Alerta por altas cifras de suicidios de adolescentes latinas en NYC
Expertos en el tema analizan cómo se puede detener esta epidemia de muertes en la Gran Manzana
Los recientes suicidios de tres celebridades estadounidenses –la diseñadora de modas Kate Spade, de 45 años, el chef y presentador de televisión Anthony Bourdain, de 61, y el actor Jackson Odell, de tan sólo 20–, pusieron nuevamente el foco noticioso sobre un problema que, según las autoridades federales, se está convirtiendo en una epidemia de salud pública en todo el país.
Pero no hace falta que personas ricas y famosas se quiten la vida para recordarnos que los suicidios han sido, por décadas, un problema de grandes proporciones en el país y, más específicamente, en la Gran Manzana. Aquí personas comunes y corrientes se quitan la vida todos los meses y sus nombres muchas veces ni aparecen en los medios locales.
Apenas a comienzos de junio se reportaron tres suicidios en la ciudad de Nueva York en la misma semana. Dos de ellos ocurrieron el mismo día y en vecindarios muy cercanos en Manhattan, en los que un hombre y una mujer decidieron lanzarse al vacío desde dos rascacielos.
Las más recientes estadísticas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC), dadas a conocer a comienzos de junio, muestran un aumento del 25% en el número de suicidios desde el 2000. Tan sólo en 2016 unas 45,000 personas mayores de 10 años se quitaron la vida en el país, lo que convierte a ésta en la décima causa de muerte a nivel nacional.
Epidemia entre chicas latinas
Quizás, lo más preocupante –y triste–, son las cifras de personas jóvenes que se quitan la vida todos los años. De acuerdo al mismo reporte de los CDC, los suicidios se han convertido en la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 34 años en el país.
Así lo confirmó un grupo de expertos que participaron como panelistas durante un simposio realizado recientemente en la ciudad de Nueva York, en el que se analizó nuevamente la crisis de los suicidios e intentos de suicidios entre las adolescentes de origen hispano.
“Es muy preocupante que en los últimos 12 meses, el 14 a 16% de las jóvenes han tenido pensamientos serios de suicidio, y 8 a 10% han intentado el suicidio. Esa es una epidemia de gran proporción”, dijo la doctora Ann Marie T. Sullivan, comisionada de la Oficina de Salud Mental del Estado de Nueva York.
“Si nos basamos sólo en la población latina, los números en el estado de Nueva York son muy preocupantes. En el grupo de edad de 15 a 19 años, el suicidio es la segunda causa de muerte principal en la gente joven, principalmente entre las chicas”, aseguró la experta.
Depresión es el detonante
Según la doctora Sullivan, se estima que una de cada cinco adolescentes sufre de depresión y que el 40% de todas las enfermedades mentales ocurren durante la adolescencia. “Los síntomas y las señales aparecen en esos años y es importante detectarlos a tiempo como una forma preventiva”.
Esto lo confirmó el doctor Roberto Lewis-Fernández, profesor de psiquiatría clínica del Columbia University y director del Instituto de Psiquiatría de Estado de Nueva York. El experto explicó que las estadísticas de suicidio entre las adolescentes latinas muestran que muchas de las que hablan de suicidio están sufriendo de depresión.
“Se sienten abrumadas y estresadas por alguna situación que están viviendo en su casa o en sus comunidades”, agregó el psiquiatra.
“En el reporte ‘Youth Risk Behavior Surveillance’ del 2015 , el grupo de chicas latinas adolescentes era el que tenía mayor proporción de intentos de suicidios que requirieron la atención de un doctor (13.2%). Esa es una señal de un problema que está creciendo”, advirtió el experto.
Esto lo conoce muy bien Erin Mercado, una joven de origen puertorriqueño, quien ahora tiene 23 años, pero quien sufrió durante su adolescencia de depresión severa.
“Cuando tienes una enfermedad mental no es algo de lo que puedes escapar de repente, o levantarte una mañana y decir simplemente ‘ya me siento bien’. Necesitas ayuda médica, soporte emocional y profesional fuera de la casa”, dijo Erin quien reside en East Harlem y que gracias a los tratamientos con terapia y medicinas ha superado la depresión.
La joven, quien confesó haber intentado quitarse la vida varias veces haciéndose daño a ella misma, le aconsejó a otras adolescentes latinas que estén en la misma situación que no desistan y pidan ayuda.
“Que no se conviertan en una estadística o en un número más. Tienen que seguir adelante y tratar de superar esto, porque siempre existen motivos para seguir viviendo y luchando”, aconsejó Mercado, quien recibió ayuda gracia al programa de prevención de suicidios entre adolescentes latinas ‘Life is Precious’, de la organización Comunilife, que tiene centros en Brooklyn, Queens y El Bronx.
