Lee estos errores que cometemos con el café y consejos sobre lo que sí tendrías que estar haciendo y sacate las dudas.
1. No comprarlo fresco como lo harías como el pan
El café no es un producto de larga duración. Piénsalo como un pan fresco o las verduras. Lo ideal es comprar de a poco, por ejemplo 250 gramos, lo que equivale a 15 tazas de café. “Podrías estar bebiéndolo hasta un mes después de que ha sido molido, pero notarás un descenso en la calidad”, dijo a Bussines Insider el especialista Will Corby. También es importante conservarlo bien sellado porque cada vez que abrís y cerrás la bolsa, los aromas se escapan. “Después de un mes, comenzará a tener sabor rancio”.
2. No asegurarse de que el tamaño del grano sea consistente
Por lo general, se pueden comprar granos enteros o café molido adecuado para una prensa francesa, cafetera de goteo o una expreso. Si bien se puede preparar café con éxito en cualquiera de estos métodos, con tener un buen tamaño de molienda es la forma ideal de tener el mejor brew. “Las partículas relativamente pequeñas van a extraer en exceso, y hacen que el sabor del café sea más amargo de lo que debería. Pero las grandes agregan un sabor que se siente como la acidez, que no es muy agradable”, dijo Corby.
3. Dejarlo que fermente durante menos de 4 minutos
Para muchos es importante que el café salga lo más rápido posible. Pero las buenas cosas llevan tiempo. “Si el tamaño de la molienda es perfecto, lo ideal es prepararlo durante cuatro minutos, presionándolo muy lentamente a través de la cafetera”, dijo Corby.
4. Dejar el café hecho en la cafetera
“Mientras el café está en la cafetera, seguirá preparándose y comenzará a tener un sabor amargo”, dijo Corby. También habló de lo que tiene que tener una cafetera para maximizar el sabor de tu café. “Las de metal evita que detectes diferentes sabores dentro del café, las más aptas son las que tienen filtro de papel en lugar de metal”, explicó.
5. No limpiar tu cafetera
Muchas veces hacemos café nuevo con restos de uno viejo o incluso no limpiamos a fondo la cafetera después de usarla. “Tienes que mantenerlo limpio”, dijo Corby. “No querrás tener ningún café viejo, solo agregará mal sabor al café”.
6. Agregar azúcar o leche cuando no necesitas
No hay nada de malo con ponerle un extra a tu bebida, pero la mayoría de las personas solo las agrega para compensar el consumo de café malo en primer lugar. “El azúcar equilibra la amargura que se obtiene al tostarlo, y la leche ayuda a ocultar los defectos que aún aparecen en el café”, dijo Corby. “Sin embargo, si usted compra café de un tostador grande o alguien que se asa un poco más ligero, si lo prueba antes de poner leche y azúcar, puede encontrar que no necesita esas dos cosas”.
7. Compra instantáneo para una solución económica y fácil
Hay una gran razón para mantenerse alejado del café instantáneo. El especialista contó que, si bien el café instantáneo es muy barato, su costo de producción no lo es porque el proceso que tiene es bastante difícil. “Si puedes comprar café barato, hay muchas cosas malas en la cadena de suministro, que incluyen lo que se paga al agricultor y la calidad de los granos”.
