Taxistas no frenan sus protestas para exigir mejoras laborales
Tras el suicidio de un quinto conductor, exigen medidas urgentes para poder competir con servicios como Uber o Lyft
Los alrededores del Concejo Municipal fueron nuevamente escenario este martes de otra protesta de decenas de taxistas, la segunda esta semana, en cual los conductores demandaron mejores condiciones laborales con fin de evitar que más choferes sigan suicidándose por la estresante situación económica que están viviendo.
El pasado fin de semana el taxista Yu Mein Chow se quitó la vida tirándose desde un edificio, siendo el quinto chófer que se suicida en los últimos seis meses. Los conductores de taxi piden medidas urgentes ante esta situación límite provocada por las deudas y multas de la Comisión de Taxis y Limusinas (TLC).
“Todos debemos tener la misma oportunidad de salir adelante jugando bajo las mismas reglas”, afirmó Ninno, uno de los taxistas afectados, durante la demostración en frente del Concejo. Este colectivo asegura no contar con el apoyo de la TLC y por ello pide a la Ciudad y al Concejo Municipal que le ayude a aliviar la crisis financiera.
“Al igual que muchos otros dueños de taxi pasando por un mal momento económico en Nueva York, el Sr. Chow originalmente había comprado su medallón mediante un préstamo de la Cooperativa de Crédito Melrose”, dijo David Beier, presidente del Comité de Seguridad del Taxi (CFTS). “Es indignante que la Administración Nacional de Cooperativas de Crédito del presidente Trump esté usando a Melrose para acosar a neoyorquinos trabajadores como el Sr. Chow con prácticas injustas que los llevan a la ruina personal y financiera en un momento en que el valor de los medallones ha caído un 90 por ciento”.
“Mucha gente hipotecó sus casas y sus bienes para comprar un medallón”, dijo el reverendo Rubén Díaz, que preside la Comisión de Taxis del Concejo, quien además comentó que “Uber ha destruido todo eso y ha provocado que muchos se quiten la vida porque no pueden con las deudas”.
El taxista Ninno aseguró que hace cuatro años les vendían la licencia de taxi por un millón de dólares y que un año más tarde entraron en el mercado Uber y otros servicios como Lyft, que operan sin necesidad de tener licencia.
Además, los taxistas se quejan porque no pueden competir contra sus tarifas, ya que esas empresas pueden variar sus precios según la demanda que exista en ese momento. De esta manera, Uber, Lyft y este tipo de servicios incrementan las tarifas por ejemplo en horas pico o cuando llueve o hace mucho frío.
Los taxistas piden que haya un límite de autos de taxis y servicios similares en la ciudad de Nueva York y una regulación de las tarifas para que todas sean iguales. “Ahora es el momento de que nuestros líderes emprendan acciones rápidas y la NCUA deje de atacar a los propietarios de taxis amarillos y aplique regulaciones justas a compañías multibillonarias como Uber y Lyft. Simplemente no hay excusa para la inacción cuando hay tantas vidas más en riesgo”, sentenció Beier.