Críticas a los test de trabajo para cupones de comida
Legislaturas y Congreso estudian como reducir beneficios
Las legislaturas de algunos estados y el propio Congreso están debatiendo expandir las verificaciones de horas de trabajo para conceder beneficios de cupones de comida y Medicaid. Todo ello llega mientras muchas personas no trabajan a tiempo completo por falta de posibilidad, lo hacen con horarios erráticos en muchas industrias y por un salario mínimo que a nivel federal está atascado desde 2009 en $7.25 la hora y deja a muchas familias muy por debajo del umbral de la pobreza.
Los economistas de los institutos de opinión más progresistas, como Economic Policy Institute, creen que comprometer la red social básica de muchas familias no solo va a causar más hambre y peor atención de salud sino que además no va a hacer gran cosa por rebajar el desempleo. La mayoría de los receptores de estas ayudas trabajan pero aún así son pobres.
Ni los cupones de comida ni Medicaid pueden mantener a una familia que no trabaje y la mayoría de los beneficiarios son mayores de 65 años y niños. Según EPI las propuestas que se están estudiando imponen una barrera en quienes los reciben y buscan por un trabajo estable. Además estos estrictos mensuales, que impide que se cobren estos beneficios si no se llega a los requisitos) “ignoran la realidad de que los mercados laborales para los trabajadores de bajos recursos tienen una fuerte tasa de abandono y horarios erráticos. Todo ello deja vulnerables a muchos trabajadores.
Desde la EPI se critica que el entrenamiento para el trabajo también cuente como horas de empleo pero que no se financien programas de formación. Los economistas de este instituto sugieren que en vez de penalizar las malas condiciones de trabajo para forzar a buscar mejores empleos para los que pueden no cualificar lo que hay que hacer son políticas de mejoras de salarios y apoyos como el cuidado de hijos y licencias por maternidad.