Sessions dice que Harvard discrimina a estudiantes asiáticos
Harvard insiste en que no discrimina y que continuará utilizando el complejo proceso de admisiones en vigor para evaluar a estudiantes
WASHINGTON — El fiscal general, Jeff Sessions, acusó este jueves a la prestigiosa universidad Harvard de discriminar contra solicitantes asiáticos, al implicarse en un controvertido caso que ataca los programas de “acción afirmativa” y podría llegar hasta el Tribunal Supremo.
Harvard, establecida hace 380 años, es considerada una de las universidades más exclusivas de EEUU, y ha utilizado el factor racial como uno de los componentes en su proceso de admisiones por más de 45 años.
Ahora su Harvard College es objeto de una demanda por parte del grupo “Estudiantes por Admisiones Justas” (“Students for Fair Admissions”), liderado por el conservador Edward Blum, que alega que los asiáticos fueron discriminados y exigen amparo bajo el Título VI del Acta de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe a instituciones que reciben fondos federales discriminar en base a la raza, color, u origen nacional de los estudiantes.
El Departamento de Justicia decidió implicarse en el caso, que podría ir a juicio el mes próximo, al presentar una llamada “declaración de interés” a favor de los estudiantes en un juzgado en Massachusetts.
En la declaración, la agencia argumentó que Harvard “no ha logrado demostrar que no discrimina ilegalmente contra los asiático-americanos”, y afirmó que los demandantes merecen la oportunidad de demostrar su acusación ante la jueza federal, Allison Burroughs.
“Ningún estadounidense debe ser privado de ingreso a una universidad debido a su raza. Como receptor de dinero de los contribuyentes, Harvard tiene la responsabilidad de aplicar su política de admisiones sin discriminación racial recurriendo a criterios significativos que cumplan con requisitos legales”, dijo Sessions.
“El Departamento de Justicia tiene la responsabilidad de proteger los derechos civiles del pueblo estadounidense. Este caso es significativo porque las políticas de admisiones en nuestros colegios y universidades son importantes y deben realizarse de forma legal”, enfatizó Sessions.
El documento señaló que Harvard no solo no ha podido demostrar cómo limita el uso del factor racial sino que no ha explicado el peso que tiene ese factor en comparación con otros, como los resultados de pruebas académicas y actividades extracurriculares.
Asimismo, Harvard utiliza una “calificación personal” con factores “subjetivos” como la personalidad del estudiante y si tiene o no “cualidades humanas”, pero el proceso mismo es “vago” y podría estar “infectado con prejuicios raciales”, alegó el Departamento de Justicia.
Harvard está “decepcionada”
Por su parte, en una declaración enviada a los medios, Harvard dijo estar “decepcionada” con la decisión de Sessions de apoyar a los demandantes.
“Estamos profundamente decepcionados de que el Departamento de Justicia ha tomado el lado de Edward Blum y Students for Fair Admissions, reciclando los mismos argumentos huecos y engañosos que no hacen más que demostrar el vacío del caso contra Harvard”, indicó.
“Harvard no discrimina contra solicitantes de ningún grupo, y continuará defendiendo vigorosamente el derecho legal de todo colegio y universidad de considerar la raza como un factor entre muchos en las admisiones universitarias, que el Tribunal Supremo ha apoyado consistentemente por más de 40 años”, enfatizó.
Asimismo, Harvard insistió en que las universidades deben tener “la libertad y flexibilidad” de crear diversidad estudiantil como herramienta clave para el proceso de aprendizaje.
Harvard cuestionó la investigación “irregular” que ha hecho el Departamento de Justicia sobre el proceso de admisiones, y condenó que la agencia eliminó el mes pasado las guías de la Administración Obama que permitían el uso del factor racial en la evaluación de solicitantes.
Una funcionaria de Harvard, que pidió el anonimato, explicó a este diario que el proceso de admisiones cuenta con un comité de 40 expertos y las decisiones se adoptan por mayoría simple.
La “calificación personal” de cada estudiante no tiene nada que ver con su personalidad sino que se apoya en información incluida en la solicitud, como ensayos personales, respuestas a ciertas preguntas cortas, recomendaciones de maestros y consejeros, y entrevistas hechas por graduados y personal docente, precisó la funcionaria.
Harvard “utiliza esta información para entender la vida completa del solicitante, por ejemplo: dónde creció, qué oportunidades o retos afrontaron en sus familias, comunidades y secundaria, y qué impacto podrían tener en Harvard” y en sus comunidades al graduarse, subrayó.
Contrario a lo que alega el Departamento de Justicia, Harvard sí ha evaluado más de una decena de alternativas, pero un comité académico determinó que ninguna podía promover la diversidad educativa con la eficacia del proceso vigente, enfatizó.
Varias universidades y centenares de académicos y economistas han salido en defensa de Harvard, presentando sus propios documentos de apoyo ante el juzgado.
Diversidad estudiantil
En la actualidad, el 50,8% de los 2.037 estudiantes de primer año en Harvard, con fecha de graduación de 2021, son todos minorías, incluyendo afroamericanos, latinos, asiáticos, y nativo-americanos, en comparación con el 47.3% el año pasado.
Según un desglosado de los estudiantes aceptados en Harvard College, una de las entidades de la universidad, los asiáticos conforman el 22.2%, seguidos por los afroamericanos, con 14.6%, los hispanos, con 11.6%, y los nativo-americanos o de las Islas del Pacífico, con 2.5%.
El grupo “Ivy Coach”, que ofrece consejería a estudiantes en el proceso de solicitudes, ha dicho que los programas de “acción afirmativa” no discriminan -como han alegado durante décadas sus detractores- y el problema en muchas universidades es que usan otros factores y prioridades de las universidades, como vínculos familiares con graduados.
Futuro de “acción afirmativa”
El pasado 3 de julio, el Departamento de Justicia anuló las guías instituidas durante la Administración Obama entre 2011 y 2016 para promover la diversidad del cuerpo estudiantil en las universidades, a través de programas de “acción afirmativa” que emplean el uso del factor racial.
Las leyes actuales permiten los programas de “acción afirmativa”, que fueron instituidos para remediar la discriminación o falta de acceso de las minorías en la educación, pero la Administración Trump presiona por el uso de estrategias de “neutralidad racial”.
Ahora el caso contra Harvard College, que enfrentado a líderes académicos y grupos conservadores y progresistas, podría obligar a una reforma del proceso de admisión de estudiantes, y algunos activistas temen que esto es un ataque político y dará pie a la eliminación de la “acción afirmativa”.
Vanita Gupta, presidenta del grupo “The Leadership Conference on Civil and Human Rights” (LCCHR), dijo que la intromisión de Sessions en este caso contraviene las estrategias que, con apego a la Constitución, emplean las universidades para “ampliar las oportunidades educativas para estudiantes” de toda etnia.
“Este es un ejemplo más del desprecio de la administración por los esfuerzos para construir una sociedad más inclusiva y justa. Ahora respalda la agenda política duradera de Edward Blum para socavar la diversidad en la educación y oportunidades para millones de jóvenes”, afirmó Gupta, quien acusó a Sessions de abandonar su responsabilidad de velar “por los derechos civiles de todas las personas en EEUU”.
El caso ha dividido igualmente a grupos de la comunidad asiática.