Una “Ley Mordaza” pone en riesgo la salud y las vidas de las mujeres en Nueva York
La semana pasada, la administración Trump-Pence propuso establecer una nueva política o “ley mordaza” que prohíbe a médicos, enfermeras, hospitales y otros profesionales de la salud bajo Title X, el programa nacional de planificación familiar, ofrecer orientación o proveer referencias a servicios médicos que incluyan el aborto. Los centros de salud de Planned Parenthood atienden al 41% de las personas dentro del programa. En la ciudad de Nueva York, 150,000 de pacientes están bajo el programa.
Title X fue creado a principios de los años 70s, con el fin de ayudar a personas de bajos ingresos a cubrir servicios de salud reproductiva preventiva como métodos anticonceptivos, exámenes de detección del cáncer y pruebas de detección de infecciones de transmisión sexual y otros servicios. Este programa nacional atiende a cuatro millones de personas cada año, y 300,000 en el estado de Nueva York, y muchos de los cuales de otra manera no podrían acceder a esta atención médica. A pesar de cubrir una variedad de servicios, Title X no cubre abortos ya que es un programa de salud preventiva. Utilizar el programa como arma para evitar que las mujeres puedan atenderse en PPNYC es injusto. No podemos hacer que esta regla pase.
El programa Title X cubre a un grupo diverso de personas, sin importar raza, ingresos, origen o dónde vivan. De hecho, al menos un tercio de los pacientes son personas de color, más de un tercio son hispanos o latinos, y un 13% tiene un dominio limitado del inglés. Los prejuicios raciales o étnicos, junto con las barreras del idioma pueden dificultar el acceso a la atención médica y un ataque al Title X limitará aún más las opciones de atención médica. Eso no es lo que queremos en Nueva York.
Las latinas son el grupo con más desventajas en cuanto acceso al cuidado de salud se refiere: Tienen la mayor tasa de personas sin seguro médico. Por ejemplo, en Nueva York, hay un 22% de latinos sin seguro de salud. Ellas tienen más probabilidades de ser diagnosticadas con cáncer de cuello uterino (cáncer cervical) que las mujeres de cualquier otro grupo racial o étnico; y si bien se encuentran en niveles históricamente bajos, las tasas de embarazos y nacimientos entre adolescentes latinos son más de una vez y media más altas que el promedio nacional.
Esta ley mordaza prohíbe a los profesionales de la salud proveer a sus pacientes referencias a servicios de aborto seguro y legal, sin importar si la vida o la salud del paciente esté en riesgo, en casos de violación o abuso, e incluso si el paciente hace la pregunta, es una violación de los derechos de los pacientes, además de ser una violación a la ética médica de prometer cuidar y garantizar la salud de los pacientes.
Es por ello que la comunidad médica, legisladores y expertos de salud pública se oponen a esto, al igual que asociaciones médicas importantes se oponen a esta norma. Más de 200 congresistas y 100 organizaciones de salud pública se manifestaron en contra de una regla mordaza. Ellos están de acuerdo que esta regla sería devastadora. Los centros de salud comunitarios han dicho en repetidas ocasiones que no pueden absorber a los millones de pacientes de Planned Parenthood, sin embargo, la administración continúa utilizando la existencia de los centros comunitarios para justificar los ataques a Planned Parenthood.
Planned Parenthood of NYC continuará luchando por nuestros pacientes y nuestra comunidad, y junto a todos los estadounidenses no nos detendremos hasta que cada mujer, persona de color, inmigrante, persona LGBTQ y otras personas que son blanco de la administración Trump-Pence puedan controlar totalmente las decisiones sobre sus vidas y sus futuros.
-Louise Marchena es directora de programas para jóvenes en Planned Parenthood of New York City