Prevención es prioridad
Para enfrentar el problema del suicidio entre adolescentes en el estado de Nueva York, la doctora Sullivan informó que la oficina que ella dirige se ha puesto como prioridad que los programas de prevención lleguen a grupos específicos que lo necesitan más como es el caso de las latinas, que están en alto riesgo de intentar el suicidio.
“Tenemos que llegar a las comunidades donde están las latinas. Los programas de prevención de suicidios se deben llevar más allá de las escuelas; deben llegar a las organizaciones religiosas, las organizaciones de salud mental, de cuidados médicos primarios, a las familias y a todos los jóvenes”, dijo la doctora Sullivan.
“Queremos que la gente se sienta cómoda de salir y buscar ayuda. Que si tienen estrés o algún problema de salud mental, que hablen abiertamente, especialmente si tienen ideas de suicidio. Vamos a comenzar a trabajar con eso en las comunidades que necesitan atención especializada como la comunidad latina”, enfatizó.
El doctor Gary Belkin, subcomisionado ejecutivo del Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York (DOHMH), también se refirió a los esfuerzos que se realizan en la Gran Manzana para detener la epidemia de suicidios entre la chicas latinas.
En este sentido destacó el programa ‘Mental Health Service Corps’, que forma parte de la iniciativa general ‘ThriveNYC’, mediante el cual se coloca a personal clínico, que se encuentre en sus primeros años de carrera (psicólogos, trabajadores sociales, consejeros de salud mental, etc.), en los vecindarios más necesitados.
“Hemos contratado entre 300 a 400 profesionales que irán a esos vecindarios, principalmente a prácticas de atención médica primaria y pediátricas, para que se integren con esas comunidades y que llene sus necesidades, incluyendo el hablar su mismo idioma”, informó el doctor Belkin.
Ayuda en las escuelas
Otra iniciativa mencionada por la doctora Sullivan es la conocida como ‘Mental Meath Education Act’, la cual requeriría que se ofrezca educación sobre salud mental en todas las escuelas del estado de Nueva York.
“La influencia que la escuela tiene en los niños es tremenda. Yo he hablado con maestros y directores sobre esto, y están emocionados porque esto puede transformar las escuelas en una cultura de bienestar social y emocional”, dijo Sullivan.
En la Gran Manzana también existe un programa llamado ‘100 Schools Project‘, mediante el cual consejeros expertos en comportamiento proveen entrenamiento y capacidad para los empleados de la escuela para que reconozcan síntomas emocionales y otros problemas de salud mental.
“Tenemos otro programa llamado ‘Special Response Team’, de personal que responde a las escuelas donde ocurran situaciones problemáticas o un evento agudo de salud mental como un suicidio”, dijo el doctor Belkin.
“La evidencia nos ha demostrado que mucho del trabajo de prevención y el camino hacia el tratamientos está en manos de los maestros y de los empleados de las escuelas, quienes pueden desarrollar destrezas y habilidades que son cruciales”, agregó el funcionario.
Un fenómeno de vieja data en NYC
Tal como lo explicaron algunos expertos presentes en el simposio sobre prevención de suicidios de adolescentes hispanas en Manhattan, los altos números de muertes entre las chicas latinas no son un fenómeno nuevo y tampoco único de la Gran Manzana.
“Ya sabíamos que esto estaba pasando a comienzos de los 80 e incluso los 70, pero no fue sino hasta 1990 que lo comprobamos cuando los CDC publicaron sus primeros datos sobre el comportamiento de riesgo de suicidio en jóvenes”, dijo el doctor Luis H. Zayas, decano y profesor de piscología del Steve Hicks School of Social Work de la Universidad de Texas, en Austin.
“Cada año, por los últimos 30 años, las latinas han tenido de 1.5 hasta 2 veces más probabilidades de intentar un suicidio que las chicas de cualquier otro grupo en el país”, dijo el doctor Zayas.
El psicólogo recuerda que en 1991, cuando formaba parte del personal clínico del Hospital Metropolitano en el East Harlmen, y del Hospital Montefiore, en El Bronx, siempre veía a las chicas latinas en las salas de emergencias o en las consultas ambulatorias de salud mental que habían intentado suicidarse.
“Yo llamaba a mis colegas en hospitales de Brooklyn, Queens y otras partes de El Bronx y decían que tenían el mismo problema. No teníamos sondeos pero sí muchas evidencias anecdóticas. Sabíamos que estaba pasando pero no podíamos probarlo”, aseveró el psicólogo.
“Fue en 1995 cuando vimos las estadísticas más altas. Las latinas tenían más de dos veces de probabilidades que las no latinas de intentar suicidarse. En esa época era 23.1% y estoy seguro que cuando tengamos las estadísticas de 2017 no van a ser muy diferentes”, agregó Zayas, quien aclaró que los jóvenes latinos también atentan más contra su vida que otros adolescentes, aunque no en proporciones tan altas como las chicas.
