Increíble transformación de una madre anoréxica para ver a sus hijos crecer
Los trastornos alimenticios son manifestaciones extremas de una variedad de preocupaciones por el peso y la comida experimentados por mujeres y hombres
Se estima que en Estados Unidos el 70 % de las chicas están a régimen, y más del 95 % de las mujeres se infravalora basándose en su cuerpo.
Muchas de estas mujeres, además, contabilizan su peso por debajo hasta en un 25%, lo que es un signo claro de una enfermedad del espectro de trastorno alimentario, la anorexia.
Sin embargo, el origen de la anorexia no está claro. Por causas genéticas, por ejemplo, la anorexia es ocho veces más común en las personas que tienen parientes con el trastorno.
La anorexia tiene la tasa de mortalidad más alta de cualquier trastorno psiquiátrico, ya sean complicaciones médicas derivadas de la condición en sí o del suicidio.
La investigación también sugiere que alrededor del 46 por ciento de los pacientes con anorexia se recuperan por completo, con un 33 por ciento mejorando y un 20 por ciento permaneciendo crónicamente enfermos.
La recuperación puede ser una batalla dura y agotadora, como explicó una joven cuando compartió su historia con UNILAD.
Holly Griffiths, de 27 años de edad, ha tenido problemas con la anorexia desde que tenía ocho años, aunque admite que ‘no puede recordar un momento en el que su imagen corporal no se vio afectada por el perfeccionismo y la competitividad de alguna manera.
Peligrosamente delgada, Holly llegó a pesar menos de 100 libras, aún así se veía gorda.
Esto se debió al trastorno dismórfico corporal, una condición mental que lleva a una persona va observarse por los defectos en su apariencia, lo que va de la mano con la anorexia.
Esto significaba que Holly no se daba cuenta de que necesitaba buscar ayuda y pronto su enfermedad comenzó a afectar otros aspectos de su vida.
Según le contó al portal Unilad, Holly reveló cómo su trastorno alimenticio impactó en sus relaciones y familia a medida que su salud mental se deterioró.
Al igual que con otros trastornos de la alimentación, la anorexia suele estar relacionada con la depresión y la baja autoestima, lo que puede hacer que los afectados por la enfermedad sean más retraídos.
“En todos los aspectos de mi vida, necesitaba la aceptación. Desarrollé problemas de ansiedad y apego paralizantes. Sentía que a nadie le caía bien. Mi vida familiar comenzó a desmoronarse y, después de cuatro años más o menos de avanzar lentamente entre la salud y la recaída, me quebré. No tenía otros mecanismos de defensa además de la anorexia, así que caí en una recaída realmente peligrosa.
Desesperada por salir de esta situación, Holly buscó ayuda y acudió al equipo de salud mental de su comunidad local.
Al poco tiempo le dieron el alta, aunque no estaba recuperada del todo y sabía que a partir de ese momento, tenía que conseguir vencer la batalla sola, si es que quería ver a sus hijos crecer.
Han pasado poco más de dos años y todo ha cambiado. No solo ha ganado peso y luce saludable, sino que ha ganado en autoestima.
Hoy Holly ahora no solo es más saludable físicamente, sino mentalmente. Y no deja de sonreír.