Penélope Cruz reveló el peor momento que vivió en Hollywood
La actriz contó el amargo recuerdo de su primer casting en Hollywood
La carrera de Penélope Cruz y su llegada a Hollywood no fue nada fácil. La actriz española, que desde hace varios años trabaja asiduamente tanto en Europa como en Estados Unidos, reveló una amarga experiencia que debió atravesar cuando intentaba poner un pie en el cine norteamericano. La protagonista de ‘Todo sobre mi madre’ reveló cómo intentaron forzarla a filmar desnudos en un guión que, previamente, no tenía pautadas escenas de ese tipo.
Cuando tenía 21 años, ella recibe la posibilidad de sumarse a un proyecto en Hollywood para un guión que consideró “fabuloso”. Luego de estudiar inglés cuatro meses con el objetivo de manejar el idioma y brindar una digna prueba de casting, la madrileña se dispuso a viajar a Hollywood a cumplir su objetivo: “Cuando llegó ahí, aún con jet lag, me dicen: Tenemos que verte en nuestras oficinas. Ellos querían agregarle algo a mi contrato. Después me comentan: Si quieres hacer la prueba, deberás aceptar que habrá algunas escenas de desnudos que no figuran en el guión“.
Totalmente furiosa frente a esa evidente manipulación, Cruz explotó: “Yo les dije: ¿Por qué no me lo dijeron hace 24 horas, antes de subirme al avión? Aun cuando yo ya había hecho películas con desnudos en ese momento, ya no quería pasar por lo mismo. Yo sentía que, al menos por un par de años, iba a negarme a lo que sintiera que mi corazón me dijera que no”.
La actriz contó que si bien se negó a un eventual desnudo porque no era lo que se había pautado, sí quería hacer la prueba: “El director (al que se negó a nombrar) dejó de hablarme y abandonó la habitación, estaba furioso. Yo llamé a los jefes del estudio. En esa época no hablaba inglés, pero en esa reunión empecé a hacerlo. Les dije: Si ustedes piensan que pueden tratar así a la gente, conmigo no les va a funcionar. Tengo una familia que me ama, así que voy a subirme de nuevo al avión, y no me importa si no hago la película de ustedes. ¿Pero saben qué? Lo que sí voy a hacer es su prueba. Y ellos me miraron como si yo estuviera demente”.
Para la actriz, ese momento fue un punto de coyuntura en su carrera: “Puedo decir ahora, a mis 44 años, que ese fue uno de los momentos en los que más orgullosa me sentí de mí misma. En ese punto sentí que el día en el que muriera, iba a recordar esa instancia. Recuerdo que el sentimiento fue muy especial para mí, me hizo más fuerte. Y creo que a partir de ese no, hubo un montón de síes que llegaron a mi vida”.