Ser papá en tiempos modernos

Psiquiatra expone las cualidades que los hombres de hoy deben tener para ser buenos padres

El buen padre de hoy construye un vínculo de amistad y de buen humor con sus hijos.

El buen padre de hoy construye un vínculo de amistad y de buen humor con sus hijos. Crédito: Shutterstock

La imagen del padre de antaño se aleja cada vez más de la del padre de hoy. En la actualidad, ese padre proveedor, rígido, autoritario y atenido a que su esposa o compañera de vida se hiciera cargo a solas de todas las actividades de la crianza de los hijos ha ido desapareciendo con el paso del tiempo.

Y es que como explica el Dr. Jairo Gómez, especializado en psiquiatría y vinculado al White Memorial Medical Center de Los Ángeles, a medida que la sociedad ha ido cambiando las estrategias de la buena paternidad lo han hecho también. Por ello, la mayoría de los papás modernos están participando activamente en el cuidado y la formación de sus retoños, al igual que en los quehaceres de la casa.

Cualidades del buen padre

Este cambio positivo ha conducido a un replanteamiento de las cualidades o características del hombre que es buen padre. A continuación el Dr. Gómez las enumera y describe.

1. Es un modelo para sus hijos

El buen padre de hoy enseña a sus hijos con el ejemplo y no con las estrategias de la rigidez y el  miedo.

“Si se desea que los niños realicen con responsabilidad y agrado los quehaceres de la casa que se les ha asignado, el primero que tiene que cumplir con los suyos es el padre”, explica el experto. “El buen padre también motiva y enseña a sus hijos con su ejemplo a ayudar, por su propia iniciativa, en toda actividad que se realice en la casa”, detalla.

Igualmente, trasmite  valores y buenos modales con su buen comportamiento.

El buen padre es un modelo para sus hijos y participa en todos los quehacer de la casa./Shutterstok

2. Es amoroso y construye un vínculo de amistad y confiabilidad 

El buen padre es afectivo con todos sus herederos y tiene la habilidad de crear un vínculo de amistad y confiabilidad con ellos, mientras les enseña con su ejemplo cómo resolver los conflictos que comúnmente se presentan entre los integrantes de una familia de una forma adecuada. Es decir, con respeto y la conducción de una comunicación asertiva.

3. Es comunicativo y de buen humor

El diálogo es fundamental en la relación con los hijos, más aún cuando se trata de hablar de situaciones en las que hay que corregir u orientar o tocar temas incómodos que requieren de una plena confianza para que el menor se sienta tranquilo de expresar lo que piensa y siente.

“El buen padre edifica esta confianza teniendo las cualidades del respeto, la comprensión, la buena escucha y, sobre todo, del buen humor bien conducido”, detalla el psiquiatra.

4. Está presente con presencia y es paciente

Hay una gran diferencia entre el padre que está presente y el que está presente con presencia. El primero solo está presente en el hogar pero sin dedicar tiempo a sus hijos, mientras que el segundo está presente con presencia en las conversaciones, juegos y actividades de sus hijos, estando al pendiente de sus cuidado, inquietudes y necesidades.

El buen padre esta presente de presencia sacando tiempo para compartir con sus hijos. /Shutterstock

5. Es coherente y crea un equipo sólido de crianza con su cónyuge

Los niños necesitan coherencia en sus vidas y esta la aprenden directamente con la coherncia de lo que dicen y hacen sus padres, tanto para trasmitir y hacer cumplir las normas y los valores familiares con el buen control del temperamento.

Para este aprendizaje los menores también necesitan del establecimiento de una rutina diaria predecible (como lo son el acostarse a la misma hora, lavarse los dientes, usar el cinturón de seguridad, hacer los deberes, etc.).  Y corresponde tanto a papá como a mamá estar en el mismo bando para hacer cumplir esta rutina sin contradicciones en la voz de mando, algo que  crea confusiones.

“La falta de coherencia entre los padres es gravísima ante los ojos de los niños, ya que cuando ellos se dan cuenta que sus padres no están de acuerdo cuando se trata de cumplir las normas establecidas, toman ventaja de esto para manipular y hacer lo que quieren”, resalta el galeno.

Para la buena formación de los hijos es fundamental que ellos vean que “sus padres forman un frente unido” ante el incumplimiento de las normas, la indisciplina, el irrespeto, la mentira, la falta honestidad, etc..

6.  Es modesto al momento de tener que aprender de sus hijos

En la actualidad, entre más edad tiene el padre puede darse un distanciamiento comunicativo con los hijos adolescentes o preadolescentes, creado por su desconocimiento en el manejo de internet, las aplicaciones y redes sociales. Pero, como dice el Dr. Gómez, esto se puede prevenir o minimizar si el padre cuenta con la característica de ser modesto o humilde al momento que se “presenta la oportunidad de tomar el papel de alumno para que el hijo le enseñe”.

El buen padre es modesto cuando se convierte en el alumno de su hijo ante temas de cómo navegar en la internet y usar las redes sociales./Shutterstock

7. Trata de estar al día con la nueva tecnología de la informática

En los tiempos modernos, el buen padre es curioso y se toma el tiempo de aprender o tratar de entender cómo opera la nueva tecnología de la informática cuando se usan las computadoras, los iPads y los teléfonos inteligentes.

“Es importante que el padre adquieran algunos conocimientos de como navegar en la red [cibernética] para encontrar temas para hablar con sus hijos y estar al pendiente de cómo se están comportando en el mundo digital (con quién están hablando en las redes sociales, qué páginas web están visitando, etc.).”, concluye el psiquiatra.

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