son Sinaloa, Chihuahua y Chiapas.
Estados Unidos es el tercer productor de cacahuates en el mundo, sólo después de China e India, y México es uno de sus principales mercados de exportación. Su zona de cultivo más importante se ubica en los estados agrícolas del sur: Georgia, Florida, Alabama. Texas, Carolina, Mississippi, Virginia, Oklahoma, Arkansas, Nuevo México, Louisiana y Missouri.
Al rescate del cacahuate
Ante la diáspora de mitos infundados, los productores de cacahuate han hecho de la investigación en materia de salud una de sus prioridades de inversión. Desde su fundación, en 2001, la National Peanut Board, ha destinado a este propósito más de $21 millones de dólares.
A principios de mayo The Peanut Institute (El Instituto del Cacahuate), en Estados Unidos, convocó un panel de 37 científicos, nutriólogos y líderes en esta industria con el fin de presentar los últimos descubrimientos y replantear el panorama de consumo.
Mitos sobre el cacahuate:
- Los cacahuates son comida chatarra.
- Sólo hay cacahuates salados y japoneses.
- Los cacahuates forman parte de la familia de las nueces.
- Las mujeres embarazadas o en lactancia deben evitarlos.
- No deben incluirse en la comida de los bebés.
- Los bebés pueden comer cacahuates.
- El polvo y el aroma del cacahuate pueden desencadenar reacciones alérgicas
Lo cierto sobre el cacahuate
- Su aporte de proteína -mayor al de las nueces- te mantendrá satisfecho entre comidas.
- Por cifras de cultivo son tres las principales variedades: valencia, español y virginia.
- En realidad, son leguminosas, como la soya, lentejas o frijoles; sin embargo, para efectos comerciales, se catalogan como nueces.
- Consumirlos durante el embarazo y la lactancia contribuye a prevenir el desarrollo de alergias.
- El acercamiento temprano (entre los 4 y 6 meses) a la proteína del cacahuate disminuye el riesgo de futuras alergias.
- Desde los 4 meses pueden incluirse 2 cucharadas de crema o polvo de cacahuate mezclados con purés de frutas y verduras o yogur.
- El detonante de la alergia es el consumo de la proteína del cacahuate. Las reacciones alérgicas en aviones tienen lugar cuando una persona sensible a esta proteína toca superficies no aseadas que guardan residuos de ésta y se llevan las manos a la boca.
Sácalos de la cáscara
- Al igual que el vino, los cacahuates contienen resveratrol, un compuesto antiinflamatorio que ayuda a bloquear el crecimiento de las células cancerígenas y a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- El cacahuate tiene mayor concentración de arginina que cualquier otro alimento. Este aminoácido refuerza el sistema inmunológico, ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre y mejora la circulación.
- Es una buena fuente de grasas monosaturadas, que reducen el colesterol y ayudan al desarrollo celular. Consumirlas diariamente contribuye a la disminución de síntomas en pacientes con artritis reumatoide.
- Su consumo recurrente es un aliado contra la diabetes. Ingerir crema de cacahuate de una vez a cinco veces por semana reduce entre un 10 y un 25 por ciento el riesgo de padecer esta enfermedad.
- Comer entre 50 y 85 gramos de cacahuates al día mejora las funciones cognitivas y la circulación sanguínea en el cerebro. Tras 12 semanas de ingesta diaria, la memoria a corto plazo y la retención mejoran.
Por Nayeli Estrada, Agencia Reforma