Dueña de restaurante pide a Sarah Sanders irse porque trabaja en una administración “inhumana”
La portavoz de la Casa Blanca publicó el hecho en Twitter y la dueña explicó sus motivos
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, publicó que en Twitter que la dueña del restaurante Red Hen, en Lexington, Virginia, le pidió abandonar el local, porque trabajaba con Donald Trump, en una administración “inhumana y poco ética”.
“Anoche la dueña de Red Hen en Lexington, VA me dijo que me fuera porque trabajaba para @POTUS y me fui cortésmente”, dijo Sanders. “Sus acciones dicen más sobre ella que sobre mí. Siempre hago mi mejor esfuerzo para tratar respetuosamente a las personas, incluidas las personas con las que no estoy de acuerdo y continuaré haciéndolo”.
Last night I was told by the owner of Red Hen in Lexington, VA to leave because I work for @POTUS and I politely left. Her actions say far more about her than about me. I always do my best to treat people, including those I disagree with, respectfully and will continue to do so
— Kayleigh McEnany 45 Archived (@PressSec45) June 23, 2018
Stephanie Wilkinson contó al Washington Post que el viernes en la noche estaba en su casa cuando el chef de su restaurante la llamó alrededor de las 8 p.m. y le dijo que Sanders acababa de entrar y sentarse.
“Dijo que el personal está un poco preocupado. ¿Qué deberíamos hacer?”, dijo Wilkinson. “Respondí que iría para ver si es verdad”.
Le pareció extraño que la secretaria de prensa del presidente Trump estuviera cenando en un restaurante de 26 asientos en la zona rural de Virginia, donde la población está dividida por las políticas del presidente Trump.
Ella reconoce que consideraba que Sanders trabajaba para una administración “inhumana y poco ética”, pero que no le gustaba confrontarse, además de tener un negocio que administrar y hacer crecer, pero cree que debía tomar una posición clara.
“Esto se siente como el momento en nuestra democracia en que la gente tiene que tomar medidas incómodas y tomar decisiones para defender su moral”, expresó.
Sanders iba con su marido, tres o cuatro hombres y mujeres de edades más o menos similares, y una pareja mayor.
“Tenían tablas de quesos en frente de ellos”, dijo Wilkinson, mientras se preparaban los alimentos, pero entonces la dueña del lugar organizó una reunión para votar si pedirían que se fueran. Ganó el sí.
Ella fue a la mesa y le dijo a Sanders: “Soy la dueña… me gustaría que vengas al patio conmigo para unas palabras”.
Contó que balbuceó un poco, pero explicó que “el restaurante tiene ciertos estándares” y el negocio apoya “la honestidad, la compasión y la cooperación”, luego pidió: “Me gustaría que te fueras”.
La respuesta de Sanders fue amable y dijo que se iría.
Los hechos ocurren en medio de una seria división en el país por asuntos migratorios, luego de que el gobierno separara a 2,300 niños de sus padres inmigrantes.