Estadísticas alarmantes
El reporte ‘Youth High Risk Behavior Survery, 2017’, publicado por los CDC el pasado 15 de junio, reveló que el 22.2% de las adolescentes hispanas en EEUU consideró seriamente suicidarse, mientras que 10.5% intentó quitarse la vida. El 46.8% dijo sentirse muy triste o sin esperanzas.
Se matan por problemas familiares
Durante su intervención en el simposio el doctor Zayas explicó que muchas de las causas que desencadenan un intento de suicidio entre las latinas son las frustraciones y las tensiones familiares. Se puede tratar de un problema que la adolescente ha venido sufriendo por muchos años como el estar en familias disfuncionales y con situaciones estresantes, en las que hay conflictos en su relación con los padres, la mamá o sus novios.
También pueden existir problemas con el alcohol, drogas y, en ocasiones, se presentan casos de abuso físico, sexual o psicológico por parte de algún miembro de la familia.
“Muchas chicas no estaban conscientes de que querían morir o intentar el suicidio, y no tenían síntomas psicóticos, pero tomaron pastillas o productos para limpiar el hogar como un intento impulsivo de escapar del dolor y las emociones que le causaban situaciones estresante o traumáticas en la familia”, dijo el doctor Zayas.
Para llegar a estas conclusiones el experto se refirió a un estudio realizado por él junto al Lincoln Hospital y el Puerto Rican Family Institute en el que se analizaron los casos de 122 chicas hispanas que habían intentado un suicidio. La edad promedio de las participantes fue 15 años y más de 60% tenía algún nivel de depresión o desorden mental.
“No importa de qué región sean o qué origen hispano tengan; sean mexicanas o centroamericanas de Texas o California, puertorriqueñas o dominicanas de Nueva York, o cubanas de Florida, todas tenían tasas similares de intento de suicidio”, explicó Zayas.
“Habían más intentos de suicidio entre chicas con conflictos familiares y en las que son de segunda generación de inmigrantes”, concluyó el experto.
Los expertos sugieren a los padres, maestros y otros miembros de la comunidad estar pendientes a síntomas emocionales como estrés, nerviosismo, ansiedad, depresión, tristeza y desesperanza entre las adolescentes.
“Es un problema que afecta a toda la familia”
Nivia Dones, madre de Erin Mercado, se ha convertido en una especie de activista y vocera del programa ‘Life is Precious’, de la organización Comunilife, Inc., porque fue allí donde encontró ayuda para su hija adolescente, quien había intentado quitarse la vida en varias oportunidades. Hoy, aunque esos días grises quedaron atrás, la mujer de origen puertorriqueño no olvida cómo el tema del suicidio afecta a todos los miembros de la familia.
“Cuando la persona que tiene una discapacidad mental está teniendo una crisis, eso afecta profundamente a todos los que viven en la casa; a los padres y los hermanos. Todos los que están envueltos deben aprender cómo lidiar con esta persona y su enfermedad para ser capaces de interactuar con ella y poder ayudarla a tiempo”, dijo Dones.
Aunque está consciente del estigia y el tabú que existen en la comunidad latina sobre las enfermedades mentales, la madre boricua aconseja a los padres hispanos a que busquen ayuda temprano para sus hijas si están deprimidas o tienen pensamientos suicidas.
“Hay esperanzas y lugares allá afuera en Nueva York con gente que los pueden ayudar como ‘Life is Precious’ (…) Ellos tienen muchos programas de apoyo que los ayudan a obtener el soporte que necesitan y los pueden referir a los doctores y terapistas”, aconsejó la mujer.
“Se trata de un problema familiar que puede ser discutido y solucionado en casa, como familia”, agregó.
Dónde buscar ayuda
‘Life is Precious’ es un programa de prevención de suicidios en adolescentes latinas que por más de 10 años ha ayudado a muchos padres hispanos que han estado a punto de perder a una hija de forma trágica. Casi 300 chicas se han beneficiado de este programa en El Bronx, Brooklyn y Queens. Para más información puede visitar comunilife.org, enviar un mensaje a LIP@comunilife.org o llamar a 212-219.1618.
También puede llamar al al 1.888.NYCWELL (1.888.692.9355), enviar el mensaje de texto “WELL” a 65173, o visitar nyc.gov/nycwell.
Para aprender a reconocer las señales de una persona en riesgo de cometer suicidio y salvarle la vida, visite: BeThe1to.com. También puede contactar al National Suicide Prevention Lifeline al 1-800-273-TALK (8255) o visitar: suicidepreventionlifeline.org.